El marido de Sturgeon es detenido por las finanzas del SNP

La crisis del independentismo escocés se agudiza a la marchas forzadas. La dimisión por sorpresa de Nicola Sturgeon el pasado mes de febrero como responsable del Ejecutivo autonómico atestó un importante estocada al Partido Nacionalista Escocés (SNP). Entre las razones que esgrimió para su renuncia no mencionó la investigación policial en relación a una misteriosa donación de 600.000 libras (686.000 euros). Pero el arresto de su marido Peter Murrell, director ejecutivo de la formación desde 1999 hasta marzo, en relación a la pesquisa, ha creado un auténtico terremoto. “Desde luego es una situación que no nos ayuda en absoluto”, aseguraba ayer Humza Yousaf, el nuevo líder del partido, que a día de hoy sigue siendo un gran desconocido para muchos escoceses.

La Policía se limitó a confirmar hoy que un hombre de 58 años había sido arrestado. En ningún momento facilitaron la identidad. Pero tampoco hacía falta. A las 10.00 hora local, se personaron más de diez agentes uniformados junto con seis vehículos policiales en la vivienda de la que en su día fuera una de las políticas más respetadas de todo Reino Unido. La casa fue sellada con cinta azul y blanca y se erigió una carpa en la entrada. Al cierre de esta edición, Murrell seguía siendo interrogado.

Fue en julio de 2021, cuando la Policía inició una pesquisa sobre las finanzas del SNP después de recibir siete denuncias en torno a unas donaciones de 666.953 libras realizadas entre 2017 y 2020 por los simpatizantes para la campaña de un nuevo referéndum de independencia. El plebiscito nunca llegó y comenzaron a pasar cosas extrañas. A finales de 2019, el partido tenía poco menos de 97.000 libras en el banco y activos netos totales de alrededor de 272. 000 libras.

En junio de 2021, Murrell -entonces director ejecutivo- otorgó a modo de “contribución personal” un préstamo de más de 107.620 libras. Para octubre de 2021, el SNP había devuelto aproximadamente la mitad del dinero. Murrell asegura que informó a la Comisión Electoral en agosto del año pasado. Pero, semanas antes, Douglas Chapman, renunció como tesorero del partido, denunciando que no se le había dado la “información financiera” necesaria para hacer su trabajo.

Pese a la controversia, Murrell permaneció como director ejecutivo. Pero el mes pasado acabó presentado su dimisión a fin de evitar una moción de confianza por otra polémica relacionada con las últimas primarias al intentar ocultar la gran pérdida en el número de afiliados, más de 30.000 en los dos últimos años. De 104.000 a 72.186.

Durante la última década, el matrimonio formado por Sturgeon y Murrell había conseguido un control sin precedentes sobre la maquinaria del SNP. Nada sucedía sin su consentimiento. El poder viciado en el ámbito del partido se reprodujo en el Gobierno de Edimburgo, donde dominaban todos los departamentos, extendiendo su influencia al sector público y la sociedad civil mucho más allá de Holyrood. Pero todo ha caído ahora cual castillo de naipes y cada vez existen más dudas sobre hasta cuándo el SNP podrá retener el poder que lleva ocupando en Escocia desde 2007.

La influencia de la formación llegó hasta tal punto que logró la autorización del Gobierno central para celebrar en 2014 un histórico plebiscito en el que el 55% del electorado votó a favor de la permanencia en el Reino Unido. Pese a la derrota, consiguieron grandes victorias en las urnas en los siguientes comicios autonómicos y generales. Pero desde hace tiempo llevaba inmerso en una gran crisis ante la falta de estrategia para forzar otra consulta. Sin Sturgeon, el partido ha quedado huérfano. Y con el arresto de su marido, la reputación ha quedado más que cuestionada.

Murrell se convirtió en director ejecutivo del SNP en 1999. Su papel fue clave para lograr que la formación, entonces sin apenas apoyo, pasara de estar en oposición a ser una poderosa fuerza política. De carácter reservado, siempre prefirió estar en la sombra. Su matrimonio con Sturgeon en 2010 fue una breve excepción para ver su foto en los rotativos. Cuando ella se convirtió en líder de la formación a finales de 2014, las preocupaciones por concentrar demasiado poder “en un solo hogar” fueron creciendo.