Ataque a Kiev y Jarkov: El Ejército ruso quiere crear un eje entre las dos urbes con Donbás

Mientras Rusia y Ucraniase reunían para negociar una salida a la guerra, los combates por las ciudades más importantes proseguían. Dimitri, un reservista ucranio atrapado en Kiev, contaba a LA RAZÓN que habían continuado los bombardeos y ataques con misiles en Kiev a lo largo de la mañana y que vio con sus propios ojos cómo «la defensa antiaérea ucrania derribó un misil ruso» cerca de su casa.

La defensa conjunta de civiles y militares ucranianos hace todo lo posible por cortar el paso al invasor. En la mañana de ayer se registraron combates en el norte de la ciudad, primero en la zona de Hostomel (muy próxima al aeropuerto internacional de Antonov, controlado por las tropas rusas), y pasado el mediodía en la localidad de Bucha, más al sur, lo que significa un pequeño avance de los soldados del Kremlin.

El cerco ruso a la capital está próximo a completarse. En zonas próximas al oeste y noroeste de la capital, especialmente en las localidades de Makariv y Dymer, el ejército ucraniano evita mediante durísimos combates que los rusos avancen por este flanco. En el distrito de Solomyansky, al sur de la ciudad, se han levantado numerosas barricadas y se ha reforzado el personal militar ante la posibilidad de que el enemigo utilice esta vía para adentrarse en el sur de Kiev. Los primeros combatientes chechenos llegaron también ayer al norte de la ciudad pero fueron rechazados desde un primer momento por los defensores ucranianos y obligados a replegarse.

La situación en el resto de los frentes no es tan esperanzadora para los ucranianos. Pese a rechazar el domingo y de la madrugada del lunes, las tropas ucranianas no pudieron evitar el avance del invasor en la localidad septentrional de Sumy. Jarkov está ahora completamente rodeada. Tras concluir las conversaciones, Rusia bombardeó con misiles zonas residenciales, que habrían dejado decenas de muertos y heridos.

Localidades cercanas empiezan a caer en manos rusas, como Kupiansk, cuyo alcalde negoció la rendición con los mandos rusos. El alcalde de Kupiansk negoció la rendición sin oponer resistencia. Este alcalde tiene pendiente un juicio por traición. Por otro lado, el eje Kiev y el eje Jarkov de la ofensiva rusa ya han conectado entre sí y con el eje Donbás, permitiendo al Kremlin delimitar una línea de frente estable que facilitaría el avance al interior del país.

El frente sur es equiparable en intensidad a los combates de Kiev. Tras varios días de fiera resistencia ucraniana, los blindados rusos rompieron la línea de defensa y poco a poco se hacen con el control de localidades emblemáticas: ayer cayó Berdyansk y solo Mariupol resiste. Tanto fuerzas regulares del Ejército ucraniano como combatientes del batallón Azov rechazan una y otra vez los intentos de Moscú por tomar esta importante plaza que, de caer en manos rusas, permitiría también la unión del eje Azov con el resto de ejes del este.

La moral ucraniana sufrió ayer un duro golpe, al escuchar que la localidad de Energodar había sido tomada por el invasor. La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, se encarga de abastecer a Ucrania de una quinta parte de su energía. Además, supone un importante punto de paso para que los rusos ataquen el flanco derecho de Krivói Rog.

En los últimos meses, Moscú ha ido infiltrando en Ucrania saboteadores y fuerzas especiales para facilitar la invasión. Marcan con señales secretas los puntos de paso, apuntan con linternas objetivos para los bombardeos, hacen correr rumores sobre evacuaciones o retiradas, inhabilitan en la medida de lo posible el armamento ucraniano...

Tras el silencio de la OTAN a las peticiones de Zelenski, el presidente ha urgido a la UE que acepte la candidatura de Ucrania por la vía rápida. «Cada crimen, cada bombardeo que los ocupantes cometen contra nosotros, nos une a nuestros socios aún más». A continuación firmó su candidatura a la UE, en lo que muchos ucranios consideran que se trata de «un momento histórico».

Entretanto, representantes de Rusia y Ucrania se reunieron ayer en Bielorrusia en una búsqueda por terminar con la guerra. Kiev exigió la retirada de tropas rusas de todo su territorio, incluyendo Crimea y las repúblicas de Donetsk y Lugansk, y al término del encuentro un asesor del Gobierno ucraniano afirmó que «ambas partes han esbozado temas prioritarios sobre los que se vislumbran ciertos avances». Se espera otra ronda de reuniones.