Política

Secuestro en Nigeria

El escurridizo Bin Laden africano

El escurridizo Bin Laden africano
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Hasta hace unos días pocas personas sabía quién era Abubakar Shekau , el líder de Boko Haram. Pero el vídeo que este grupo terrorista difundió el lunes, en el que anunciaba que iba a vender a las niñas nigerianas secuestradas, ha dado la vuelta al mundo y ha causado un impacto mayúsculo que ha traspasado fronteras. Lo cierto es que, pese a su reciente fama, el líder de Boko Haram –que sustituyó al clérigo Mohamed Yusuf tras su muerte en 2009– lleva varios años instaurando el horror en Nigeria. Actúa sigilosamente, es escurridizo y muy pocas veces se deja ver en público. Opera en las sombras y deja que sus subordinados orquesten sus órdenes repulsivas. Reaparece de vez en cuando en mensajes grabados para burlarse de la impotencia del Ejército nigeriano. Y usa su particular interpretación de la fe musulmana para reclutar a su causa a crédulos y marginados.

Pocas cosas más se saben de él. Incluso su edad es un misterio. El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que puede tener entre 38 y 49 años. De hecho, lo han dado por muerto muchas veces, pero siempre reaparece. Casi lo atrapan en septiembre de 2012, cuando allanaron su vivienda, aprovechando su presencia en la ceremonia del nombramiento de su recién nacido. Pero se las ingenió para escapar con una herida de bala en la pierna. En cambio, su esposa y tres hijos fueron detenidos por el Ejército.

Los analistas describen a Shekau como un solitario y un maestro del disfraz. Utiliza varios alias: Abu Bakr Skikwa, Imam Abu Bakr Shiku y Abu Muhammad Abu Bakr Bin Muhammad Al Shakwi Al Muslimi Bishku, entre otros. Habla varias lenguas: hausa, fulani, kanuri y árabe. Pero no el inglés, por su rechazo a todo lo que esté relacionado con Occidente. El líder de Boko Haram desconfía hasta de su propia sombra. Nunca habla directamente con sus hombres y opta por comunicarse sólo con un puñado de confidentes selectos. Sólo su crueldad y falta de escrúpulos le han hecho famoso. Desde que está al frente de la secta islamista radical, el grupo terrorista ha ampliado la virulencia y el objetivo de sus ataques, que ahora son iglesias, escuelas, mercados o mezquitas, aparte del secuestro de las más de 200 niñas el pasado 14 de abril. Además, la milicia islámica ha demostrado una capacidad de organización y logística mucho más grande desde que Shekau está al mando, lo que preocupa a algunos analistas que temen que tenga vínculos con Al Qaeda. En concreto con la red local de Al Qaeda para el Magreb Islámico, refugiada en el desierto del Sahel. Shekau es consciente de que se ha convertido en uno de los terroristas más buscados por EE UU, que ofreció 50 millones de dólares por él.