Relaciones Pekín- Washington
La "diplomacia del panda" de China llega a su fin en Estados Unidos
Washington despide a sus osos, marcando un posible final a 50 años de su "diplomacia del panda" con China
Un trío de adorables diplomáticos chinos ha abandonado Washington para emprender un largo vuelo hacia su país de origen, y con ello marcaron un importante hito en las complicadas relaciones entre su país de origen y Estados Unidos. Estos embajadores no eran los denominados “guerreros lobo”, sino unos entrañables y queridos pandas gigantes que venían a representar las florecientes ambiciones globales de China, así como la atracción zoológica más popular de Washington.
Los tres pandas del Zoológico Nacional Smithsonian, Mei Xiang Tian Tian y su cachorro Xiao Qi Ji, fueron cargados en cajas especiales el miércoles por la mañana para un viaje de 19 horas en avión, a bordo del "Expreso de Panda Gigante" de FedEx a Chengdu, China. Los acompañarán expertos en el cuidado de animales, con más de 200 kilos de bambú fresco, su alimento favorito.
Mei Xiang y Tian Tian llevaban en el zoo estadounidense desde el año 2000 como parte del acuerdo de Investigación y Cría Cooperativa de Panda Gigante con la Asociación de Conservación de Panda Silvestre de China. El pacto debía durar inicialmente una década, pero sorprendentemente se renovó tres veces desde 2010. No obstante, el parque que los hospedaba anunció a principios de este año que el acuerdo, que finaliza el 7 de diciembre de 2023, no se renovaría por cuarta vez.
China cuenta con cerca de 1.800 pandas que habitan en libertad, pero además tiene al menos 65 más cedidos a algo más de 20 países de todo el mundo. Históricamente, los osos se ofrecieron por primera vez como regalos diplomáticos en la dinastía Tang (618-907), y esta tradición se ha mantenido hasta este siglo denominándose “diplomacia del panda”.
Estados Unidos recibió sus primeros pandas en 1972, después de que la primera dama, Pat Nixon, comentara durante un acto de estado en China su amor por estos animales.
Pero en 1984, la diplomacia del panda dio un giro inesperado. Los animales ya no se regalaban, sino que se prestaban durante 10 años, un periodo que podía prorrogarse. Este cambio permitía a Pekín seguir promocionando su imagen internacional y fomentar el "guanxi", término mandarín que significa confianza. A cambio, los países de acogida pagarían una cuota anual de alrededor de un millón de dólares por cada ejemplar, y quedó entendido que los cachorros nacidos en el extranjero tendrían que ser devueltos a China antes de cumplir cuatro años.
Esta cooperación formaba parte además de los esfuerzos de China por preservar la raza, que estuvo en la lista de especies en peligro durante más de 25 años hasta 2016, cuando la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza rebajó su estatus a "vulnerable". No fue hasta 2021 cuando las autoridades chinas anunciaron que también habían reclasificado las especies en peligro de extinción para garantizar su supervivencia.
Cedidos a Estados Unidos por China, los pandas y sus predecesores han cumplido una doble función como mascotas del zoo y símbolos de buena voluntad entre ambos países. Sin embargo, ninguna de las dos naciones ha explicado por qué no se han renovado los contratos con el zoológico, pero el lapso es significativo.
Por primera vez en más de 50 años, las instalaciones del parque están vacías, dejando sin cubrir un importante puesto diplomático. Tampoco son los únicos pandas que se han devuelto al país asiático, ya que se han trasladado previamente los de San Diego y Memphis.
De hecho, actualmente los únicos que permanecen en el país se encuentran en Atlanta, pero su contrato con China expira el año que viene.
La partida de Mei Xiang y Tian Tian se produjo poco antes de que la Casa Blanca anunciara que el presidente Joe Biden se reunirá con Xi Jinping a finales de este mes durante una cumbre económica en San Francisco, en medio de las tensiones entre ambos países.
"Los pandas gigantes no son políticos", dijo Pamela Baker-Masson, directora de comunicaciones del Zoológico Nacional. "Llevamos 51 años haciendo esto, estamos muy unidos a nuestros socios chinos y trabajamos muy, muy bien juntos. Así que se trata de esa relación y de cómo personas no sólo de ambos países, sino de todo el mundo, trabajan juntas con un objetivo y una misión".