América Latina
Ortega cierra la universidad jesuita en Nicaragua tras acusarla de "terrorismo"
"Daniel Ortega sigue abrazando el autoritarismo y socavando todas las instituciones independientes de Nicaragua", lamenta el gobierno de EEUU
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su preocupación por la orden de incautación emitida por el Gobierno de Nicaragua de la Universidad Centroamericana (UCA), dirigida por jesuitas, tras acusarla de "terrorismo".
Por su parte, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, ha asegurado que esta incautación representa una "mayor erosión" de las instituciones democráticas y una "asfixia del espacio cívico". Además, ha manifestado que esta universidad es "un centro de excelencia académica" que representa un futuro "de esperanza" en Nicaragua.
"Estados Unidos condena la continua represión del régimen contra figuras e instituciones religiosas, y pedimos la liberación inmediata e incondicional de las personas de conciencia encarceladas en Nicaragua, incluido el obispo Álvarez", ha afirmado Patel durante una rueda de prensa. "La decisión es una muestra más de que (el presidente de Nicaragua) Daniel Ortega sigue abrazando el autoritarismo y socavando todas las instituciones independientes de Nicaragua. A pesar de sus esfuerzos, no pueden extinguir la libertad de pensamiento, y vamos a seguir utilizando herramientas diplomáticas y económicas para promover la rendición de cuentas por tales", ha agregado el portavoz.
La UCA ha estado en el punto de mira del Gobierno de Daniel Ortega, ya que se ha convertido en uno de los bastiones de los manifestantes opositores desde la crisis sociopolítica iniciada en 2018, en la que murieron más de 350 personas, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Managua ha disuelto este año 26 universidades, al retirar la personalidad jurídica de varias de estas instituciones, en lo que se considera una medida represiva de las autoridades, que también han cerrado partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.
"Ha sido un golpe muy duro"
"Para mí ha sido un golpe muy duro el cierre de la Universidad Centroamericana. Me faltaban dos semestres para culminar mis estudios, que he tenido que vivir con sangre, sudor y lágrimas", relató a EFE una estudiante de la carrera de Derecho, a la que le faltaban dos semestres para concluir sus estudios.
"Olga", la joven nicaragüense que pidió reservar su nombre para evitar represalias en su contra, dijo que aún es "muy pronto" para decidir sobre su futuro académico a corto plazo. "De momento solo tengo opciones que estoy analizando muy cuidadosamente e investigando con fuentes confiables para no caer en errores", explicó. Una de ellas es "terminar mis estudios en alguna universidad jesuita de Centroamérica" y la otra decidió no compartirla, detalló la estudiante que alegó estar segura de que no planea "estudiar en la UCA que reforme el gobierno".
La estudiante de Derecho se refiere a la estatal Universidad Nacional "Casimiro Sotelo Montenegro", creada este jueves por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), órgano rector de la educación superior nicaragüense, en reemplazo de la jesuita UCA, que era uno de los centros de estudios privados más prestigiosos del país centroamericano.
La Justicia de Nicaragua, controlada por los sandinistas, ordenó a la UCA, fundada en 1960, traspasar sus bienes muebles e inmuebles así como sus cuentas bancarias al Estado de Nicaragua, luego de ser acusada por el Ministerio Público (Fiscalía) de ser un "centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales", lo que es rechazado por las autoridades de esa alma mater y sus estudiantes.
La UCA, cuyos principio es "Todo amar y servir", en referencia a la frase de San Ignacio de Loyola, y su lema es "Porque los demás nos interesan", tenía una matrícula de más de 5.000 estudiantes.
La jueza Gloria María Saavedra, titular del Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencias Circunscripción Managua y graduada de la UCA, giró el pasado martes un oficio a la universidad jesuita sobre "la incautación de bienes inmuebles, muebles, dinero en moneda nacional o extranjera de las cuentas bancarias inmovilizadas, productos financieros en moneda nacional o extranjera propiedad" de ese centro de estudios.
En razón de ese oficio, la universidad jesuita, cuyo rector era el sacerdote Rolando Enrique Alvarado López, decidió suspender sus actividades académicas y administrativas.
Con información de Efe
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