Asedio
Las tropas rusas entran en Járkov, segunda ciudad del país
Moscú amenaza con una ofensiva total mientras Ucrania trata de resistir, insta a sus ciudadanos a confinarse y denuncia el recrudecimiento de los ataques contra objetivos civiles.
Cuarto día de guerra en Ucrania. El empujón inicial de las fuerzas rusas parece haberse ralentizado en las últimas horas, al encontrarse con una fuerte resistencia dirigida por las brigadas de protección civil en la capital, Kiev, y diferentes cuerpos del Ejército que ya parecen haberse repuesto de la sorpresa inicial de la invasión. Como respuesta a la organización de estos grupos civiles (que ya en el primer día de invasión ocuparon puntos estratégicos a lo largo de toda la ciudad), Moscú ha anunciado el envío de 10.000 soldados chechenos cuya labor será la de “limpiar” los edificios civiles de posibles muestras de resistencia armada.
En este sentido, los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido consideran que la ofensiva militar rusa sobre Ucrania se ha ralentizado y avanza a un menor ritmo de lo esperado, aparentemente por la dificultad que estarían teniendo en zonas clave como Kiev.
Las Fuerzas Armadas ucranianas han asegurado que la situación en Kiev es “tranquila” y que la capital está “completamente controlada” por el Ejército ucraniano tras los diversos enfrentamientos que han tenido lugar en la ciudad en la cuarta jornada del conflicto.
“La situación en Kiev es tranquila, la capital está completamente controlada por el Ejército y la defensa de Ucrania. Hubo varios enfrentamientos con grupos de sabotaje por la noche”, ha dicho Mykola Povoroznyk, el primer subjefe de la Administración Estatal de Kiev, según la agencia ucraniana UNIAN.
Asimismo, en el informe diario de este domingo, las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania han cifrado en más de 3.000 los efectivos rusos muertos, así como 200 prisioneros de guerra.
Además, han señalado que han destruido 16 aviones, 18 helicópteros, 102 tanques, 540 carros blindados y un sistema de misiles ‘Buk’.
Por otro lado, las fuerzas militares de Rusia aseguran haber destruido 975 objetivos de la infraestructura militar de Ucrania desde el inicio del ataque al país, según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashénkov.
Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso ha reportado la destrucción de 23 centros de mando, 48 radares y 31 sistemas antiaéreos, entre otras instalaciones militares. Las tropas rusas habrían destruido 223 tanques, 143 carros blindados, 86 unidades de artillería, 39 lanzacohetes,11 drones, ocho aviones y siete helicópteros.
“Las tropas enemigas se detienen”
Las Fuerzas Terrestres ucranianas han asegurado que la falta de combustible de las tropas rusas ha detenido el avance de las columnas de vehículos en su ataque a Ucrania.
“El personal de las fuerzas de ocupación, la gran mayoría de los cuales son jóvenes reclutas, están agotados por los ejercicios militares anteriores y tienen una condición moral y psicológica baja”, han explicado las Fuerzas Armadas en un comunicado en el que subrayan “hechos de deserción” entre las tropas rusas.
El principal objetivo de Rusia, según se expone en el comunicado, es tomar la capital de Ucrania, Kiev. Algo que, “debido a la fuerte resistencia de la población civil, las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la Guardia Nacional y la Policía Nacional”, no ha ocurrido.
El informe también señala que durante el día, los ocupantes rusos han disparado misiles balísticos y de crucero contra Kiev y otras ciudades y han utilizado aviones del territorio de la República Autónoma de Crimea y la República de Bielorrusia.
También han señalado que en el distrito de Mazyr, al sur de Bielorrusia, “los invasores” han formado un grupo de ataque de helicópteros de combate rusos “para atacar la infraestructura crítica de las ciudades” y de las tropas.
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, ha animado a sus soldados tras lo que descrito como “tres días que han cambiado nuestro país y el mundo para siempre”.
En un post de Facebook, el titular de Defensa ha asegurado que Rusia no ha logrado capturar Kiev “como habían planeado”. “Los ucranianos están luchando contra las fuerzas rusas en múltiples frentes, incluso en las afueras de la capital, tras el inicio de la invasión rusa el jueves”.
“En cambio, veo un ejército heroico, una guardia victoriosa, guardias fronterizos intrépidos, rescatistas dedicados, policías confiables, ángeles médicos incansables”, ha expresado Reznikov.
Rusia entra en el centro de Járkov
El presidente de la Administración Estatal Regional de Járkov, Oleg Sineguboc, ha informado este domingo que las tropas rusas han logrado abrirse paso hasta llegar al centro de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
“Ha habido un avance de vehículos enemigos rusos en Jarkov, incluyendo la parte central de la ciudad”, ha explicado Sineguboc, pidiendo a los ciudadanos que se queden en sus casas.
“Por favor, quédense en casa. La situación en la ciudad es muy tensa”, ha dicho el alcalde de Járkov, Igor Terekhov, después de subrayar que están teniendo lugar enfrentamientos intensos en las calles de la ciudad, según declaraciones recogidas por la agencia ucraniana UNIAN.
Los expertos piensan que la estrategia de Putin para tomar la capital será el desabastecimiento de agua, alimentos y energía, para luego enviar a sus perros chechenos a limpiar los barrios residenciales de uno en uno. Mientras tanto bombardea mensajes desde Moscú dirigidos al Ejército ucraniano, donde anima a las tropas a ejecutar un golpe de Estado porque “sería más fácil negociar con ellos”. El ataque fallido ayer a final de tarde a una de las centrales térmicas más importantes de Kiev, que fue bombardeada pero sin que llegaran a darse daños significativos, refuerza esta opinión.
Encarnizados enfrentamientos por los puentes estratégicos
Los combates más sufridos están ocurriendo por la posesión de puentes clave que permitan tanto el acceso al centro de Kiev como al interior de Ucrania desde la Península de Crimea. El Gobierno ucraniano tomó la decisión de dinamitar uno de los puentes de Brovary, al este de la capital, y hoy destruyó también uno de los puentes de Ivankiv, al noroeste. Las grandes masas de agua agrupadas en torno al río Dniéper obligan a las tropas rusas a controlar este tipo de accesos, si su plan todavía consiste en un ataque relámpago que descabece militarmente a Ucrania.
Pero ningún enfrentamiento por ningún puente supera la difícil situación del puente de Jersón. Desde el día uno de la invasión, las tropas rusas procedentes de Crimea y los defensores ucranianos de esta ciudad con 280.000 habitantes entablaron fuertes combates por el control del paso. Tras más de 24 horas de tiroteos y bombardeos manejados por helicópteros de combate rusos, el alcalde de Jersón dio la noticia de que la ciudad había sido tomada por las tropas de Putin tras sufrir “graves pérdidas” y “haciendo (los rusos) uso de una fuerza significativa”.
La toma de Jersón allanará la ruta a los vehículos rusos que salen de Crimea hacia el interior del país. Pero esta mañana llegaron noticias de un contrataque ucraniano, no tanto para recuperar la ciudad, sino para volver a tomar el control del codiciado puente que ya había sido cruzado por un centenar de vehículos de Moscú. Parece que la batalla continuaba mientras se escribía esta pieza.
Odesa, la perla del mar Negro, también fue bombardeada esta madrugada para estupefacción de sus habitantes, que ayer no sufrieron ningún ataque del enemigo y que estaban convencidos de que Rusia no entraría en la ciudad hasta haber tomado primero Kiev. También se han registrado enfrentamientos próximos a la ciudad de Lutsk, un importante enclave que permitiría a los rusos bajar desde el norte hacia la ciudad occidental de Leópolis. La ciudad, considerada muy próxima a Polonia tanto social como culturalmente, sirve actualmente de sede para la mayoría del personal diplomático europeo que todavía no ha abandonado el país.
Momentos de especial tensión se vivieron también el viernes en la localidad Energodar, cuando fue bombardeada por la artillería rusa a primeras horas de la noche. Situada en la franja sur de Ucrania, esta pequeña ciudad llama la atención por albergar la central nuclear de Zaporiyia, considerada como la central nuclear más importante de Europa y siendo por tanto un objetivo tan jugoso para Putin como letal si los combates se descontrolan.
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