Escandinavia
El nuevo Gobierno de derechas de Finlandia promete recortes sociales y menos inmigrantes
El Parlamento elige al conservador Petteri Orpo como nuevo primer ministro
El Gobierno más derechista de la historia reciente de Finlandia echó a andar este martes tras ser investido por el «Eduskunta» (Parlamento) por 107 votos a favor y 81 en contra. Tras el aval parlamentario, el presidente finlandés, Sauli Niinisto, nombró al conservador Petteri Orpo como nuevo primer ministro, en sustitución de la socialdemócrata Sanna Marin, que perdió las elecciones del 2 abril por un estrecho margen frente a los conservadores y los ultraderechistas. Los tres partidos lograron alrededor del 20% de votos cada uno. Los socialdemócratas fueron superados por menos de un punto y 27.659 votos por el Partido de la Coalición Nacional y por solo una décima y 3.884 votos por el Partido de los Finlandeses.
Tras siete semanas de difíciles negociaciones, Orpo anunció el viernes por la tarde un acuerdo de coalición entre los cuatro partidos de centro derecha del país nórdico: la Coalición Nacional del propio primer ministro; el Partido de los Finlandeses liderado por Riikka Purra, nueva ministra de Finanzas, los cristiano demócratas y el Partido del Pueblo Sueco (SFP), que representa a la minoría sueco parlante de Finladia.
«Necesitamos una Unión Europea más fuerte», aseguró Orpo, cuyo Gobierno tendrá como prioridades el crecimiento económico, estabilizar al gasto público y reforzar su presencia en foros internacionales como la OTAN o la UE. «Hemos elaborado un sólido programa de gobierno y vamos a implementarlo. Creo que lograremos un cambio que hará de Finlandia un país próspero y floreciente durante las próximas décadas», afirmó el «premier» tras ser nombrado.
En el nuevo Ejecutivo, los conservadores contarán con siete ministerios, entre ellos los de Exteriores, Defensa, Medioambiente, Trabajo y Cultura. El mismo número de carteras que la derecha populista, entre ellas Finanzas, Interior, Justicia, Comercio Exterior y Sanidad.
Precisamente, en manos del Partido de los Finlandeses, el segundo más votados en las legislativas con 46 escaños, solo dos menos que los conservadores, estará endurecer la política migratoria y de asilo de Finlandia. «Vamos a endurecer todas las condiciones para venir a Finlandia, para vivir aquí y para quedarse, como han hecho otros países escandinavos», aseguró la ministra del Interior, la ultraderechista Mari Rantanen, sin mencionar que su país es, con mucha diferencia, el que menos porcentaje de población extranjera tiene entre los nórdicos. Finlandia también reducirá a la mitad las solicitudes de asilo aceptadas, del millar actual a solo 500.
La otra prioridad del nuevo Ejecutivo de Helsinki será recortar el presupuesto en 6.000 millones de euros en los próximos cuatro años para recortar la deuda pública, disparada al 73% del PIB. El gasto público caerá en 4.000 millones de euros gracias a la reducción de los subsidios sociales y de desempleo, así como el aumento de los impuestos de los medicamentos y los eventos culturales, cuyo IVA subirá del 10% al 14%. En el campo laboral, la derecha anuncia una reforma para abaratar el despido y reducir la influencia de la negociación laboral entre trabajadores y patronal.
Orpo se adelantó a las críticas de la oposición de izquierdas y los sindicatos al recordar que «las reformas siempre han tenido oposición en Finlandia y es por eso que no se han implementado. Pero debido a que no se ha hecho, la economía finlandesa tiene una deuda de 15.000 millones de euros anuales».
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