Tragedia

El atacante que mató a 11 personas en Suecia: un hombre de 35 años huraño y armado con un rifle de caza

La policía dice que cuando llegó hasta el tirador, éste yacía muerto en el suelo

Rickard Andersson, de 35 años, es descrito como un hombre solitario y no fichado por la Policía. Ahora es sospechoso del peor tiroteo masivo en la historia de Suecia. El autor abrió fuego el martes en el interior de un centro educativo para adultos en Örebro y disparó y mató a diez personas antes de quitarse la vida. Un país en luto se pregunta las razones que le llevaron a cometer el atroz crimen.

«Es difícil asimilar la magnitud de la situación», admitía el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, tras una misa en la iglesia de San Nicolás en Örebro. Kristersson repitió el llamamiento para evitar especulaciones. «Con el tiempo obtendremos las respuestas y entonces también podremos sacar conclusiones», añadió.

Andersson vivía solo en un estudio en Örebro que la Policía registró en busca de pruebas y posibles explicaciones al crimen que ha conmocionado a Suecia. «Seguimos con un intenso trabajo de investigación para comprender las circunstancias que rodean al autor del delito y tratar de establecer si hay más personas implicadas», informa la Policía.

Según la televisión pública SVT, el tiroteador tenía licencia para varias armas. Hasta ahora, Andersson no había no había cometido ningún delito y no estaba en el radar de la Policía. En los últimos años no tuvo ingresos y parece haber vivido una vida tranquila. Las personas que lo rodean lo describen como socialmente aislado.

Según el diairo «Aftonbladet», Andersson, que cambió su nombre en 2017 de Jonas Simon, había luchado con problemas psiquiátricos durante gran parte de su infancia, no había podido completar la escuela, había estado desempleado y había vivido una vida en gran medida aislada socialmente en los últimos años.

La Policía sueca aseguró que había «muchos» indicios de que el tirador se había disparado a sí mismo. «Hay muchos indicios de ello», declaró el jefe de Policía de Örebro, Roberto Eid Forest, en una rueda de prensa cuando un periodista le preguntó si el pistolero se había disparado. Forest añadió que el sospechoso estaba muerto cuando la Policía lo localizó.

Los rastros digitales del asesino en masa son pocos. No se ha podido vincular ninguna cuenta en las redes sociales vinculada a Rickard Andersson. Documentos del Servicio Nacional Sueco de Educación Obligatoria y Exámenes muestran que no fue llamado a filas porque carecía del título de Secundaria. Los archivos del municipio de Örebro, a los que el diario «Aftonbladet» ha tenido acceso, muestran que Andersson se había inscrito en el programa municipal de educación para adultos que funciona en la escuela Risbergska. Se trata de varias asignaturas de matemáticas en las que estaba matriculado, la más reciente en 2021, que abandonó.