EE UU abre una investigación sobre las prácticas de la Policía de Mineápolis tras el caso del asesinato de Floyd

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado este miércoles que abrirá una investigación sobre las prácticas de la Policía de Mineápolis después de que el tribunal del condado de Hennepin declarase culpable de todos los cargos al agente Derek Chauvin por el asesinato del ciudadano africamericano George Floyd.

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha considerado que la decisión se toma ya que aunque “la acusación durante el juicio tuvo éxito (...) no se abordan los problemas potencialmente sistémicos de la Policía de Mineápolis”, según ha recogido ‘The Hill’.

“La investigación que he anunciado evaluará si el Departamento de Policía de Mineápolis incurre en un patrón o práctica de uso excesivo de la fuerza”, ha dicho Garland y ha añadido que el Departamento se ha puesto en contacto con grupos comunitarios y ciudadanos para conocer sus experiencias con la Policía de este estado, según la agencia Bloomberg.

Los medios estadounidenses han señalado que esta acción representa un nuevo esfuerzo del Departamento de Justicia por obligar a los departamentos de Policía a realizar reformas, una medida que se había abandonado en parte durante la administración del expresidente Trump.

“Sé que la justicia es en ocasiones lenta, esquiva y a veces nunca llega”, ha dicho Garland para zanjar que “el Departamento de Justicia estadounidense será inquebrantable en su búsqueda de una justicia igualitaria bajo la ley”.

Por otro lado, el Departamento de Justicia ya tiene una investigación en curso sobre si Chauvin y otros policías violaron las leyes federales de derechos civiles.

Este martes, los doce integrantes del jurado popular señalaron que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, de asesinato en tercer grado y de homicidio en segundo grado por la muerte de Floyd en mayo de 2020, cuando presionó con su rodilla el cuello de la víctima durante más de nueve minutos. La muerte de Floyd ocasionó un estallido de protestas por la igualdad racial en Estados Unidos.