Purgas
¿Qué hay detrás de la destitución del ministro de Defensa chino, Li Shangfu, sin mediar explicación?
El exministro Li Shangfu del círculo de confianza de Xi Jinping estaría siendo investigado por el brazo disciplinario del Partido Comunista y se encontraría en arresto domiciliario
El líder del gobernante Partido Comunista Chino, Xi Jinping, destituyó formalmente a su ministro de Defensa, Li Shangfu, que al parecer está siendo investigado por el brazo disciplinario del partido, y expulsó del Consejo de Estado al ex ministro de Asuntos Exteriores Qin Gang, apartado de su cargo ministerial en julio. El gobierno chino guarda silencio absoluto sobre el paradero de Li y los motivos de su ausencia.
En un decreto presidencial, Xi destituyó al ministro de Defensa Nacional y consejero de Estado, apenas siete meses después de que él mismo le asignara el cargo. El anuncio del 24 de octubre no explicaba los motivos de la medida, y aún no se ha nombrado sustituto de Li, ausente de la escena pública desde el 29 de agosto. Conviene señalar que, en China, el papel del ministro de Defensa es en gran medida ceremonial, centrado en representar la diplomacia militar con otros países, y el poder de mando real recae en la Comisión Militar Central.
El mandatario chino tiene fama de anteponer la lealtad a todo, y ha atacado implacablemente la corrupción en público y en privado, a veces en lo que se ha visto como un método para eliminar a rivales políticos y apuntalar su posición política en medio de una economía debilitada y de las crecientes tensiones con Estados Unidos en materia de comercio, tecnología y Taiwán.
Antes de esta última desaparición, Xi hizo hincapié en la fidelidad política, la disciplina y el "liderazgo absoluto" del partido sobre las fuerzas armadas en una reunión con la cúpula militar. Poco después, dos altos generales de la Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación fueron destituidos, lo que hizo temer una purga militar más amplia.
Antes de ocupar el cargo de ministro de Defensa, Li desarrolló una dilatada carrera en el Gobierno, tras pasar unas tres décadas trabajando en el programa espacial chino e incluso dirigiendo algunas misiones a la Luna. Mientras dirigía una unidad de desarrollo de equipos del EPL en 2018, fue objeto de sanciones estadounidenses por ayudar a Pekín a comprar aviones de combate Su-35 de fabricación rusa y equipos relacionados con la plataforma de defensa antimisiles S-400.
¿Acercamiento a Washington?
Paradójicamente, la destitución de Li podría facilitar ahora la reanudación de las conversaciones militares de alto nivel entre Pekin y Washington, dado que, al haber sido sancionado, esto obstaculizó las relaciones diplomáticas entre las naciones. De hecho, en repetidas ocasiones Pekín indicó que el secretario de Defensa estadounidense no tendría acceso a Li a menos que se levantaran las medidas sancionadoras.
El ex jefe de defensa fue visto por última vez en público a finales de agosto, y se reportó posteriormente que estaba sujeto a investigación por corrupción por parte de las autoridades chinas, según Financial Times. Al parecer, las pesquisas están relacionadas con la época en que trabajó en la unidad de equipos, y también estaría dirigida contra otros ocho altos cargos del mismo departamento.
Segunda destitución de alto nivel
Se trata del segundo alto cargo chino que se esfuma tras la reciente desaparición, en junio, del ex ministro de Exteriores Qin Gang, al parecer envuelto en problemas por una supuesta relación amorosa con la reportera estadounidense de Phoenix TV Fu Xiaotian.
Qin fue además embajador de China en Estados Unidos y conocido como un "guerrero lobo", los diplomáticos chinos más combativos que denuncian sin dilación las críticas percibidas contra el país asiático. El estrecho aliado del líder del partido dimitió en enero tras haber sido ascendido por Xi, lo que hace que su ausencia y las cuestiones que la rodean sean extremadamente delicadas desde el punto de vista político.
Cabe destacar que estas desapariciones se produjeron al tiempo que Xi destituía a los comandantes del arsenal nuclear del país, lo que llevó al ex teniente coronel de la Armada del Ejército Popular de Liberación Yao Cheng, afincado en Estados Unidos, a comentar que “quizá no estaban dispuestos a declarar la guerra a la democrática Taiwán”.
Tanto Li como Qin fueron elecciones poco convencionales para sus respectivos puestos, y se cree que fueron elegidos a dedo por Xi. El hecho de que hayan sido fulminados ha puesto en entredicho la toma de decisiones del presidente y sugiere que está llevando a cabo una purga de sus altos cargos.
Las drásticas medidas tomadas suscitan preocupación por el estilo de gobierno del dirigente, que ha consolidado el poder reduciendo la transparencia del sistema político e intensificando las medidas de seguridad nacional en medio de las crecientes tensiones con Occidente. Además, el hecho de que el Régimen comunista sea sumamente hermético, alimenta un agitado debate sobre posibles casos de corrupción, debilidades personales o desencuentros con otras figuras poderosas que conduzcan a la caída de altos cargos.
El partido gobernante, además de lidiar con cuestiones políticas aparentemente internas, se esfuerza por reactivar una economía gravemente afectada por las severas medidas de "Covid cero", una población envejecida, una elevada tasa de desempleo entre los licenciados universitarios y el éxodo de los más ricos y mejor formados a sociedades más liberales.
Una vez consagrada su ideología, conocida como "Pensamiento Xi Jinping", en la constitución del partido y abolidos los límites del mandato presidencial, el líder chino ha estructurado el sistema de modo que pueda permanecer en el poder el resto de su vida. El presidente, de 70 años, también dirige los comités del partido y del Estado que supervisan el Ejército Popular de Liberación, el mayor ejército permanente del mundo, con más de dos millones de efectivos en activo.
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