La abaya protagoniza el polémico inicio de curso en Francia

La polémica crece en Francia según se acerca la fecha de inicio de curso escolar, este próximo lunes. Y lo hace a partir de una prenda: la abaya (túnicas amplias que cubren el cuerpo de las mujeres propias de los países musulmanes) y la decisión del gobierno de Macron de prohibirla, tal y como anunció el ministro de Educación, Gabriel Attal, el pasado domingo. Ahora ya sabemos que la prohibición se aplicará desde el primer día de clase. Por tanto, desde el lunes, los alumnos y alumnas que acudan con esta vestimenta no podrán entrar en clase. Se les recibirá en los centros, eso sí, y se dialogará con ellos para “hacer pedagogía” y explicarles los motivos, según ha precisado este jueves el ministerio. El Gobierno francés considera que estas prendas que ocultan el cuerpo de la mujer de la cabeza a los pies son, como el burka o el velo islámico, un vestido de identificación religioso y por eso no las permitirá en los centros escolares, al considerar que violan el principio de laicidad del Estado.

Pero la medida no hace unanimidad en Francia y no todos ven convincentes los argumentos del gobierno. La Francia Insumisa, formación de la izquierda radical de Jean Luc Mélenchon, ha anunciado que presentará un recurso ante el Consejo de Estado. Según Manuel Bompard, coordinación de la formación izquierdista, esta medida es “cruel” y puede traducirse en una “discriminación injusta para muchas chicas”. Desde la formación se acusa al gobierno de agitar un problema casi inexistente ya que, según sus cifras, afecta al 0,25% de las escuelas públicas.

Sin embargo, son otras cifras las que el gobierno ha tenido en cuenta para actuar. Según cifras del Ejecutivo publicadas por diversos medios, en el pasado curso escolar se registraron más de 4.000 denuncias por no respetar la laicidad en los centros, el doble que en el curso precedente. El 15% tenían que ver con el uso de la abaya. Francia aprobó en 2004 una ley que prohíbe en escuelas y liceos públicos los vestidos o signos con los que los alumnos "manifiestan de forma ostensible una pertenencia religiosa". Esta ley se aprobó en plena polémica por el uso del velo islámico. En 2010, durante la presidencia de Sarkozy, se prohibió el uso de velos integrales, como el burka o el niqab, en lugares públicos, como autobuses, trenes o edificios públicos. Un informe de los servicios estatales revela una explosión de lo que describen como "ataques al laicismo" y pone de relieve que los ataques al laicismo son en Francia mucho más numerosos desde el asesinato del profesor Samuel Paty, decapitado por Abdullakh Anzorov, un joven de origen checheno, por haber enseñado caricaturas de Mahoma en clase.

El gobierno de Macron se sitúa en una posición intermedia una vez más, la del hipercentro que encarna. Mientras la extrema derecha acusa al Gobierno de ser demasiado laxo con este tema, la extrema izquierda opina todo lo contrario.