El palacio más grande del mundo es obra de un español: esta es su ubicación y su historia

El palacio es el edificio por excelencia que refleja el poderío de la nobleza o monarquía. Los hogares de reyes y emperadores suelen ser un fulgor perfecto de la personalidad de monarcas, así como sobre las épocas artísticas en la que vivieron o estuvieron al frente de un estado o imperio. Son espacios que en muchas ocasiones, componen el principal atractivo turístico de los diferentes pueblos y países del planeta, más allá de castillos, catedrales o puentes construidos.

Decir un número exacto de cuántos palacios existen en el mundo es bastante relativo, pues sus funciones eran diversas. En gran medida, se proyectaban como residencia habitual (o veraniega) de los reyes o altos cargos, mientras que en otras ocasiones, su utilidad oscilaba en acoger recepciones oficiales, cenas y bailes, y en definitiva, se convertían en rincones llenos de espectáculo con todos los lujos y comodidades.

España cuenta con algunos de los palacios más llamativos y bonitos del mundo, en el que grandes personajes de la historia han residido. Un ejemplo es el Palacio Real de Madrid, mientras en esta categoría también se puede incluir la deslumbrante Alhambra de Granada. Pero lejos de nuestras fronteras hay también otros bastantes conocidos. Tal es el caso del Palacio de Versalles, en Francia, o el de Postdam, en Alemania. Pero uno en la Tierra destaca sobre todo por su extensión, tratándose del palacio de mayor tamaño en el mundo. Y casualmente, fue construido por un español.

Qué une al Palacio Real de Caserta, el más grande del mundo, con el rey Carlos III de España

Se trata del Palacio Real de Caserta, una grandiosa edificación del siglo XVIII situada a unos treinta kilómetros al norte de la ciudad italiana de Nápoles. Este palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, y está considerado como el Palacio Real más grande del mundo.

Cuenta con 1200 habitaciones entre sus 47.000 metros cuadrados. Tiene planta rectangular con una altura de treinta y seis metros, distribuidos en cinco pisos. En el interior alberga cuatro patios de gran tamaño que se abren a los lados de una galería central que atraviesa el palacio. Además, hay 1724 ventanas entre su estructura y treinta y cuatro escaleras en su exterior, Asimismo, le acompañan amplios jardines de estilo renacentista con fuentes hermosas, bosques naturales y hasta una fábrica de seda.

Fue Carlos III de Borbón quien encargó la construcción de este palacio conocido como el "Versalles italiano" en 1752. Durante muchos años, el reino de Nápoles o de las Dos Sicilias estaba adherido a España, y en aquella época era la más importante ciudad de Italia, así como una de las grandes capitales europeas. El monarca español participó activamente en el proyecto, pues antes de ser rey de España, lo fue de Nápoles, razón por la que quiso construir el palacio en este lugar. Allí era Carlos VII, al igual que fue el rey Carlos V de Sicilia o el duque Carlos I de Parma y Plasencia.

Conocido por su arquitectura barroca y sus amplios jardines, fue diseñado para rivalizar a Versalles. También fue inspirado en San Lorenzo de El Escorial, pues su forma es similar. También se dice que el Carlos III quería emular al Palacio del Buen Retiro, donde fue criado como infante de España. Dentro, hay un museo, una biblioteca o un teatro, entre otros grandes espacios, lo que le hace la mayor residencia real en volumen.