"Partygate"
El nuevo jefe de comunicación de Downing Street, sobre Johnson: “No es del todo un payaso”
Guti Harri alienta las dudas sobre le carácter del líder “tory” en plena tormenta por las fiestas organizadas en el Número 10 durante el confinamiento
El “premier” Boris Johnson se encuentra en plena reestructuración de su equipo tras la salida precipitada la semana pasada de hasta cinco asesores en pleno escándalo del “Partygate”. Sin embargo, lejos de calmar el ánimo entre sus filas, los nuevos nombramientos no están exentos de polémica. El nuevo director de comunicación, Guto Harri, que ya trabajó junto a Johnson en su época como alcalde de Londres, reveló ayer que el líder “tory” se puso a cantar la famosa canción de Gloria Gaynor de “Sobreviviré” cuando le convocó en su oficina. Y no contento con revelar los detalles matizó: “No es todo un payaso, pero sí un personaje muy simpático. El 90% de nuestra discusión fue muy seria, pero se nota que es un personaje y que se divierte. No es diablo como algunos lo tergiversan”.
En definitiva, cuando Johnson lucha desesperadamente por intentar pasar página y convencer a los rebeldes de sus propias filas que va a cambiar, su nuevo responsable de comunicación no ha empezado con buen pie. Y entre los “brexiters” además no es un perfil que agrade porque en su momento hizo campaña por la permanencia en la UE.
El estratega galés ha sido sumamente crítico con el ahora responsable del Gobierno en los últimos años. Hace tan solo dos semanas, cuestionó su honestidad hablando sobre el informe de Sue Graysobre el “Partygate”.
Entre otros, se ha referido a su “incontinencia sexual”, ha recalcado que “nadie cree realmente que Johnson fuera sincero respecto al Brexit”, ha dicho que las fiestas celebradas durante el confinamiento son “imperdonables” y ha calificado la estrategia de comunicación del Gobierno durante la pandemia de “máster en incompetencia”. Pero cuando le recuerdan ahora todos los titulares, Harri matiza que es bueno para un líder rodearse de gente que puede mostrarse crítica.
No es el único nombramiento que ha creado revuelo. Como nuevo jefe de personal, Johnson ha fichado a Steve Barclay. Goza de buena popularidad entre las filas. Para muchos es el ministro que “salvó la Navidad” a fines del año pasado, cuando solucionó en silencio la disputa sobre las cadenas logísticas que amenazaban el suministro de pavo. Sus credenciales euroescépticas son incuestionables. Y su nombramiento viene a ser la “línea directa” que Johnson promete ahora a sus parlamentarios para “participar en la toma de decisiones”.
El problema es que Barclay es ya diputado y ministro de Gabinete, por lo que darle ahora un tercer puesto -que normalmente además es ocupado por un funcionario y no un político- genera bastantes dudas, incluso sobre si llega a estar dentro de las normas por la incompatibilidad de labores.
El descontento entre las filas es patente. Pero, de momento, a los rebeldes les falta el último empujón. Claro que todo cambiaría si el “chancellor”, Rishi Sunak, uno de los favoritos para suceder al primer ministro, se decidiera a dar el paso definitivo. Por lo pronto, ayer el esperado plan para hacer frente a las largas listas de espera en hospitales causados por la covid se retrasó después de una intervención del Tesoro, aunque fuentes cercanas a Sunak negaron que fuera una estrategia para dañar la autoridad del “premier”.
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