Canadá

¿Dimitirá Trudeau? El chico de oro de la política canadiense se desploma en las encuestas

El primer ministro da muestras de agotamiento en los sondeos en el «momentum» de los conservadores

Canada's Prime Minister Justin Trudeau rises during Question Period in the House of Commons on Parliament Hill in Ottawa, Ontario on Tuesday, Nov. 28, 2023. (Justin Tang/The Canadian Press via AP)
El primer ministro canadiense, Justin TrudeauASSOCIATED PRESSAgencia AP

El liberal Pierre Trudeau tomó hace casi cuatro décadas la decisión de renunciar a su cargo como primer ministro de Canadá y no volver a presentarse a la reelección después de su famoso «paseo por la nieve», método de reflexión habitual a lo largo de su dilatada carrera política. El mayor de sus hijos, Justin, siguió sus pasos. Y hoy, casi 40 años después, está en una situación similar a la que experimentó su padre en febrero de 1984. Los sondeos le han dado definitivamente la espalda.

 El chico de oro de la política canadiense acusa el desgaste. Cerca de dos tercios de los canadienses tiene una impresión negativa de su Gobierno y considera que debe dimitir antes de las próximas elecciones, previstas para octubre de 2025, según la encuesta de Leger para The Canadian Press. Los motivos son muchos y variados. Ocupan los primeros puestos cuestiones como el coste de vida, los problemas de vivienda, la atención sanitaria o la elevada deuda pública.

La pandemia de Covid-19, el estallido de las protestas antivacunas, la situación económica, las sombras de corrupción, sus deslices en política exterior e incluso su reciente divorcio pasan factura. Pero hay razones más prosaicas. Al menos una quinta parte del total de 1.612 encuestados se muestra simplemente «cansada» del primer ministro, que gobierna de forma ininterrumpida desde su histórica victoria electoral de 2015, en la que puso fin a una década de gobiernos conservadores en Canadá.

A nivel nacional, el 30% de los encuestados dijo estar satisfecho con Trudeau por el 63% que dijo no estarlo. El liberal estaba incluso 10 puntos porcentuales por detrás del populista Pierre Poilievre, el diputado raso que se hizo el curso pasado con el liderazgo del Partido Conservador, en la pregunta de quién sería el mejor primer ministro.

Otro sondeo de Ipsos, publicado la pasada semana, apuntaba en la misma dirección. El 72% de los canadienses, incluido un tercio de sus votantes, ven con buenos ojos la renuncia de Trudeau dos años antes de las próximas elecciones para dar paso a otro liderazgo. En esta línea, una encuesta de Abacus Data de finales de agosto reflejó que el 56% de los canadienses creía que Trudeau debía dimitir y dejar que otra persona dirigiera el Partido Liberal, frente al 27% que opinaba que debía volver a presentarse. Mientras que el Instituto Angus Reid, otra empresa de investigación canadiense, situó a principios de noviembre su índice de desaprobación en el 63%.

Las cifras no dejan espacio para la duda. «En las democracias occidentales, los gobiernos alcanzan su fecha de caducidad en torno a los siete, ocho o nueve años», explicaba el veterano asesor Geoff Norquay al diario británico The Times. El spin doctor, que ha trabajado para dos de los últimos primeros ministros conservadores de Canadá, considera que «la rosa» de Trudeau «está perdiendo su floración».

Los sondeos indican que buena parte de la sociedad canadiense no quiere que el primer ministro busque un cuatro mandato. Pero Trudeau no dio señales de fatiga al ser preguntado por esta posibilidad hace unos meses. «Faltan dos años para las próximas elecciones. Yo sigo haciendo mi trabajo. Hay mucho trabajo importante que hacer, que ofrecer a los canadienses en estos momentos difíciles. Sigo entusiasmado e implacable con este trabajo», declaró en septiembre en rueda de prensa.

El horizonte está en octubre de 2025, aunque Trudeau podría dimitir y convocar elecciones anticipadas en caso de que se viera con fuerza. Ya lo hizo, de hecho, en 2021. Ganó finalmente aquellas elecciones, pero no alcanzó la mayoría parlamentaria para gobernar en solitario que esperaba. Necesitó pactar con el Nuevo Partido Democrático para hacerlo en minoría.

En julio, Trudeau ejecutó una nueva remodelación del gabinete para encarar los próximos meses con la mira puesta en la reelección. Pero los cambios fueron cosméticos. Su ministra principal, Chrystia Freeland, titular de Finanzas, conservó el puesto.

Trudeau no ha dado su último paseo por la nieve.