Oriente Próximo
Hizbulá se abre a un alto el fuego «con condiciones» en Líbano mientras Israel bombardea la histórica Baalbeek
El sucesor de Nasrala asegura que la milicia proiraní puede seguir combatiendo «durante meses», pero dice estar dispuesto a negociar una tregua
Israel ha lanzado este miércoles bombardeos a gran escala sobre el sur y el este de Líbano, especialmente sobre la histórica ciudad de Baalbek, en un día en el que Hizbulá, por boca de su nuevo líder, Naim Qasem, ha reafirmado que la milicia proiraní está dispuesta a alcanzar un alto el fuego «con condiciones».
En su primera aparición pública desde que se anunciase ayer su nombramiento como secretario general del grupo, Qasem, clérigo septuagenario a la sombra del carismático Hasán Nasrala, presumió de que Hizbulá aún tiene capacidad para seguir combatiendo contra Israel «durante meses», pidió «paciencia» a sus combatientes y a la población de Líbano y aseguró a los israelíes que si permanecen en el país de los cedros verán «la derrota».
Sin embargo, Qasem, que durante 30 años fue el segundo al mando de la organización, también confesó que su grupo está dispuesto a mantener negociaciones «indirectas» con Israel para alcanzar una tregua que ponga fin a más de un año de guerra en Oriente Próximo. «Si el enemigo decide [acordar] un alto el fuego, diremos que sí, pero con condiciones. La manera será mantener negociaciones indirectas para este fin», indicó el clérigo, que a principios de octubre –cuando aún ejercía de número dos de Hizbulá– dio su apoyo a unas conversaciones de tregua mediadas por el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.
En ese mismo discurso, en el que se le vio sereno y flanqueado por las banderas de Hizbulá, Líbano y un retrato de Nasrala, Qasem afirmó que el grupo chií libanés continuará con «el mismo plan de guerra» contra Israel trazado por su predecesor, que siempre prometió que el grupo cesaría sus ataques contra Israel si se alcanzaba una tregua en Gaza. «Siempre dijimos que no queremos guerra, pero estamos preparados si se nos ha impuesto y lo haremos con firmeza y triunfaremos, si Dios quiere», insistió Qasem, que afirmó que el único objetivo de Hizbulá es «proteger a Líbano» y «apoyar a Palestina».
En este sentido, reconoció que en más de un año de conflicto, que se agravó exponencialmente en el último mes, Hizbulá «ha pagado el precio por las convicciones de liberación», en referencia a las decenas de muertes de altos cargos del grupo y varios cientos de sus militantes. Sin embargo, insistió en la «necesidad» de responder del grupo ante la «brutalidad» de Israel en Gaza y en Líbano.
Patrimonio de la humanidad
Mientras Qasem hablaba, aviones de combate de Israel bombardearon la histórica ciudad de Baalbek –declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO– y otras localidades vecinas en el este de Líbano después de haber ordenado a todos los residentes que abandonaran la zona. Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), también fueron atacadas varias poblaciones de la región, ubicada en el este del país y mayoritariamente chií, que no se encontraban en los edictos de evacuación israelíes.
Medios libaneses resaltaron también que esta es la primera vez en la que se ordena el desalojo completo de una ciudad –Baalbek–, antes de proceder a bombardearla en lo que va de conflicto, que de momento se ha saldado con más de 2.700 muertos y más de 1,2 millones de desplazados solo en Líbano. El desalojo de la zona fue masivo. La ciudad de Nabatieh, en el sur de Líbano, fue también objeto de una serie de ataques lanzados por aviones de combate israelíes, que tuvieron como objetivo el barrio de las Monjas, con tres ataques que destruyeron tres edificios residenciales.
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