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Edgardo Buscaglia

“El chapito Ovidio Guzmán es un capo menor, el que manda en el cartel de Sinaloa es el Mayo Zambada, pero a ese no se le toca”

El experto en narcotráfico Edgardo Buscaglia asegura que la “pax mafiosa” que planteó Obrador con su estrategia de “abrazos y no balazos” contra los narcos “es una negligencia histórica imperdonable”

El analista Edgardo Buscaglia La Razón.

Edgardo Buscaglia es profesor de la Universidad de Columbia en Nueva York y académico invitado en la Universidad de Torino (Italia). Está considerado uno de los mayores expertos en crimen organizado. Ha sido durante años asesor de Naciones Unidas en calidad de jefe de Misiones y director y experto en materia de reforma judicial en países como Afganistán, Jordania, Pakistán, Nigeria y Colombia. Es autor de libros como “Lavado de dinero y corrupción política” y “Vacíos de poder en México”, ambos publicados por la editorial Debate. En esta entrevista con LA RAZÓN, Buscaglia asegura que ladetención del “chapito” Ovidio Guzmánfortalece a la facción del cartel de Sinaloa representada por el capo mexicano Ismael Mayo Zambada, considerado el auténtico cerebro de la famosa red criminal mexicana que opera a día de hoy en 88 países.

El presidente mexicano, López Obrador, dijo cuando asumió la jefatura del Estado que quería desplegar otra estrategia con las bandas criminales, la de “abrazos y no balazos”. ¿Qué frutos ha dado?

En una reunión que tuve con el entonces secretario de Seguridad de México, Alfonso Durazo, me planteó esa estrategia de “abrazos y no balazos”, y yo le aclaré que era un gran disparate demagógico y que lo único que iba a causar es más impunidad y más violencia. Esa política recuerda a la “pax mafiosa” de los años en los que el PRI gobernaba México de manera autoritaria y sin oposición, con un estado muy poderoso que controlaba férreamente a los grupos de delincuencia organizada al mismo tiempo que sacaba porcentajes de los negocios criminales. Eso ya no funciona así. México no es un estado de partido único autoritario, así que esa “pax mafiosa” que plantea López Obrador ya no es posible. Cada estado está gobernado por diferentes partidos; cada partido tiene su negocio, y cada grupo criminal domina a un gobierno y no a otro. Hoy México es un rompecabezas metido en una situación de violencia cada vez mayor donde el cartel de Sinaloa asesina a los políticos del cartel de Jalisco y donde Jalisco asesina a los políticos del cartel de Sinaloa en una espiral de violencia descontrolada. En este contexto no puedes anunciar una política de abrazos y no balazos como si estuvieses en la década del setenta, donde López Obrador creció como político, él mamó la política mafiosa del PRI. Y él, como político del PRI que era, intentó aplicarla cuando llegó al poder. Y fracasó como le anunciamos a Alfonso Durazo al comienzo de la presidencia. Y así estamos, con los grupos criminales tomando ciudades cada vez mayores, con más violencia y con mayores niveles de trata de personas. México está yendo de mal en peor. La política de “abrazos y no balazos” es una negligencia histórica imperdonable, una vergüenza para México y para todos los países que están involucrados.

¿La captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, fue un gesto oportunista de cara a la cumbre de presidentes de América del Norte?

México tiene una tradición desde hace décadas. Cada vez que hay una visita de alto nivel siempre se entrega un trofeo y se lleva adelante un operativo policial para que EEUU no se queje de México. López Obrador se queja del papel de la DEA (agencia antinarcóticos estadounidense) en México. Y EEUU se queja de que los programas de cooperación con la DEA han disminuido. Así que antes de la reunión de presidentes Biden compartió información de inteligencia de su administración con los mexicanos para capturar a uno de los hijos del Chapo. Con eso desactiva un poco cualquier tipo de conflicto, es como extender una rama de olivo para que la reunión se lleve adelante.

¿Qué supone la captura del “Chapito” Ovidio?

Ovidio no es un capo de capos, es uno de los hijos del Chapo de menor jerarquía. El que tiene mayor poder en el cartel de Sinaloa es el famoso Mayo Zambada, a ese hombre no se le toca, todo lo contrario. De hecho, al desarticular a los hijos del Chapo se le está dando mayor poder al Mayo Zambada. Cuando se captura a uno de los hijos del Chapo ellos cometen actos de terrorismo, es decir, atentan contra la población civil -como ustedes saben muy bien en España- para forzar al estado a que haga algo. Son actos de terrorismo que el gobierno mexicano no tipifica como tales como se hace en España, Italia, Francia o en cualquier país civilizado. La violencia seguirá aumentando porque no se va contra la red criminal patrimonial, como hacen los italianos. En Italia y en otros países el combate contra las redes mafiosas apuntan a toda la red, se detiene a empresarios y políticos, no solo a los capos. Pero esto no se hace en México porque si se hiciera esto estarían arrestando a políticos del partido del presidente y partidos opositores, estarían deteniendo a empresarios que financian campañas a diestro y siniestro. México sigue sin combatir a estos grupos como mafias.

¿Qué dimensión tiene el Mayo Zambada dentro el crimen organizado en México?

Zambada es el que más políticos maneja, y lo lleva haciendo así cuatro décadas. Pero si detienes al Mayo también tienes que detener a políticos y empresarios de su red. No puedes seguir deteniendo a Chapitos cada vez que visitas a Biden.

¿Sigue creciendo el cartel de Sinaloa?

El cartel Sinaloa es la tercera red criminal más importante del planeta después de una red criminal rusa y otra china. Al trabajar con unidades de inteligencia financiera en muchos países del mundo hemos encontrado a través de la consolidación de reportes financieros que el cartel de Sinaloa ha pasado de estar en 54 países en 2011 a operar en 88 países, en los que tiene abastecimiento de insumos, como pueden ser insumos para producir fentanilo; de personas, cuando hay trata de seres humanos... Tiene bases patrimoniales para lavar dinero como tienen en España, Portugal y otros muchos países. Y todo esto sucede con el Chapo Guzmán en la cárcel. Por eso digo que la captura individual es inconsecuente, no vale.

Las muertes por fentanilo en EEUU son una problema mayor. ¿Cómo interviene el gobierno de EEUU para afrontar esta situación?

La escala de producción china de fentanilo siempre fue la mayor del mundo. Después, con la pandemia y el cierre de puertos, los mexicanos comenzaron a producir una capacidad de fentanilo limitada, no pueden abastecer a todo EEUU. En los últimos tiempos se abrieron los canales desde China y también en India y Corea del Sur, que tiene algunas farmacéuticas involucradas. Hay unos cuatro países que abastecen de insumos que son encauzados a través de México para alcanzar Estados Unidos, donde existe una epidemia de muerte por sobredosis por consumo de fentanilo, que es el principal problema de salud pública que tiene Estados Unidos.

¿Hará Joe Biden concesiones a México en el problema migratorio?

Biden tiene que hacer concesiones, sí. México tiene unas posiciones con Biden mucho más duras que con Donald Trump, que enfrentó la gestión con México bajo amenazas de sanciones económicas. Eso generó en los mexicanos un miedo hacia Trump que no existe con Biden. El presidente demócrata tiene otro estilo de gobierno y siempre ha tenido posturas suaves en cuanto a México. López Obrador sabe que no tiene enfrente a Trump. Biden tiene que ceder en temas migratorios y lo ha intentado ya tratando de poner fin a la ley que bajo la excusa de la pandemia limitó la entrada de migrantes a territorio mexicano. Ahora, la Corte Suprema de EEUU ha prolongado la aplicación de esta ley para impedir el flujo de migrantes. Pero el problema no ha sido Biden, que quiere agilizar el proceso, sino el Supremo.

¿Cuál es el problema de fondo en el asunto migratorio?

El problema es que no logran controlar los factores que originan ese flujo, que son factores ligados a la violencia, la inseguridad y la corrupción. Esos factores no son abordados ni por EEUU ni por México, ese es el problema de raíz que no se resuelve con una cumbre, sino que requiere de políticas sociales y judiciales, de cooperación del sector privado empresarial para que contribuya en la generación de empleo en Centroamérica. Y requiere de una lucha frontal contra la corrupción política, que en estos países está descontrolada. Por tanto, los flujos migratorios siguen y van a seguir. Es un problema que se trata de manera discursiva, pero no sustancial.

¿Podrá ser el asunto migratorio un tema decisivo en las elecciones presidenciales de EEUU de 2024?

Los republicanos están usando el tema migratorio como un caballo de batalla contra la administración de Biden para ganar las elecciones, sin duda. Si no se estabilizan los flujos migratorios es algo que puede costarle la presidencia a los demócratas al margen de que Biden se postule o no a la presidencia. La inflación va a ir bajando, así que el tema migratorio será la clave.

¿Cómo está gestionando México la inmigración ilegal?

Uno de los cinco principales negocios de la violencia organizada es el tráfico de refugiados y la compra venta de seres humanos. Todo eso se mezcla en un gran negocio mafioso en donde hay autoridades locales, regionales y policías de estados fronterizos involucradas. Eso no se ha abordado nunca en México adecuadamente. Nosotros abordamos una muestra de causas penales anuales en México y ahí observamos cómo la trata de personas ha aumentado un 87% en los últimos diez años. La raíz del problema está en la corrupción de los gobiernos estatales y municipales, no hay mecanismos de auditoría centralizada para seguir los patrimonios que la delincuencia organizada le pasa a candidatos de los partidos políticos en los estados. Por tanto, las policías estatales están actuando como guardias pretorianas de las redes criminales que trafican personas. López Obrador no ha tomado ninguna medida antimafia que aborde este problema migratorio hacia el norte.