Tercera ola

Merkel aboga por la estrategia “Covid Cero” para vencer al virus

A semejanza de Australia y Nueva Zelanda, la iniciativa quiere eliminar los contagios con un draconiano confinamiento, la paralización de la actividad económica no esencial y el cierre de las fronteras

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La ministra alemana de Famila, Franziska Giffey, defendió ayer la reapertura de guarderías y escuelas primarias prevista para el lunes por varios estados federados, a pesar de la situación de la pandemia. Una decisión que supone un primer paso para que Alemania abandone de forma gradual el confinamiento y que no parece contentar las aspiraciones de Angela Merkel que, según algunos medios alemanes, estaría más por la labor de imponer la estrategia denominada “covid cero. Una iniciativa que, más allá de pretender una convivencia controlada con el virus, propone eliminarlo por completo, reduciendo aún más el número de casos y que, en las últimas semanas, ha compartido protagonismo en Alemania con una estrategia similar: “No covid”.

Ambas persiguen reducir drásticamente el número de infecciones y, aunque para algunos se trata de una especie de utopía de expropiación, sus defensores basan su defensa aludiendo a países como Australia o Nueva Zelanda donde la “covid cero” se aplicó con éxito mediante el cierre de fronteras durante meses, el rastreo o un riguroso distanciamiento social.

La pregunta es: más allá de tratarse de islas, ¿se podría importar este método a Alemania y, por ende, al total de Europa? La iniciativa “covid cero” (zerocovid, en alemán) asegura que sí y con ellos, más de 92.000 personas que se han inscrito a su ideario en el último mes en Alemania. Su lema: confinamiento duro hasta que casi nadie esté infectado. Un bloqueo que podría alargarse hasta cinco semanas y que la canciller podría haber defendido, aunque sin éxito, en la última reunión.

Escepticismo de Spahn

El ministro de Sanidad, Jens Spahn, no cree que el modelo pueda ser transferible en Alemania. “El país se encuentra en medio de un continente -dijo en una comparencia hace unos días-, por lo que no veo factible esta medida”. No obstante, cada vez más personalidades vinculadas a la ciencia, a la salud e incluso a la cultura piden abiertamente su puesta en marcha.

Uno de sus contras, tal y como destaca el noticiario de la televisión pública alemana ARD, es la movilidad de la población y que, a pesar de los llamados al teletrabajo, todavía muchas personas viajan cada día en transporte público para llegar a su lugar de empleo. Es por ello que para alcanzar el objetivo “cero contagios”, desde la plataforma “covid cero” se inste a un “cierre adecuado de la economía”.

Todas las “áreas de la economía no relevantes para la vida deben cerrarse: fábricas, oficinas, empresas, sitios de construcción o las escuelas”, defienden en su página de Internet. Algo que ha alarmado a los empresarios e incluso al mismo ministro federal de trabajo, Hubertus Heil, que en una entrevista concedida al periódico “Bild” se opuso a la cancelación arbitraria del teletrabajo e incluso anunció controles: “Hay que tener claro dónde funciona y dónde no”.

Pero los defensores de “covid cero” no ceden en su empeño y proponen un paquete de rescate para las personas, y no para las empresas. Para ello, la iniciativa aboga por “la introducción de un impuesto de solidaridad covid en toda Europa sobre los activos elevados, los beneficios empresariales, las transacciones financieras y los ingresos más altos”.

Una estrategia ilusoria

Por otro lado, sus críticos acusan a “zerocovid” de objetivos poco realistas . El diario “Süddeutsche Zeitung” escribió que se trata de una “pura ilusión” al pretender cerrar las cadenas de producción a la vez que se exige un apoyo financiero estatal para todos los necesitados. En esta línea, el virólogo Hendrik Streeck declaró en una entrevista con el “Abendzeitung” de Múnich que la idea del “cero covid” es “ilusoria”, ya que su implementación no solo obligaría a cerrar fronteras y aeropuertos, sino a erigir barreras policiales dentro de los distritos. “En mi opinión, eso es incompatible con nuestra sociedad”, dijo Streeck.

En paralelo, subsiste la estrategia “no covid”, defendida por muchos científicos, y que pide que las restricciones no se levanten hasta que haya menos de 10 casos por cada 100.000 habitantes a la semana. En un documento publicado en el periódico “Die Zeit”, un grupo interdisciplinario de expertos explica que esta iniciativa enfatiza el establecimiento de las llamadas “zonas verdes”, en las que las personas regresan tras un bloqueo estricto, siempre y cuando el número de infecciones disminuya. Además, se realizarían pruebas y cuarentenas para evitar la reintroducción del virus en las “zonas verdes” junto a controles de movilidad.

Las consecuencias para la economía serían más laxas con esta estrategia ya que defiende al mismo tiempo el teletrabajo y que las grandes fábricas puedan continuar produciendo con estándares de higiene personalizados.

Alemania no planea ninguna flexibilización de las restricciones antes del 7 de marzo, aunque los planes de la canciller podrían frustrarse rápidamente, ya que no decide sola y muchos presidentes regionales se están impacientando.