Reino Unido
El rey y los príncipes de Gales salen a saludar a los simpatizantes que acampan ya en The Mall para tener un lugar privilegiado en la coronación
Carlos III y Guillermo y Kate estrechan las manos a la multitud que se congrega ya a estas horas frente al Palacio de Buckingham de cara a la ceremonia de mañana
Londres es ya una fiesta. Dos matrimonios esperan en la estación de High Street Kensigton para coger el metro. Van vestidos con ropa cómoda y con sillas de camping de esas que venden en Decathlon. Van a pararse en Earl's Court y de allí cogerán la Piccadilly Line hasta Hyde Park. Lo tienen todo planeado. Están decididos a pasar toda la noche acampados en The Mall para guardar un lugar privilegiado desde el que contemplar la coronación de Carlos III que tendrá lugar mañana. Como ellos miles de personas permanecen a estas horas congregados frente al Palacio de Buckingham para ser testigos de este histórico acontecimiento. Los más madrugadores han tenido hoy su recompensa. El rey Carlos III y los príncipes de Gales han salido a saludar a los simpatizantes instalados en The Mall en la víspera de la coronación. Los tres se han tomado su tiempo para conversar con los británicos y extranjeros en la zona y se han dejado hacer unos selfis.
Antes, el rey y la reina Camila han participado en el ensayo final de la ceremonia que tendrá lugar en la Abadía de Westminster, en la que contarán con la asistencia de 2.300 personalidades. Después de la prueba, Carlos III ha ofrecido un almuerzo en el Palacio de Buckingham a los gobernadores generales y primeros ministros del Reino Unido. A la comida también han asistido los príncipes de Gales, los duques de Edimburgo, la princesa Ana y el vicealmirante Sir Tim Laurance. Esta tarde está previsto que se reúnan con los jefes de gobierno de la Commonwealth y por la noche habrá una recepción para invitados extranjeros entre los que acudirán los jefes de las casas reales.
Las banderas de la Union Jack están colgadas en las farolas de casi todas las calles de Londres. Los escaparates han reservado un especio especial para promocionar sus productos de la coronación. La ascensión al trono de Carlos III es una fiesta, pero también un negocio que atrae a numerosos turistas. Todos quieren llevarse un recuerdo de este acontecimiento de alcance global. Los británicos empiezan a ensayar sus "outfits" para mañana. Una mujer pasea este viernes por High Street Kensington vestida con una americana roja, una camisa y un pantalón azul, y corona su estilismo con una diadema de lazo de la bandera británica hecha con lentejuelas. "No nos queríamos perder este acontecimiento", dice una pareja americana. "Quiero comprarme un sombrero llamativo con la bandera británica", dice él.
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