Internacionalización del conflicto

Corea del Sur evalúa armar a Ucrania mientras Kim proclama su lealtad a Rusia hasta "la victoria"

La ministra de Exteriores norcoreana de visita a Moscú destaca "el nuevo nivel invencible de camadería militar"

Corea del Norte ha ratificado su respaldo inquebrantable a Rusia en el conflicto ucraniano, según declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Choe Son Hui, durante su reciente visita a Moscú, donde este viernes destacó el "nuevo nivel de invencible camaradería militar" entre ambos países. Ante esta situación, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol está considerando un cambio de política significativo al evaluar el suministro de armamento a Ucrania, lo que podría reconfigurar las dinámicas de seguridad en la región.

Al mismo tiempo, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha criticado la inacción de sus aliados occidentales frente a la creciente amenaza norcoreana, instando a un levantamiento de las restricciones sobre el envío de misiles de largo alcance. Durante las conversaciones en Moscú, la ministra norcoreana manifestó su confianza en que, bajo el "sabio liderazgo" de Vladimir Putin, las fuerzas armadas rusas y la población del país lograrán "una gran victoria" en su "sagrada lucha por proteger los derechos soberanos y los intereses de seguridad del Estado".

Choe enfatizó que su nación se mantendrá al lado de Rusia "hasta el día de la victoria", reafirmando así su compromiso dentro de esta colaboración estratégica. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, destacó los "estrechísimos lazos" que unen a las fuerzas armadas de ambos países, lo que les permite enfrentar de manera conjunta importantes desafíos en materia de seguridad. Además atribuyó la necesidad de esta cooperación a la "trayectoria de Occidente" en la expansión de la OTAN hacia el este, así como a la supuesta promoción de un régimen que, según él, busca "exterminar todo lo ruso".

Desde que Rusia inició su invasión total de Ucrania hace más de dos años y medio, la dinámica del conflicto ha trascendido los límites de los dos principales beligerantes. Así, Washington y sus aliados de la OTAN han aportado un respaldo incondicional a Kyiv, proporcionando un amplio espectro de apoyo que incluye armamento, financiación, inteligencia estratégica y entrenamiento militar.

El esfuerzo bélico de Rusia, por su parte, ha recibido apoyo directo de diversas naciones, incluyendo respaldo diplomático y material de los miembros de la agrupación BRICS, así como la provisión de misiles y drones por parte de Irán o municiones norcoreanas. No obstante, la semana pasada se registró un cambio significativo en la naturaleza del apoyo externo a Moscú, cuando fuentes de inteligencia de Estados Unidos y Europa confirmaron el envío de aproximadamente 10.000 soldados norcoreanos a Rusia para su entrenamiento.

Se anticipa que estos efectivos sean desplegados en la región de Kursk, con el objetivo de reforzar al ejército ruso en su defensa contra la ofensiva ucraniana lanzada en esa zona en agosto. De acuerdo con expertos, el presidente ruso Vladimir Putin se beneficia de manera inmediata de la colaboración militar con Corea del Norte, tras la llegada de 13.000 contenedores de transporte marítimo desde agosto de 2023, que incluyen munición de artillería, cohetes antitanques y misiles balísticos de corto alcance.

Esta transferencia busca reponer las reservas de armamento ruso, que han sido significativamente mermadas por el prolongado conflicto en Ucrania. Ante la creciente presión interna por la falta de reclutas, la integración de tropas norcoreanas al esfuerzo bélico permitirá a Moscú aliviar temporalmente la necesidad de movilizar a más ciudadanos rusos este otoño, además de mitigar la reacción negativa que Putin enfrentó tras el envío de nuevos reclutas al frente.

Por su parte, Pyongyang podría obtener beneficios económicos sustanciales y una mayor asistencia técnico-militar rusa, que incluiría potencialmente tecnologías avanzadas en satélites y sistemas de cohetes. Aunque Putin manifestó su oposición al programa atómico norcoreano, es plausible que ahora considere ventajoso colaborar en la mejora de las capacidades de misiles y sistemas de vectores nucleares de Pyongyang. Asimismo, esta asociación podría facilitar la modernización de la obsoleta flota de submarinos norcoreana.

La efectividad de las tropas norcoreanas en combate sigue siendo incierta. A pesar de que están siendo adiestradas en instalaciones militares rusas en el Lejano Oriente, las diferencias en idioma, cultura, entrenamiento y doctrina bélica podrían limitar su eficacia hasta que logren una mejor integración con las unidades rusas. Se ha reportado que Kim ha enviado fuerzas de operaciones especiales del Undécimo Cuerpo del Ejército, conocidas como el "Cuerpo Tormenta".

Estas tropas de élite, entrenadas para misiones de infiltración y eliminación, poseen un nivel de formación militar superior al de los nuevos reclutas rusos que han sido enviados al frente. Sin embargo, el régimen norcoreano enfrenta el riesgo potencial de deserciones entre sus soldados, quienes podrían intentar escapar hacia Ucrania o Corea del Sur. Aunque esta afirmación no ha sido verificada de manera independiente, los servicios de inteligencia ucranianos han informado que al menos 18 soldados norcoreanos destacados cerca de la frontera entre Rusia y Ucrania han huido de sus posiciones.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció el jueves la inacción de sus aliados frente a la creciente amenaza norcoreana y expresó su sorpresa ante el "silencio" de China. En un momento crítico para la seguridad regional, Kyiv instó a sus socios occidentales a "levantar todas las restricciones" sobre el lanzamiento de misiles de largo alcance hacia Rusia, tras lo que calificó como una "verdadera escalada" en la situación con Pyongyang.

Con todo, Choe reafirmó en Moscú el compromiso de su país de continuar desarrollando su programa nuclear, acusando a Occidente de exacerbar las tensiones en la península coreana. Se pronunció un día después de que el Reino Ermitaño probara uno de sus misiles más nuevos y potentes para reforzar su disuasión nuclear, en una medida criticada por Occidente.

Por su parte, y en medio de esta tormenta, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol está evaluando la posibilidad de suministrar armas directamente a Ucrania, un cambio de política que podría alterar significativamente el panorama del conflicto. Hasta ahora, Seúl se ha mantenido firme ante las solicitudes de sus aliados occidentales para que recurra a sus amplios arsenales de armamento militar, optando por una estrategia de apoyo no letal a Ucrania.

Sin embargo, la creciente participación de sus vecinos ha sido interpretada por Yoon y otros altos funcionarios surcoreanos como una amenaza directa. La posibilidad de que el ejército de Kim adquiera experiencia en combate, sumada al temor de que el Kremlin comparta tecnologías militares avanzadas, ha llevado a Seúl a replantear su postura.

El líder surcoreano ha dejado claro que no tiene intención de permanecer pasivo ante semejante despliegue norcoreano. Su administración ha confirmado la intención de enviar una delegación a Ucrania para evaluar directamente la situación de las fuerzas norcoreanas, tras una conversación telefónica con Zelenski. No obstante, esta inclinación hacia el suministro de armas ha encontrado resistencia en el parlamento, donde la oposición de izquierda, que ostenta la mayoría, critica la política de línea dura del Ejecutivo hacia Norcorea.