Polémica tasa

Los turistas de la UE tendrán que pagar 12 euros por el permiso electrónico obligatorio para entrar en Reino Unido

El pago, que entra en vigor el próximo año, será obligatorio para escapadas de turismo de fin de semana e incluso escalas largas en el aeropuerto

London Eye
London EyeLa Razón

Los ciudadanos de la UE tendrán que pagar una tarifa de 10 libras (alrededor de 12 euros) para poder entrar en el Reino Unido como parte de cambios radicales diseñados para fortalecer la seguridad fronteriza. El pago, que entra en vigor el próximo año, será obligatorio tanto para escapadas de turismo de fin de semana e incluso escalas largas en el aeropuerto.

El llamado sistema de autorización electrónica de viaje (ETA, en inglés) está basado en el programa de los Estados Unidos. La tarifa permitirá realizar múltiples viajes y es válida por dos años o hasta que caduque el pasaporte del titular.

Recuperar el control de las fronteras fue precisamente el mantra de la campaña a favor del Brexit en el histórico referéndum de 2016. Tras largas negociaciones, el divorcio se ejecutó a efectos prácticos en 2021, poniendo fin a la libertad de movimiento. Desde entonces, existen estrictas nuevas normativas migratorias que permiten, eso sí, realizar turismo durante seis meses sin necesidad de visa.

La inmigración, tanto legal como ilegal, no obstante no ha disminuido. En cualquier caso, el nuevo Gobierno laborista de Keir Starmer está dispuesto a seguir la estela de los conservadores en esta materia. Seema Malhotra, secretaria de migración y ciudadanía, señaló que “la expansión mundial de la ETA demuestra nuestro compromiso de mejorar la seguridad a través de nuevas tecnologías e incorporar un sistema de inmigración moderno”.

El plan se está implementando gradualmente y ya se aplica a los ciudadanos que viajan al Reino Unido desde siete países de Oriente Medio: Qatar, Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Jordania. A partir del 8 de enero de 2025, se pedirá la autorización y el pago de 10 libras a los ciudadanos de más de 40 países y territorios, incluidos Estados Unidos, Australia, Japón, Israel y Hong Kong. Y la lista se ampliará para incluir a los ciudadanos de la UE el próximo 2 de abril, aunque los ciudadanos irlandeses estarán exentos por la peculiaridad de la frontera con Irlanda del Norte.

Pese a que el Gobierno incide en la cuestión de seguridad, el nuevo sistema de autorización electrónica de viaje ya está teniendo consecuencias económicas, creando problemas a los aeropuertos. Con casi 40 millones de pasajeros en la primera mitad de 2024 (solo en julio fueron ocho millones), el aeródromo londinense de Heathrow es el más transitado de Europa, por delante de Ámsterdam, Schiphol, Frankfurt, Madrid y París Charles de Gaulle.

Pero denuncian que la ETA es "devastador" para su "competitividad como “hub". Si bien apoyan el razonamiento general del programa debido a las nuevas circunstancias del Brexit, piden que los pasajeros que simplemente están en tránsito queden exentos. "Instamos al Gobierno a revisarlo. Cada poquito de competitividad adicional que el ejecutivo pueda ofrecer a la aviación ayudará a generar un crecimiento vital para toda la economía del Reino Unido", señala un portavoz del aeropuerto.

Se trata, por tanto, de un arma de doble filo para el Ejecutivo laborista. Por un lado, el premier Keir Starmer quiere demostrar al electorado mano dura con inmigración y seguridad en fronteras -una de las cuestiones que más preocupa, según encuestas. Pero al mismo tiempo, quiere presentar al laborismo como el partido de los empresarios. Y que Heathrow pierda el papel de `hub´(conexión) no favorece a las finanzas.

Los visitantes ya se enfrentan a estrictos controles de pasaportes en las fronteras entre el Reino Unido y la UE, lo que ha provocado algunos problemas en Eurostar y en los puertos del Canal de la Mancha. Y a partir de noviembre, se prevén incluso más contratiempos con la introducción de los nuevos controles fronterizos biométricos de la UE.