Trabajadores extranjeros

Italia necesita 180.000 inmigrantes legales temporeros y permanentes

Podrán ser contratados cuando no perjudiquen los puestos de trabajo de los nacionales italianos

Trabajadores temporeros
Trabajadores temporerosHessPress

El Gobierno italiano ha publicado una directriz para la entrada de trabajadores extranjeros al país el próximo año tras las modificaciones introducidas por el nuevo Decreto N° 145 denominado “Decreto de Flujos”, que entró en vigor el mes pasado, como parte de dar respuesta a las crecientes necesidades del mercado laboral.

El decreto especifica las modalidades de entrada en Italia de trabajadores temporeros y no estacionales procedentes de países que no son miembros de la Unión Europea, para apoyar a algunos sectores económicos italianos, como 110.000 trabajadores temporeros extranjeros y más de 70.000 trabajadores no estacionales; además, se se espera que a partir del próximo año lleguen a Italia unos 730 trabajadores autónomos, de un total de 181.000 trabajadores extranjeros.

Según la circular ministerial conjunta, la entrada de trabajadores no estacionales, que pueden trabajar en diversos sectores como el transporte terrestre, el turismo, la mecánica, la electricidad y la fontanería, se limita a los países con los que Italia ha firmado un acuerdo de cooperación. acuerdo en este ámbito, que incluye a Marruecos, Egipto, Albania, Túnez, Sudán, Ucrania, Costa de Marfil y otros países de África y Asia, siempre que el empleador que desee contratar a un trabajador extranjero acredite la capacidad financiera suficiente para hacerlo. , con comprobante de renta imponible o ventas no menores a 30.000 euros y destinar una cuota de 9.500 puestos de trabajo al sector de asistencia social.

En cuanto a los trabajadores temporeros, a los que se asigna la mayor parte, también se incluyen los ciudadanos de países que tienen acuerdos en este sentido con Italia, encabezados por Marruecos, Etiopía, Senegal, Ghana, Japón, Corea del Sur y Pakistán para trabajar en los sectores agrícola, turístico y hotelero, mientras que se asignó una cuota de 50 puestos de trabajo estacionales sólo a apátridas y refugiados.

En cuanto a la llegada de trabajadores autónomos al territorio italiano, se dirige principalmente a empresarios que desarrollan actividades de importancia económica para la economía italiana, que implican la utilización de recursos financieros por un importe no inferior a 500.000 euros.

La misma circular ministerial estipula la necesidad de verificar primero, a través de los centros de empleo, la falta de disponibilidad de trabajadores a nivel local antes de presentar una solicitud de incorporación de trabajadores del extranjero a los empleadores italianos. También aprobó procedimientos regulatorios digitales para la solicitud de permisos de trabajo en el país y el seguimiento de expedientes, con el fin de reducir los tiempos de espera y lograr una gestión más justa y ágil de los flujos migratorios económicos hacia Italia.

El gobierno italiano tiene como objetivo proteger a los trabajadores extranjeros de la explotación y garantizarles condiciones de trabajo adecuadas, y por ello aprobó otro decreto modificatorio que impone multas de hasta 5.500 euros a todo empresario que traiga a Italia trabajadores temporeros de terceros países y los aloje en habitaciones inhabitables. viviendas o les impone elevados costes de alquiler que superan un tercio