Política

Secuestro en Nigeria

La agenda radical de Boko Haram

La Razón
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Boko Haram está llevando a cabo una guerra de guerrillas contra el Gobierno de Nigera. Y esta lucha que ellos defienden es la yihad, que considera legítimo el secuestro de hombres y mujeres y su posterior venta si éstos no son musulmanes. Su estrategia sigue la teoría de que si lo que se quiere es demostrar la «maldad» o debilidad de un Gobierno o un hombre poderoso, lo que hay que hacer es atacar a aquellos a los que dicho Gobierno tiene como máxima proteger. A sus ciudadanos más débiles. Con el secuestro y venta de estas niñas está tocando la parte más sensible del Gobierno, a quien pone en una posición muy difícil al mostrar a todo el mundo que ni siquiera puede velar por la seguridad de sus mujeres e hijos, ni las escuelas en las que éstos están siendo educados. El norte de Nigeria, como todas las sociedades musulmanas establecidas, ha sufrido una larga historia de disidencia radical. Normalmente, los radicales se escondían en los bosques, pero en los últimos 40 años los terroristas se han asentado en las grandes ciudades, donde se enfrentan a las Fuerzas de Seguridad. El gran problema es que el funcionamiento interno de Boko Haram sigue suponiendo una gran incógnita para los Servicios de Seguridad de Nigeria. El Gobierno está muy alejado de la realidad de su pueblo, y es en este aspecto donde se centran gran parte de las protestas, tanto a nivel doméstico como internacional. De hecho, tanto el presidente, Gookluck Jonathan, como su esposa no han mostrado hasta hace muy poco ninguna empatía con las niñas secuestradas ni se han esforzado en buscar una solución. Tan sólo lo han hecho cuando esta crisis ha tomado una dimensión internacional.

Llevo años insistiendo en que este grupo terrorista no será derrotado hasta que cometa un grave error, como podría ser este secuestro masivo. No cabe duda de que habrá negociaciones sobre el rescate, pero en estos momentos Boko Haram tiene importantes reservas de dinero con las que seguir pagando a sus mercenarios. Por lo que ahora no les interesa el dinero si no la liberación de sus prisioneros. Y aquí entran dos variables importantes para que el Gobierno ceda: las elecciones de 2015 y la honradez de la Policía de Nigeria.

*Profesor emérito de la University College London experto en el conflicto de Nigeria