En el punto de mira
Quien es el “Mayo” Zambada, el narco más astuto de México que diseñó el cartel de Sinaloa con El Chapo Guzmán
El Departamento de Estado de EEUU triplica la recompensa, hasta 15 millones de dólares, para quien aporte información que conduzca a la captura del capo de la droga
“No hay capo más poderoso que él”. Así lo definió una vez la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, la DEA. Es Ismael “El Mayo” Zambada, el jefe del cartel mexicano de Sinaloa, cuya captura tiene un precio: hasta 15 millones de dólares ha ofrecido el Departamento de Estado de EEUU para quien aporte información que ayude a la captura el narcotraficante, el mexicano más buscado junto a Rafael Caro Quintero, y al que se le imputan numerosos delitos relacionados con la venta y el tráfico de droga.
“El Mayo” Zambada fue el heredero del cártel de Sinaloa tras la captura de “El Chapo” Guzmán (que cumple cadena perpetura en una prisión de Colorado), con quien fundó esta organización criminal en 1988 -al lado de Héctor Guero” Palma, también preso-, hoy convertida en una multinacional de la droga y con actividad en más de 50 países. “El Mayo” se caracteriza por su discreción y la nula exposición pública que le ha permitido vivir al margen de las Fuerzas de Seguridad. Se cree que está establecido en las montañas de Sinaloa. “He estado en esas montañas y es muy difícil capturar a alguien”, dijo a Bloomberg el exjefe de operaciones internacionales de la DEA, Mike Vigil, en 2018. “Mayo Zambada es uno de los narcotraficantes más astutos que haya engendrado México”.
Durante años se ocupó de la parte financiera del negocio y trató de evitar, al contrario que su compadre El Chapo, cualquier conflicto que llamara la atención de la policía. “Una suerte de principio empresarial de los capos sinaloenses es que la violencia no se lleva con el negocio y es por ello que suelen mantener las plazas tranquilas mediante pactos políticos e incluso con sus propios rivales”, explicó a este periódico el experto en narcotráfico Ricardo Ravelo.
Ravelo cree que tras la detención de “El Chapo” Guzmán, la estructura del cartel de Sinaloa quedó formada por células independientes divididas en cuatro ejes: el primero sería el Mayo; el segundo, los hijos del Chapo: Alfredo y Archivaldo. El tercer pilar de la organización es Rafael Caro Quintero, conocido como “el narco de los narcos”. Y en último lugar, el hermano del Chapo, Aureliano Guzmán.
Antonio Mazzitelli, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, reconoció a la agencia Reuters que Zambada “es el patriarca”. Actualmente tiene 73 años si bien su carrera en el mundo del narcotráfico viene de lejos. En la década de los setenta aparecía mencionado en un caso judicial en Estados Unidos. Años después, una red de negocios en México dirigida por su ex esposa y sus hijos fue señalada en EEUU como un centro de lavado de dinero.
En 2010, “El Mayo” mantuvo un encuentro con el periodista mexicano Julio Scherer para un reportaje en la revista Proceso, en el que el capo de la droga decía que “el narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción”. También afirmó que se dedicaba a la agricultura y a la ganadería, “pero si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago”, confesaba. “El Mayo” sostenía entonces que el gobierno mexicano “llegó tarde a esta lucha y no hay quien pueda resolver en días problemas generados por años”, señaló en referencia a la guerra contra el narco desatada por el ejecutivo de Felipe Calderón. “Infiltrado el gobierno desde abajo, el tiempo hizo su trabajo en el corazón del sistema y la corrupción se arraigó en el país. Al presidente, además, lo engañan sus colaboradores. Son embusteros y le informan de avances, que no se dan, en esta guerra perdida”.
En la famosa entrevista con Scherer confesó que vive “presa del pánico” ante la posibilidad de ser capturado. “No sé si tendría las agallas para suicidarme si me capturan”, le dijo entonces a Scherer. “Quiero pensar que sí, me mataría”. Cuando se le preguntó si cree que alguna vez lo atraparán, “El Mayo” respondió: “En cualquier momento, o nunca”. Ismael “El Mayo” Zambada ha tenido más suerte que El Chapo y que su propio hijo. En 2019, Vicente Zambada Niebla fue condenado a 15 años de prisión tras admitir ante el juez que había ordenado asesinatos y secuestros de figuras del cártel que perjudicaron a su padre o sus aliados.
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