La ausencia de Villavicencio y la inseguridad marcan un bronco debate presidencial en Ecuador

El atril vacío del difunto Fernando Villavicencio marcó un debate que comenzó con un minuto de silencio en su memoria. Nadie ocupó su espacio. La ausencia inevitable del aspirante a la Presidencia del Movimiento Construye, asesinado a tiros el miércoles a la salida de un mitin en Quito, condicionó el cara a cara televisivo que mantuvieron en la noche del domingo los siete candidatos restantes que buscan tomar el testigo del presidente en funciones de Ecuador, Guillermo Lasso, tras los comicios del próximo domingo 20 de agosto.

La sede de Ecuador TV estuvo protegida por un fuerte operativo policial. Todas las precauciones eran pocas en un país que ha atestiguado la muerte en cuestión de días de tres representantes políticos. Agustín Intriago, alcalde de Manta. Rider Sánchez, candidato a entrar en la Asamblea Nacional. Y Fernando Villavicencio. Por eso, el ambientalista Yaku Pérez, la correísta Luisa González, el empresario Xavier Hervas, el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, el experto en seguridad Jan Topic, el columnista Bolívar Armijos y el exlegislador Daniel Noboa estuvieron protegidos. Este último acudió a la cita con chaleco antibalas.

El periodista Christian Zurita no entró en el debate. Íntimo amigo de Villavicencio, presentó su inscripción para reemplazarle después de que la coalición del exasambleísta le ungiera como sucesor por delante de su compañera de ticket electoral, Andrea González Náder. Lo es, de momento, a la espera de la confirmación del Consejo Nacional Electoral (CNE), que todavía no se ha pronunciado.

Los presentadores Gisella Bayona y Andrés Jungbluth moderaron un debate en el que se habló de seguridad; economía, empleo y producción; educación, salud, cultura y bienestar social; democracia, y sostenibilidad y medio ambiente. Fueron tónica general las interrupciones, los cruces entre candidatos y las intervenciones de los periodistas para reconducir los temas. Apenas hubo puntos de consenso más allá del distanciamiento unánime de los candidatos con respecto del presidente en funciones. Nadie quiso mostrar cercanía con Guillermo Lasso, quien activó el mecanismo de «muerte cruzada» para evitar un juicio político. Los siete atribuyeron al conservador la culpabilidad del escenario de crisis social y política, además de las cotas inéditas de inseguridad.

Lo primero es «que se vaya este Gobierno» de Lasso, llegó a decir la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, favorita en las encuestas pero perseguida por la sombra del expresidente Rafael Correa. Yaku Pérez, por su parte, propuso reformar el sistema de partidos políticos y el código de la democracia que rige a la función electoral. Sin embargo, fue el tema de la seguridad el que se instaló en el centro del debate.

«Más sangre se ha derramado en lo que va del año que en todos los conflictos bélicos del país», dijo en una de sus intervenciones el candidato de la alianza un País sin miedo, Jan Topic. El empresario del sector de la seguridad, que ha reconocido su admiración por el método para afrontar la violencia del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a lo largo de la campaña, recordó que desde 2021 han sido 4.570 personas las que han muerto de forma violenta en el marco de una crisis carcelaria que ha saltado a las calles y que guarda una estrecha relación con el narcotráfico.

González respondió, en este sentido, que durante el Gobierno de Correa (2007-2017), el país andino fue uno de los más seguros del continente. Armijos propuso crear una nueva cárcel de máxima seguridad. Sonnenholzner, quien fuera vicepresidente de Lenín Moreno, también ofreció «mano dura», además de amnistiar a los policías con problemas legales en el ejercicio de sus funciones. Yaku Pérez habló de prevención, disuasión y represión, pero también de una estrategia integral contra la pobreza, el desempleo y la marginalidad.

«Fruto del debate habrá segunda vuelta y será Luisa [González] y [Jan] Topic, si las votaciones fueran hoy», vaticinó la politóloga Caroline Ávila en la red social X, el antiguo Twitter. «Veremos el postdebate y cómo reaccionan las candidaturas. Su desafío será desmentir las cifras de Topic. Este país volátil siempre puede seguir sorprendiendo».