Oriente Próximo
Israel retrasa la respuesta a Irán por la filtración del Pentágono
Según ‘The Times’, las autoridades israelíes consideran que Teherán tiene información suficiente para conocer la naturaleza del ataque y han juzgado necesario elaborar un nuevo plan
Israel decidió retrasar la respuesta a Irán por la agresión sufrida el pasado 1 de octubre –Teherán lanzó casi 200 misiles balísticos hacia su territorio, el segundo ataque directo en seis meses– después de que una filtración en el Pentágono revelara los planes del Ejecutivo presidido por Benjamin Netanyahu, según el diario británico The Times. Los documentos filtrados fueron publicados la semana pasada por un canal proiraní de Telegram, Middle East Spectator, cuyos responsables aseguraron haberlos recibidos de una fuente de la Inteligencia estadounidense, concretamente del Instituto de Sistemas Nacionales de Gestión de Incidentes y Tecnologías Avanzadas (NIMSAT) del Departamento de Defensa.
Según el mismo medio, las autoridades israelíes creen que el régimen de los mulás tiene información suficiente para conocer la naturaleza del ataque y han juzgado necesario elaborar un nuevo plan. «La filtración de los documentos estadounidenses retrasó el ataque debido a la necesidad de cambiar ciertas estrategias y componentes», aseveraba al diario británico una fuente con conocimiento de las deliberaciones del Gobierno israelí. «Habrá respuesta, pero tardará más tiempo del que se suponía», asevera la misma fuente según recogía en su edición digital The Times.
La filtración se hace eco de la ocultación de búnkeres subterráneos fortificados para aviones de guerra en la base aérea de Hatzerim y señales de preparativos para armar misiles balísticos lanzados desde aviones. Además, recoge los preparativos de las autoridades militares israelíes para armar aviones con dos tipos de misiles balísticos lanzados desde el aire: ROCKS, desarrollado por Rafael Advanced Defense Systems, y Golden Horizon, un nombre que no hasta ahora no había trascendido.
Mientras tanto, y en un tono menos elevado y más prudente que el empleado semanas atrás, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, lamentó la «ineficacia» de Naciones Unidas a la hora de «contener el incendio» en Oriente Próximo durante la cumbre de los BRICS celebrada en la ciudad rusa de Kazán. Pezeshkian afirmó que «el fuego de la guerra afecta a la Franja de Gaza y a ciudades libanesas, sin que las instituciones y organizaciones internacionales, con el Consejo de Seguridad de la ONU a la cabeza, hayan mostrado la eficacia necesaria para contener las llamas de esta crisis».
Además, el presidente iraní aseveró que «el apoyo de los países occidentales, especialmente Estados Unidos, al régimen sionista ha provocado que lograr la paz y poner fin a la guerra esté lejos». A su juicio, crisis en Oriente Medio «no desaparecerá si no hay esfuerzos conjuntos», según recogía un comunicado de la Presidencia iraní.
Asimismo, Pezeshkian aseguró este jueves en la cita de los BRICS que «muchos organismos internacionales» han perdido su relevancia «debido a la politización e influencia de los gobiernos occidentales». A su juicio, el grupo de economías emergentes supone «un modelo exitoso de cooperación y convergencia» ante la necesidad de «un cambio fundamental que reforme el sistema y cree un nuevo equilibrio de poder».
También desde Kazán, el presidente ruso, Vladimir Putin, se refirió este jueves a la situación en Oriente Medio para asegurar que la región se encuentra «al borde de una guerra total». Entretanto, el medio saudí Al Hadath informaba en la tarde del jueves –de la información se hizo eco la prensa israelí– de la llegada a Tel Aviv de «una delegación rusa de alto nivel» con el propósito de discutir la posibilidad de cerrar un acuerdo con Hamás para el alto el fuego en Gaza.
Entretanto, París ha sido este jueves escenario de una conferencia internacional auspiciada por la presidencia francesa con el objetivo de «apoyar al pueblo y la soberanía» de Líbano. La cita, que contó con la presencia del primer ministro libanés Nayib Mikati, concluyó con compromisos totales de 800 millones de euros que irán destinados tanto a atender las necesidades más inmediatas de la población como a fortalecer el papel de las Fuerzas Armadas libanesas, según anunció el anfitrión, el presidente francés Emmanuel Macron.
«Las guerras de otros no deben ser importadas a Líbano», afirmaba en un discurso cargado de referencias sobre los lazos históricos que unen Beirut y París el jefe del Estado francés. El propio Macron ha prometido que Francia entregará 100 millones de euros a las arcas del Estado libanés, mientras que Alemania ha anunciado otros 96 millones, de los cuales 60 corresponden a proyectos de desarrollo y 36 a ayuda humanitaria, como ha explicado en París la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, celebró «las contribuciones sustanciales» pactadas en la cumbre, señalando que la comunidad internacional demuestra estar «a la altura». Al margen de los 800 millones de euros en ayuda, se han acordado otros 200 millones para el Ejército libanés.
En declaraciones previas a la conferencia, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, destacó la importancia de la cita en París en aras de «restaurar la soberanía y las instituciones de Líbano». En este sentido, el español aseveró que los ataques israelíes contra Líbano, donde responde a la ofensiva de la milicia chií de Hezbolá, «no son proporcionales». Borrell reiteró la necesidad de llegar a un alto el fuego, base para pacificar la región, y luchar contra «la impunidad». «Hay que mirar a todos los actores en la región para que respeten el Derecho Internacional. El número de daños colaterales a la población en el Líbano tiene que tenerse en cuenta», zanjó el jefe de la diplomacia comunitaria.
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