Crisis política
Crisis en Ecuador: Lasso acusa al líder de los indígenas de buscar un golpe de Estado
El correísmo presenta una moción para destituir al presidente ecuatoriano mientras los indígenas insisten en sus demandas y se lamentan 4 muertos en las protestas
“Nunca quiso resolver una agenda en beneficio de los pueblos y nacionalidades indígenas. Lo único que buscaba era engañar a sus bases y usurpar un gobierno legalmente constituido”. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, acusaba este viernes al presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, de pretender “el derrocamiento” de su gobierno. El mandatario conservador ha denunciado un intento de golpe de Estado encabezado por el líder de las protestas de la huelga general indefinida, convocada por la Conaie desde el lunes 13 de junio, que han dejado cuatro muertos, 92 heridos y 94 detenidos, según la Alianza por los Derechos Humanos de Ecuador.
Lasso ha hecho “un llamado a la comunidad internacional para advertir de este intento de desestabilizar la democracia en Ecuador”. El mandatario conservador acusa al líder indígena después de que el correísmo haya presentado este viernes un proceso de destitución del presidente de Ecuador. El partido del expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, prófugo en Bélgica de la justicia de su país, pretende sacar a Lasso del poder y convocar elecciones. La Asamblea Nacional se reúne este sábado para debatir la moción de censura contra Lasso, que necesita dos tercios de los votos del parlamento para salir adelante.
El correísmo propone expulsar a Lasso invocando el artículo 130 de la constitución ecuatoriana, que contempla la posibilidad de destituir al presidente “por grave crisis política y conmoción interna”. Una vez aceptado, la moción debe votarse en 72 horas. Si sale adelante, el vicepresidente de Ecuador, Alfredo Borrero, asumiría el mando temporal con la obligación de convocar elecciones presidenciales y legislativas.
Pese a que parece que el correísmo no logrará obtener los votos a favor de dos tercios del parlamento, Pachakutik se plantea apoyar la moción de censura y su postura puede ser clave en la votación sobre la continuidad de Lasso. Izquierda Democrática y Partido Social Cristiano han anunciado que no apoyarán esta moción para destituir al presidente Lasso.
Los indígenas insisten en que su intención es avanzar en sus reivindicaciones, no tumbar al gobierno. Varios diputados del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, el partido del movimiento indígena, ha acusado al expresidente Correa y sus seguidores de avivar las protestas en lugar de instar al diálogo. El presidente del partido gobernante CREO, Guido Chiriboga, ha criticado el intento del correísmo de hacer caer al ejecutivo de Lasso: “El golpismo viene desde Bélgica”.
Mientras Lasso continúa aislado por covid, Iza ha respondido en la BBC a las acusaciones del presidente ecuatoriano de pretender tumbar su gobierno: “Jamás nos propusimos aquello. Nos mantenemos en reivindicar de los 10 puntos de nuestras demandas. Esta lucha es para poder garantizar las condiciones mínimas como seres humanos”. Tras el mensaje a la nación, la Casa de de Cultura y otras “zonas de paz”, donde descansan los indígenas llegados a Quito desde diferentes puntos de Ecuador. La Casa de la Cultura, un lugar irónico donde el movimiento indígena descansa y organiza asambleas, ha sido “totalmente desalojado”, cuenta a LA RAZÓN desde Quito la reportera del diario La Hora, Gabriela Verdezoto. “No se hay servicio de transporte público en Quito desde hace días. Hay unos pocos autobuses privados, taxis y camionetas que llevan a la gente parada en su baldes”, detalla Verdezoto.
La escalada de violencia en Ecuador por la huelga general indefinida convocada desde el lunes 13 de junio por la Conaie continuaba la madrugada del viernes tras una jornada de intensos enfrentamientos entre policía y manifestantes en Quito y otros puntos del país. Las protestas en Ecuador protagonizadas por el movimiento indígena, apoyado por otros colectivos como campesinos, estudiantes, médicos o transportistas, han sumado este jueves la cuarta víctima mortal, un hombre de 39 años identificado como Henry Quezada Espinoza, que ha perdido la vida en las protestas de Quito. Verdezoto subraya este sábado desde Quito que “algunas comunidades indígenas están regresando a sus tierras por el aumento de la represión”.
Subida del precio del combustible
Desde hace casi dos semanas, los manifestantes protagonizan bloqueos de carreteras para reclamar regular el precio de petróleo, reducir la inflación de productos básicos, no privatizar empresas públicas y mayor cobertura en sanidad y educación. El galón de diésel subió un 90% hasta 1,90 dólares y el de gasolina corriente un 46% hasta 2,55 dólares en poco menos de un año. La Conaie reclama rebajarlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente. El precio de muchos productos básicos de la cesta de la compra se ha duplicado.
Tras negar que la policía dispares perdigones contra los manifestantes, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, ha informado que la policía se plantea “comenzar a usar” armamento letal en las marchas ya que hay violentos que están utilizando esta munición contra los agentes. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos de Ecuador ha denunciado que Quezada ha fallecido “debido a un trauma de tórax y abdomen por perdigones”.
El presidente Lasso, aislado por covid, ha asegurado en la décimo segunda jornada de paro nacional que “Ecuador merece días mejores y lo vamos a conseguir”. El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Quito, Fernando Addaty, ha denunciado que 17 militares resultaron heridos en las primeras horas de este viernes en la carretera Calacalí-Nanegalito por la “brutalidad” de “grupos violentos” en el ataque a un convoy que transportaba suministros a Quito. Los enfrentamientos entre policía y manifestantes han continuado este viernes desde la 1 de la tarde en Quito.
El gobierno ecuatoriano de Guillermo Lasso y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) se responsabilizan mutuamente del aumento de la violencia en las movilizaciones, centradas en reducir el precio de los combustibles, la inflación de productos básicos y mejorar la cobertura pública en sanidad y educación. Carrillo, ha eximido a la policía de cualquier responsabilidad en las muertes: “Lamentamos todos los daños colaterales. La policía es una institución que protege derechos, no ataca”.
Por su parte, la Conaie denuncia que las cuatro muertes se deben “a la represión” del gobierno de Lasso. Las diferentes versiones de las causas de estas muertes enfrentan aún más al gobierno con el movimiento indígena y los sectores que respaldan la huelga general indefinida. El paro nacional convocado por la Conaie cumple este sábado trece días con la tensión al alza en Quito y otros puntos de este país sudamericano de 17 millones de habitantes.
Miles de manifestantes intentaron la tarde de este jueves entrar a la Asamblea Nacional de Ecuador. La policía les ha dispersado con bombas de gas lacrimógeno mientras un grupo de manifestantes violentos les lanzaba piedras. La multitud se replegó hacia un parque vecino a la Casa de la Cultura. La periodista ecuatoriana del diario La Hora que cubría esta marcha, Gabriela Verdezoto, explica a LA RAZÓN que “algunos manifestantes se separaron del grueso de la manifestación para tratar de entrar al parlamento”. Tras la llegada de miles de indígenas a Quito en los últimos días, Verdezoto subraya que “la tensión se ha multiplicado” en la capital ecuatoriana.
La reportera subraya que en las marchas aprecia “la diferencia entre personas muy violentas” y “los manifestantes pacíficos como indígenas, campesinos y profesores”: “Hay grupos violentos al margen del movimiento indígena que aprovechan las marchas para crear caos”. Uno de estas multitudes violentas obligó a Verdezoto a dejar de grabar este jueves una concentración en Quito: “Tuve que meter mi móvil y mi identificación en el bolsillo porque la situación se estaba volviendo peligrosa. A un compañero le golpearon y le robaron el móvil por grabar”.
Horas antes de los duros enfrentamientos frente al parlamento, el diálogo entre gobierno y Conaie parecía acercarse. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, les había permitido ingresar a la emblemática Casa de la Cultura, un lugar simbólico para el movimiento indígena que ha estado rodeado por policías desde el inicio de la huelga general el 13 de junio, para realizar sus asambleas. Lasso ha agradecido este jueves “el apoyo brindado por todos aquellos que buscan el bien común y la paz en estos días determinantes para el país”. Lasso ha concluido: “Ver a los ecuatorianos defender la democracia, sus trabajos y a sus familias nos demuestra que Ecuador quiere paz”.
Corredores humanitarios
Los representantes de 23 provincias, agrupados en el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales de Ecuador (Congope), han propuesto una tregua de 24 horas en el marco de las protestas anunciadas por las comunidades indígenas. Verdezoto subraya que el bloqueo de carreteras ha provocado que “Quito este aislado y sufra desabastecimiento de gas, frutas y verduras”.
La Congope ha propuesto organizar corredores humanitarios para abastecer a la población y cubrir las necesidades urgentes en las zonas más afectadas por la huelga general indefinida convocada por el movimiento indígena. Verdezoto explica las marchas en el centro y norte de Quito que en los últimos días han reclamado el fin de la violencia y un diálogo entre gobierno y movimiento indígena: “La gente de las clases medias están sufriendo el caos en Quito. También tiene derecho a protestar. Marchan vestidos de blanco pidiendo paz”.
El correísmo presenta una moción para destituir a Lasso
La ONG Human Rights International (HRI) ha denunciado que “en las últimas horas hemos verificado el uso por parte de manifestantes de armas de fuego, bombas Molotov y armas blancas”: “Las manifestaciones en Ecuador están tomando un rumbo diferente al de la lucha pacífica y la reivindicación de los derechos colectivos”. La ONG ha subrayado que “son hechos específicos y aislados que deben ser investigados por la policía y la Fiscalía”.
Cientos de indígenas han ocupado este jueves la central eléctrica de Tisaleo en Tungurahua, al sur de Ecuador. El ministro de Energía, Xavier Vera, ha informado en una entrevista a Radio Platinum que “aproximadamente 300 personas de varias comunidades indígenas y campesinas entraron a las instalaciones al principio de forma pacífica” pero “luego raptaron a los operadores” por negarse a suspender el suministro eléctrico que abastece a Guayaquil.
Vera ha asegurado que el suministro en Guayaquil, la ciudad natal de Lasso, está garantizado. Los cortes de carreteras han provocado también escasez de alimentos, gas y gasolina en algunas zonas del norte andino. El presidente del partido gobernante CREO, Guido Chiriboga, ha asegurado que Ecuador se enfrenta a una batalla entre “la narco-política y la democracia”.
“Falta de organización” en los bloqueos de carreteras
El líder del movimiento indígena de 40 años, rostro de las protestas, ha admitido falta de coordinación y ha lamentado los desabastecimientos “que también sufren nuestras familias”: “Siempre hemos dicho que se deben garantizar las provisiones, el gas, pero también ya se sale del control, porque muchas veces las bases que están allí protestando no tienen organización. Necesitamos que los compañeros y compañeras en los territorios sepan qué condiciones mínimas se debe garantizar”. El presidente del partido gobernante CREO, Guido Chiriboga, ha asegurado que Ecuador se enfrenta a una batalla entre “la narco-política y la democracia”.
Iza, detenido en los primeros días de la huelga general y en libertad con cargos, también ha rechazado que el movimiento indígena esté conectado con el narcotráfico, como han insinuado el gobierno ecuatoriano: “Rechazamos que se nos pretenda vincular como semejante acto. Autoridades, dejen de ser irresponsables”. El presidente de la Conaie ha concluido que estas acusaciones “provocan más indignación y con más indignación van a tener más problemas”. Mientras la polarización en Ecuador se incrementa entre quienes acusan de “terrorismo” a los manifestantes y de “represión” al gobierno de Lasso, los bloqueos han ocasionado escasez de alimentos, gas y gasolina en varias ciudades del norte andino y en Quito.
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