El exasesor estrella de Donald Trump, Steve Bannon, ingresó este lunes en prisión para cumplir una condena de cuatro meses de cárcel por desacato a la Cámara de Representantes de Estados Unidos. El ideólogo de ultraderecha incumplió varias citaciones de la comisión del Congreso que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

El Tribunal Supremo rechazó a finales de junio su apelación de última hora al considerar que se creía «por encima de la ley» tras haber evitado su comparecencia ante el comité y la entrega de documentos sobre su implicación en los esfuerzos de la Administración Trump para subvertir el resultado de las elecciones de 2020.

«No me arrepiento de nada», declaró Bannon este lunes, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la ultraderechista Marjorie Taylor Greene, congresista republicana por Georgia, y por Bernard Kerik, un excomisario de policía de Nueva York que pasó tres años en prisión acusado de fraude.

El estratega principal de la campaña electoral de Trump de 2016, de 70 años, dijo estar «orgulloso» de ir a la cárcel si eso es lo que hace falta para plantarle cara al «corrupto» Departamento de Justicia liderado por el fiscal general, Merrick Garland, la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi o el presidente Joe Biden. Bannon cumplirá condena en Institución Correccional Federal de Danbury, una cárcel de baja seguridad en el estado de Connecticut a unos 60 kilómetros al norte de Manhattan.

El ultraderechista tiene otro proceso judicial abierto, precisamente en el tribunal de Manhattan donde Trump fue condenado en mayo, por un caso relacionado con el mal uso de los fondos que había ayudado a recaudar para un grupo de apoyo al intento del expresidente de construir un muro en la frontera sur.