Legislativas
Los egos del Nuevo Frente Popular aúpan a Le Pen en Francia
El anuncio de la candidatura del socialista Hollande busca tranquilizar al electorado francés ante el populista Mélenchon
Nadie lo puede negar: la extrema derecha francesa sigue subiendo como la espuma. Desde las elecciones europeas y en la ruta hacia las legislativas anticipadas que ha convocado Emmanuel Macron, lo único que ha hecho es ganar más votantes. Y ante esa realidad, surge una urgencia política: alguien tiene que levantarle una barrera. Y en este momento, la única bancada que puede hacerlo es la izquierda.
El presidente Macron –que logró unir a Francia en las elecciones de 2017 y 2022 contra la extrema derecha de Marine Le Pen– ya no tiene la fuerza política para hacerlo. Después de siete años de gobierno desgastado con episodios de enorme descontento popular como los «chalecos amarillos», la reforma de la ley de jubilaciones, la reciente crisis de los agricultores, la aprobación de decenas de leyes por decreto presidencial y el deterioro del poder adquisitivo, Macron ya ha perdido el apoyo popular. En la calle, muchos declaran abiertamente que no están dispuestos a volver a votar por él tapándose la nariz, incluso si eso significa que Le Pen y su pupilo, Jordan Bardella, lleguen al poder.
La izquierda ha decidido, entonces, «venir al rescate» y formar esa barrera necesaria que ya tiene nombre: Nuevo Frente Popular. Un título que se recicla de la coalición formada para las elecciones legislativas de 1936 contra la extrema derecha, en las que León Blum obtuvo la victoria y se convirtió en el primer jefe de gobierno socialista de la historia francesa, para disgusto de la burguesía de la época. Casi 100 años después, el Frente Popular sigue siendo un referente político para la izquierda y ahora, un estandarte de lucha contra el lepenismo. Para los más jóvenes, Frente Popular es también la antítesis del viejo nombre del partido de extrema derecha fundado por Jean-Marie Le Pen, Frente Nacional, que sigue trayendo malos recuerdos de racismo y violencia.
¿Quiénes conforman esta alianza de izquierda?
La batuta está en manos del partido de extrema izquierda, La Francia Insumisa, dirigido por Jean-Luc Mélenchon, que se ha convertido en la formación de mayor auge entre las izquierdas, después del descalabro del Partido Socialista tras el gobierno de François Hollande. Hay que recordar que Mélenchon fue el candidato que ocupó el tercer lugar en la primera vuelta de las presidenciales de 2022 con casi un 22% de los votos y sigue teniendo un capital político importante. Si la alianza Nuevo Frente Popular resultara la más votada en las legislativas del 7 de julio, Mélenchon se perfila desde ya como el primer ministro que gobernaría en cohabitación con Macron.
También están presentes el partido Europa Ecología-Los Verdes, el Partido Comunista Francés y el desgastado Partido Socialista. Este último ha dado una gran sorpresa al traer al expresidente Hollande de vuelta al escenario político, con una candidatura en la circunscripción de Corrèze, al suroeste del país. Hollande ya había ofrecido declaraciones en contra de la decisión de Macron de disolver la Asamblea Nacional, diciendo que «estaba generando una situación muy grave». La bancada presidencial ha respondido con la misma moneda, declarando que no se asociará al candidato Hollande sino a su rival de derecha, Francis Dubois.
Propuestas de Gobierno
Los acuerdos no fueron fáciles entre tendencias ecologistas, extrema izquierda y comunistas, pero finalmente, el Nuevo Frente Popular publicó su programa de gobierno que incluye la derogación inmediata de la reforma de la ley de jubilaciones –aprobada por decreto presidencial– que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años, un punto de honor para la izquierda que apoyó abiertamente las grandes protestas que incendiaron el país en 2023. Con respecto al poder adquisitivo –la mayor preocupación de los franceses en este momento– la coalición congelar los precios de los productos de primera necesidad como los alimentos, la energía y el combustible. También promete cancelar el aumento del precio del gas, programado para el 1 de julio.
Sobre el espinoso tema de la inmigración, el Nuevo Frente Popular se propone derogar las leyes de «asilo e inmigración» aprobadas bajo el mandato de Macron, regularizar el estatus de los trabajadores y estudiantes extranjeros, así como de los padres de niños que asisten a escuelas francesas. Aboga igualmente por la creación de un «estatuto de desplazado climático» y una agencia de salvamento marítimo y terrestre para los migrantes.
¿Tiene el Nuevo Frente Popular oportunidad de ganar frente a Agrupación Nacional? Hasta este lunes y después de cerrarse el período de inscripción de candidaturas, los sondeos lo ubican en la segunda posición con un 28% de intención de voto, frente a un 33% de la extrema derecha.
La consolidación de la izquierda debería mejorar estos números en los próximos días, sin embargo, es difícil predecir si logrará superar a la avalancha que favorece hoy a Le Pen y Bardella. Lo que sí es seguro es que el Nuevo Frente Popular ya supera por cierto margen a la lista de Macron que sólo acumula un 18%. Todo apunta a que un gobierno de cohabitación se avecina. La pregunta es con quién.