Elecciones

Irlanda afronta unas duras negociaciones para encontrar una coalición de gobierno estable

Después de tres días de recuento de votos, Fianna Fáil obtuvo 43 escaños y Fine Gael 38. Los dos partidos, que han gobernado en coalición desde 2020, parecen quedarse cortos de los 88 necesarios para una mayoría sin el apoyo de terceros

October 16, 2024, Brussels, Brussels, Belgium: Simon Harris. The heads of state of Europe and the Gulf countries met today in the Belgian capital for the opening of the first Europe-Gulf countries cooperation summit Europa Press/Contacto/Sacha Leon 16/10/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Irlanda.- La coalición de gobierno en Irlanda acaricia la permanencia en el poder tras unas ajustadas eleccionesCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Los irlandeses han decidido perdonar al Fianna Fáil por su desastrosa gestión de la crisis financiera de 2008 y darle otra oportunidad. La formación centrista a la que se le culpó de hundir la economía, haber expulsado del mercado laboral a 300.000 ciudadanos y rescatado a unos bancos en quiebra con dinero público por su excesiva exposición a la burbuja inmobiliaria va camino de ser la triunfadora de las elecciones generales celebradas el pasado viernes.

Debido al complejo sistema electoral, al cierre de esta edición, el recuento continuaba. Pero con 162 escaños contabilizados de los 174 que estaban en juego, el partido liderado ahora por Micheál Martin, se posicionaba en primer puesto. Eso sí, para gobernar se verá obligado a pactar con Simon Harris, del Fine Gael, para reeditar la coalición de centroderecha que tuvieron que hacer ya en 2020, tras la irrupción de los nacionalistas de izquierda de Sinn Fein.

En los últimos comicios, el que fuera brazo político del ya extinto IRA hizo historia al romper con el bipartidismo del último siglo consiguiendo el mayor número de votos de primera preferencia. Declararon la victoria a pesar de que los partidos más grandes se negaron a negociar una coalición e insistieron en que, la próxima vez, su líder, Mary Lou McDonald, se convertiría en la primera mujer en ponerse a cargo del ejecutivo.

Sin embargo, no ha logrado ahora repetir hazaña, lo que plantea dudas sobre el futuro de McDonald, la dublinesa elegida personalmente por el anterior líder, el histórico Gerry Adams, para llevar al partido con raíces norirlandesas desde la periferia al poder en la República de Irlanda.

Pese a que superarán los 37 que obtuvieron hace cuatro años, se quedan sin posibilidades de formar gobierno, por lo que su promesa para celebrar un referéndum de reunificación en la isla para 2030 se antoja difícil.

Por su parte, los Verdes, que reforzaron la mayoría del Gobierno de coalición durante los últimos cuatro años, han desaparecido del mapa. Por lo que tanto los socialdemócratas como el Partido Laborista, que han logrado buenos resultados, van a tenerlo muy en cuenta si los dos partidos mayoritarios les cortejan para que salgan los números en el parlamento. Se necesitan 88 escaños para conseguir una mayoría en el Dáil. Por lo tanto, si entre ambas formaciones mayoritarias superan los 80, quizá sólo les baste conseguir apoyo de los candidatos independientes.

Por su parte, Gerard Hutch, el gángster conocido como 'El Monje' y a quien la Justicia española mantiene en libertad bajo fianza tras su detención en Lanzarote, se ha quedado finalmente sin escaño por la circunscripción de Dublín Centro. El candidato, que se presentaba como independiente, está considerado por la Justicia irlandesa como el cabecilla de una de las organizaciones de crimen organizado más peligrosas de este país.

Al cierre de esta edición, cuando se habían asignado 162 de los 174 asientos, Fianna Fáil sumaba 43 diputados. Por su parte, el Fine Gael y Sinn Fein, estaban empatados con 36 cada uno, aunque algunas fuentes otorgaban al primero 38.

La crisis de la vivienda y la inmigración han marcado estos comicios. Aunque estaban previstos para el próximo año, el `Taoiseach´, Simon Harris, del Fine Gael, adelantó el calendario aprovechando el peor momento de la oposición del Sinn Féin, que se ha visto sacudida por una serie de escándalos. Harris pretendía reforzar a su partido. Pero la jugada no le ha salido como pensaba, al ser superado por el Fianna Fáil.

La lectura que puede hacerse, por tanto, es que los irlandeses han votado por la continuidad, dejando al Sinn Fein sin opciones de formar gobierno. No obstante, no se puede decir que haya euforia con los dos partidos tradicionales. Prueba de ello es que la participación ha caído al 59,7%, la más baja de la historia.

La República de Irlanda es desde hace tiempo una extraña criatura objeto de análisis. Mientras en toda Europa, la política fiscal está causando estragos, el gran problema para el gobierno de Dublín es que tiene tanto dinero en efectivo que no sabe muy bien qué hacer con él. Son muchas las ganancias acumuladas por las multinacionales estadounidenses que canalizan sus beneficios a través de sus sedes en el `Tigre Celta´, donde hasta este año han contado con un más que atractivo impuesto de sociedades de un 12,5%. Pero mientras, en teoría, el desempeño económico es excepcionalmente bueno, los ciudadanos no pueden permitirse ni comprar ni alquilar. Los precios de las casas son, en promedio, casi ocho veces el salario medio nacional (entre 45,000 y 50,000 euros). En Dublín, son más de diez veces el salario medio.

En 2020, el Sinn Fein supo canalizar el descontento del electorado, ante todo de los jóvenes, atraídos por su amplio programa de vivienda pública. Pero en los últimos meses su popularidad se había desplomado, debido en parte a una desconexión con sus votantes de clase trabajadora sobre la inmigración. En un país de apenas 5,4 millones de personas, la llegada de solicitantes de asilo (entre ellos más de 100.000 ucranianos y otros miles que huyen de los conflictos en Oriente Medio y África) ha incrementado aún más la crisis de la vivienda y la presión sobre los servicios públicos.

Se espera ahora que Martin y Harris comiencen las negociaciones políticas la próxima semana mientras se preparan para acordar una coalición oficial. Sin embargo, no está previsto que se forme una administración de ese tipo hasta el año nuevo.