Amenaza nuclear
Un informe de la ONU sitúa a Irán más cerca que nunca de la bomba atómica
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desvela que Teherán ha acelerado la producción de uranio enriquecido hasta llegar a acumular 20 veces más de lo permitido
Hace poco menos de un mes, algunos dirigentes de la Guardia Revolucionaria de Irán deslizaban una amenaza: su país está muy cerca de la bomba atómica. Unos días después, la advertencia era más concreta aún: Ahmad Bakhshayesh Ardestani, miembro del Majlis (Asamblea Consultiva Islámica- Parlamento) revelaba en una entrevista que Irán dispone ya de armas nucleares y que no lo anuncia para no meter miedo a sus aliados Rusia y China; incluso al resto del mundo.
Los avisos para navegantes parecían confirmar los temores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), que por boca de su director general, Rafael Grossi, había alertado de que Irán está "a semanas en lugar de meses" de tener suficiente uranio enriquecido para desarrollar una bomba nuclear. Y, sin embargo, aún había la esperanza de que no fuesen más que bravatas de un régimen en pleno desafío hacia Occidente.
Sin embargo, el último informe del OIEA parece confirmar los peores temores: Irán ha acelerado la producción de uranio enriquecido, con una pureza del 60%, hasta los 142,1 kilos.
La agencia nuclear de la ONU afirma en un informe técnico emitido este lunes, y recogido por la agencia Efe, que esta cifra supone un aumento de 20,6 kilos con respecto a los niveles de material fisible, lo que significa que es cercano a poder ser usado para la fabricación de una bomba atómica.
En el documento, el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, vuelve a lamentar "profundamente" que Irán siga sin dar marcha atrás con su decisión de vetar la entrada de algunos de sus inspectores al país, lo que dificulta su capacidad de verificación del organismo.
El organismo estima que las existencias totales de uranio enriquecido de Irán, que según el acuerdo nuclear internacional de 2015 (conocido como JCPOA) no deberían superar los 300 kilos, totalizaban el pasado 11 de mayo 6.201 kilos, lo que supone un aumento de 675,8 kilos desde el anterior informe trimestral. O, dicho de otra manera, esas existencias están 20 veces por encima de lo permitido.
Según los datos del OIEA, las reservas de uranio enriquecido al 2 % aumentaron desde el anterior informe, emitido en febrero, en 637 kilos, hasta 2.571 kilos.
Las de uranio enriquecido al 5 % bajaron hasta 2.376,9 kilos, 19,9 kilos menos, mientras que el uranio con una pureza del 20 % subió en 39,1 kilos, hasta 751,3 kilos, según informa Efe.
Solo la cantidad de uranio enriquecido al 60 %, el más delicado, bajó al pasar de 128,3 hasta 121,5 kilos, lo que, tal vez, se deba a que Irán "diluyó" el material a purezas inferiores.
En noviembre de 2022, Irán disponía de 62 kilos de uranio al 60 %, menos de la mitad que actualmente.
El acuerdo de 2015, del que EEUU se salió unilateralmente en 2018 y que Irán comenzó a incumplir un año después, establecía un límite de 300 kilos de uranio enriquecido con una pureza máxima del 3,67 %.
El OIEA también critica que Irán haya seguido dificultando los controles aplicando un veto, permitido en el Tratado de No Proliferación (TNP), a varios inspectores, la mayoría de países europeos.
Pese a las peticiones de Grossi de que Irán cambie de parecer, Teherán decidió no revisar su veto.
El informe de este lunes, que se publica de cara a la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA de la próxima semana, recuerda que las actividades de verificación y supervisión del organismo relacionadas con el JCPOA se han visto gravemente afectadas por el cese por parte de Irán del cumplimiento de sus compromisos nucleares" establecidos en ese pacto.
"La situación se ha visto agravada por la posterior decisión de Irán de retirar todos los equipos de vigilancia y supervisión del organismo relacionados con el JCPOA", añade.
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