Fin del bloqueo
13 meses después, el Líbano forma gobierno
El multimillonario Najib Mikati firmó este viernes un decreto junto al presidente Michel Aoun para poner en marcha su mandato
Más de un año después de la dimisión en bloque del gobierno tras el estallido de Beirut, Líbano volverá a tener ejecutivo. El multimillonario Najib Mikati, que ejercerá por tercera vez como primer ministro del país del cedro, firmó este viernes un decreto junto al presidente Michel Aoun para poner en marcha su mandato.
Mikati, que asume un país sumido en una grave crisis económica y social, apeló a la unidad del pueblo, que en los últimos tiempos mostró su indignación y desconexión de la élite dirigente. “La situación es muy difícil, pero no es imposible si nos unimos como libaneses. Debemos darnos las manos y trabajar conjuntamente, con esperanza y determinación”, exclamó tras la firma oficial.
Apostando por perfiles tecnócratas, el gobierno naciente contará con Yousef Khalil como ministro de finanzas, que fue alto cargo del Banco Central; o Firas Abiad, que dirigirá el ministerio de salud, tras liderar la respuesta al covid-19 desde el hospital público Rafic Hariri de Beirut.
Mikati puso el foco sobre las “circunstancias excepcionales” que vive su país, con las finanzas en declive –la libra libanesa se devaluó más de un 90%-, escasez de productos básicos y medicamentos, o una preocupante fuga de cerebros al extranjero. En los últimos meses, crecieron las protestas en redes sociales por los continuos cortes eléctricos, o incluso la dificultad de obtener agua potable. Ante la escasez energética, se disparó la venta de petróleo y diésel en el mercado negro. La falta de luz puso al sistema sanitario contra las cuerdas. En agosto se recrudecieron los incidentes violentos en las calles, que evidenciaron la urgencia de un drástico cambio de rumbo. Según la ONU, tres cuartas partes de la población libanesa vive ya bajo el umbral de la pobreza. Desde la comunidad internacional, con Francia a la cabeza, se urgió al Líbano a implementar una reforma drástica de su sistema económico a cambio de recibir cuantiosas ayudas.
El portavoz del parlamento, Nabih Berri (musulmán chií), presentó ante la prensa el listado completo de cargos del nuevo ejecutivo, y ahora falta la votación final en el parlamento para su aprobación definitiva.
Desde que recibiera el mandato el 26 de julio, Mikati ha hecho malabarismos para cuadrar los nombramientos acorde al reparto de poder sectario vigente en el país. Fuentes próximas a las negociaciones contaron a Al Jazeera acerca de las tensiones entre Mikati (musulmán suní) y el presidente Aoun (cristiano maronita), pero las presiones de Francia y EE.UU. terminaron forzando el acuerdo.
Con el gobierno liderado por uno de los empresarios más ricos del país, se prevé que pronto se reanuden las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para que fluya el dinero extranjero, será imprescindible curar una de las enfermedades más dañinas: la corrupción de estado. Mikati imploró aparcar las divisiones internas para lograr este cometido, imprescindible para que el FMI dé su visto bueno. Su predecesor, Hassan Diab, no logró poner en marcha las reformas requeridas.
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