EE UU
Cómo las “midterm” pincharon el globo del regreso de Trump como candidato a 2024
El voto de los jóvenes y de las mujeres en estados clave frustró la victoria arrolladora que esperaba el magnate para subirse a la candidatura de 2024
Desde el martes que se cerraron las urnas, el resultado final de las elecciones de mitad de mandato todavía se desconoce y el poder de ambas Cámaras del Congreso de Estados Unidos sigue en disputa. Ni demócratas ni republicanos han podido cantar victoria todavía, ni en la Cámara de Representantes ni en el Senado.
El recuento de votos, aún en marcha, muestra unos resultados tan ajustados en algunos estados que ninguna de las dos formaciones políticas del país ha podido confirmar su mayoría ni adjudicarse el mérito de una reñida competición electoral, que parece estar cambiando las reglas del juego en Washington.
El estado clave de Arizona se convertía, la noche del viernes, en el penúltimo escalón superado por los demócratas en el Senado para hacerse con la mayoría. La ajustada victoria cayó en manos del ex astronauta de la NASA, Mark Kelly (52%) frente a Blake Masters (46%), respaldado por Trump durante su campaña y ferviente creyente de su teoría de fraude electoral.
Con este último tanto en la reñida disputa bipartidista anotado por los liberales y confirmado por los medios la noche del viernes, sólo quedan dos estados en disputa en la Cámara Alta: Nevada y Georgia, que irá a segunda vuelva el 6 de diciembre al no haber alcanzado ninguna de las dos formaciones políticas al menos el 50% de los votos.
Del resultado en Nevada y lo que pase con la candidata Catherine Cortez Mastro dependerá que Georgia tenga o no la última palabra. A la demócrata le separan apenas un puñado de votos (859) de su rival republicano, Adam Laxalt. Es decir, la diferencia entre ellos es de menos del 1%. A la espera de contabilizar todavía decenas de miles de votos de distintos condados de Las Vegas y Reno, que siguen llegando por correo. La ley permite aceptarlos siempre y cuando se hayan sellado antes del cierre en las urnas de la jornada electoral, el martes 8 de noviembre.
El empate técnico en el Senado, 49 a 49 escaños para cada partido, deja a los demócratas a un sólo asiento para la victoria y, a los republicanos, a dos. El desempate siempre cae en manos de quien preside la Cámara Alta, cargo que ostenta Kamala Harris, como vicepresidenta de Estados Unidos.
La Cámara de Representantes, más “roja”
Y, aunque con ventaja para los conservadores, que lideran el ránking del recuento de votos, la Cámara de Representantes aún en disputa este fin de semana. Cada partido necesita ganar una parte de los distritos más competitivos. Hay 18 contiendas en distritos calificados como tal antes de la elección, cuyo resultado no ha podido confirmarse todavía.
Los republicanos, sumaban este sábado 211 escaños, necesitan todavía otros 7 para hacerse con la mayoría de la Cámara Baja. Los demócratas, por su parte, necesitaban 17 más de los 201 que tenían en su poder. Con 23 carreras en total por delante, el resultado final podría tardar todavía varios días en saberse.
La Administración Biden ha conseguido frenar la marea roja que tanto los republicanos como medios de todos el país anticipaban para este decisiva cita de la polarizada sociedad estadounidense en las urnas. Por lo que, como consecuencia, se ha abierto el examen de conciencia interno del Partido Republicano. Estos inesperados resultados les obligan a replantearse su inefectiva estrategia y controvertido liderazgo.
Donald Trump está a punto de anunciar su candidatura oficial a las presidenciales de 2024, mientras aumentan las críticas dentro y fuera del partido sobre la culpabilidad del fracaso de los conservadores en estos comicios. El peor resultado en unas “midterm” para la oposición estadounidense en las últimas dos décadas.
Lo cierto es que los demócratas han perdido muy pocos asientos, cuando la tradición sitúa la cifra habitual en al menos 25 para el partido que está en la Casa Blanca, pero además ha recuperado otros tantos que estaban en manos de los republicanos.
Por eso no será de extrañar ver durante las próximas semanas y meses cómo los conservadores implementan diferentes tácticas para tratar de identificar las causas del desencanto entre los votantes republicanos e intentar así encontrar una solución a tiempo de remontar esos resultados para la próxima cita decisiva en las urnas: las elecciones presidenciales de 2024.
El voto de los jóvenes
Una gran mayoría de jóvenes, en el pasado desmotivados o no tan conscientes todavía de su poder de decisión a la hora de ejercer su derecho al voto, han votado en estas elecciones de mitad de mandato. Atraídos quizás por la defensa del derecho al voto y otros temas que atraen a este nuevo perfil de votantes, que ya le dieron la victoria al presidente Biden en noviembre de 2020.
“Al ser votantes jóvenes, especialmente mujeres, nos da miedo ver cambios y leyes que retroceden”, destacan las hermanas Williams, de 20 y 22 años, estudiantes de la Universidad de Wisconsin para el “New York Times”.
Los demócratas se han beneficiado de ese miedo que sienten los jóvenes de volver al pasado en temas que les preocupa, como el aborto o el cambio climático, cuando las cifras preliminares de estas elecciones legislativas muestran que los votantes de 18 a 29 años han participado activamente a favor de los liberales. Se trata del grupo de edad que, por lo general, ejerce su derecho al voto en mucha menor medida de lo que podría, pero esa tendencia parece estar cambiando, especialmente en estados indecisos como Wisconsin o Michigan.
Del 27% de ese grupo de edad de votantes que emitió su papeleta el martes 8 de noviembre para la Cámara de Representantes, el 63% de ellos lo destinó a los demócratas, según datos de la Universidad de Tufts. Otra encuesta de salida de votantes a nivel nacional, llevada a cabo por las principales cadenas de televisión estadounidenses, cuya actualización de datos de la votación real estimó de manera preliminar la Universidad de Florida, identificó que la tasa de participación de todos los votantes fue del 47%.
En otras selecciones paralelas de temas que importan a los ciudadanos a nivel estatal, destacó el referéndum sobre la interrupción del embarazo llevado a cabo en California, con un apoyo del 65,5%; Michigan, con mayoría de sí del 56,7%; y Vermont, con el 76,7% del total que decidieron sacar adelante el conocido como “Derecho Constitucional a la libertad reproductiva”.
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