Guerra de Ucrania

El jefe de Wagner prevé que la contraofensiva ucraniana puede convertirse en una “tragedia” para Rusia

Prigozhin denuncia la falta de munición ante el Ministerio de Defensa ruso en plena disputa con su titular, Serguéi Shoigú

This screen grab taken from an undated video posted on Telegram channel @concordgroup_official on April 3, 2023 shows Yevgeny Prigozhin, head of Russia's Wagner paramilitary group, holding a Russian flag in an undisclosed location. - Russia's Wagner paramilitary group on Monday claimed it had captured the city hall in Ukraine's eastern town of Bakhmut, giving it "legal" control, but Kyiv said its forces still held the town. Wagner head Prigozhin posted a video on his Telegram channel showing him holding a Russian flag, which he said his forces would plant on Bakhmut's city hall.
This screen grab taken from an undated video posted on Telegram channel @concordgroup_official on April 3, 2023 shows Yevgeny Prigozhin, head of Russia's Wagner paramilitary group, holding a Russian flag in an undisclosed location. - Russia's Wagner paramilitary group on Monday claimed it had captured the city hall in Ukraine's eastern town of Bakhmut, giving it "legal" control, but Kyiv said its forces still held the town. Wagner head Prigozhin posted a video on his Telegram channel showing him holding a Russian flag, which he said his forces would plant on Bakhmut's city hall.@concordgroup_official AFP

El jefe del Grupo Wagner reconoce que la inminente contraofensiva de Ucrania puede suponer una “tragedia” para Rusia. En una entrevista con el corresponsal de guerra pro-Kremlin Semen Pegov en el canal WarGonzo, el oligarca denunció que sus mercenarios carecían de municiones para contrarrestar los ataques del Ejército ucraniano en la antesala de la operación, para la que Kiev asegura estar preparado. Según los cálculos de Yevgeny Prigozhin, esta comenzará a mediados de mayo.

Wagner es la punta de lanza de Rusia en Bajmut, el epicentro de los combates en el Donbás. El fundador de la compañía militar privada, con buenas conexiones con el Kremlin, por las que es conocido como el chef de Putin, está envuelto en una agria disputa por la iniciativa en el campo de batalla con el titular de Defensa Serguéi Shoigú. Quiere colgarse la medalla para ganar puntos de cara a una eventual carrera política. Y todas sus cartas están puestas ahora en la línea del frente.

Prigozhin declaró a mediados de abril que Rusia ya había logrado “en cierto sentido” los objetivos que se había marcado antes de la invasión, y que, en consecuencia, era prioritario “poner fin” a la denominada operación militar especial. “Es necesario para las autoridades y para la sociedad en su conjunto”, dijo entonces. Solo unos días antes, el oligarca había anticipado la caída de Bajmut en manos de sus mercenarios. Pero los gobiernos de Ucrania y Rusia desmintieron su versión.

En la entrevista con el canal de desinformación ruso, Prigozhin expresó su preocupación por las elevadas pérdidas humanas de Wagner en Bajmut. La ciudad es una sangría para ambos bandos, especialmente para las fuerzas rusas. “Cada día tenemos miles de cadáveres que metemos en ataúdes y enviamos a casa”, denunció el fundador de la PMC, que también está presente en países como Mali, República Centroafricana o Sudán.

El oligarca achacó la responsabilidad al Ministerio de Defensa ruso y al Estado Mayor de Valeri Guerásimov, con quien también rivaliza por ascender puestos en la escala del Kremlin. El motivo de las bajas, argumentó Prigozhin, es la escasa munición que el Ejército ruso entrega a sus mercenarios: “Solo disponemos del 10-15% de los proyectiles que necesitamos”. En enero, el oligarca ya elevó las primeras quejas por la falta de vehículos de combate de infantería BMP-3 y proyectiles.

Si Wagner tiene que morir, no será a manos del Ejército ucraniano o de la OTAN, “sino por culpa de nuestros bastardos burócratas nacionales”, trasladó a Pegov. La rivalidad con Shoigú le ha llevado a amenazar con retirar todas sus tropas de Bajmut y ofrecer un puesto en Wagner al general Mijaíl Mizíntsev, conocido como el carnicero de Mariúpol, tras su expulsión del Ministerio de Defensa ruso, donde se encargaba de la logística militar.