Diplomacia
China exige a EEUU que respete su "línea roja" de Taiwán y cese la venta de armas a la isla
Pekín aprovecha la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para protestar por el acuerdo de venta de armas a Taiwán recién aprobado
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, concluyó este viernes su visita de tres días a China con una reunión en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, mientras ambos países tratan de estabilizar sus controvertidas relaciones en medio de disputas sobre seguridad nacional, economía o diferencias geopolíticas sobre Oriente Próximo, Ucrania y el Sudeste Asiático.
En su encuentro con Blinken en el Gran Salón del Pueblo, Xi destacó que los dos países han "hecho algunos progresos positivos" desde que se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, el año pasado, si bien "todavía hay una serie de cuestiones que deben resolverse, aunque aún hay margen para seguir esforzándose".
En medio de advertencias por parte de los anfitriones sobre una nueva "espiral descendente" en sus interacciones, y mientras ambas superpotencias tratan de estabilizar sus lazos a través de negociaciones renovadas, Xi advirtió que "el mundo es lo suficientemente grande como para dar cabida al desarrollo y la prosperidad mutua”, y añadió que todo se estabilizará una vez que Washington adopte "una visión positiva y constructiva de China".
Aunque la cumbre de noviembre entre el presidente Biden y Xi en California resultó en la reanudación de los contactos entre los altos mandos militares de ambos países, así como en esfuerzos renovados para abordar el papel de las empresas chinas en el comercio global de fentanilo o las discusiones sobre los riesgos de la inteligencia artificial, todavía existen cuestiones críticas que ponen en peligro la reciente mejora de los lazos diplomáticos.
De hecho, mientras Blinken se reunía con altos cargos chinos, surgieron toda una serie de espinosos asuntos económicos y de seguridad, como la ayuda de China a Rusia para reactivar su industria armamentística, la postura militar de China en el Mar de China Meridional o las diferencias sobre Taiwán. Funcionarios estadounidenses afirman que el régimen comunista ha suministrado a Moscú microelectrónica, motores para drones y otros materiales que, aunque no son armamento letal, si han reforzado la industria militar rusa en una fase crítica del conflicto con Ucrania.
Según funcionarios estadounidenses, a lo largo del año pasado, el 90% de las importaciones rusas de dicha microelectrónica, importante para la producción de misiles, tanques y aviones, procedían de China. Asimismo, desde la Casa Blanca aseguran que Pekín ha ayudado al Kremlin a mejorar sus capacidades en materia de satélites para su uso en la devastadora contienda en curso.
Entretanto, este jueves el presidente ruso anunció que tiene planeado realizar un viaje a China en mayo, en su primera salida al extranjero desde su reelección en marzo, lo que resalta la importancia que el Kremlin otorga a la expansión de los lazos económicos y de seguridad con la segunda economía mundial.
En el marco del 45º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, Xi subrayó la importancia de que ambos países sean socios en lugar de adversarios, y que busquen el "éxito mutuo" en lugar de dañarse mutuamente. En este sentido, Blinken afirmó: "Nos comprometemos a mantener y fortalecer los canales de comunicación, de modo que podamos evitar cualquier malentendido, percepción errónea o error de cálculo". Con todo, ambos subrayaron la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación y lamentaron la persistencia y el aumento de las divisiones que amenazan la seguridad mundial.
El viaje de Blinken al gigante asiático, el segundo en el espacio de un año, se produce en un momento en que ambos países intentan estabilizar sus lazos a pesar de su feroz competencia por el dominio económico y político mundial.
El jefe de la diplomacia estadounidense celebró una reunión previa de más de cinco horas y media con su homólogo Wang Yi, un intercambio que Blinken describió como "minucioso y constructivo" y en el que hizo un llamamiento a mejorar las relaciones bilaterales mientras afirmó que esperaba "algún progreso en los asuntos acordados por sus presidentes", al tiempo que señaló que "los factores negativos en la relación siguen aumentando".
En la cita, el ministro de Exteriores chino enfatizó la necesidad de que Washington respete las "líneas rojas" de China, incluyendo las reivindicaciones territoriales sobre Taiwán, e insistió en que pongan fin a la venta de armas a la isla.
La presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, expresó esta semana su satisfacción por la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de un amplio paquete de ayuda exterior que incluye 8.000 millones de dólares en apoyo militar a la isla. Como era de esperar, Pekín pidió a Washington que cesara dicha venta de armas, pero se espera que el paquete de ayuda siga adelante, proporcionando a los taiwaneses una medida de disuasión en el estrecho. A pesar de la falta de relaciones diplomáticas oficiales, Washington sigue siendo el principal proveedor internacional de armamento y apoyo al territorio.
Por otra parte, Wang criticó las "interminables medidas" adoptadas por Estados Unidos para bloquear las exportaciones de tecnología hacia China.
Washington ve al gigante asiático como un socio comercial desleal que despliega ayudas y subvenciones estatales excesivas para impulsar sus industrias, al tiempo que las protege de la competencia extranjera. Bajo su punto de vista, esto no sólo ha provocado la pérdida de puestos de trabajo en el sector manufacturero estadounidense, sino que ha allanado el camino para que las empresas chinas se conviertan en líderes mundiales en una serie de sectores, como los vehículos eléctricos, las baterías, la inteligencia artificial y las energías limpias. Además, los estadounidenses han llegado a la conclusión de que una serie de políticas chinas y los repetidos robos de propiedad intelectual, han hecho necesario un enfoque nuevo y más enérgico de los controles de exportación e inversión, así como un refuerzo de las medidas coercitivas.
En los últimos tiempos, Pekín se ha enfurecido por lo que considera intentos estadounidenses de coartar sus avances, como controles a la exportación de productos de alta tecnología que podrían tener usos militares y amenazas de tomar medidas contra el exceso de capacidad industrial, que han provocado que productos chinos inunden el mercado estadounidense.
Es más, apenas unas horas antes de que Blinken aterrizara en territorio chino, el Senado estadounidense aprobó un proyecto de ley para prohibir la popular red social TikTok si su empresa matriz china ByteDance no desinvierte en ella en un plazo de nueve meses.