Golpe de Estado

¿Qué va a pasar ahora en Birmania?

Los militares suspenden el tráfico aéreo internacional hasta el 1 de junio

Policía militar hoy en Yangon, Myanmar
Policía militar hoy en Yangon, MyanmarLYNN BO BOAgencia EFE

Una de las primeras decisiones del Ejército de Birmania tras dar retomar el poder y poner fin a la incipiente democracia ha sido emitir una orden para suspender el tráfico aéreo internacional en el país hasta el 1 de junio. Según las informaciones recogidas por el diario birmano ‘The Myanmar Times’, los militares han publicado una nota instruyendo a todos los pilotos que no vuelen al país sin permiso, orden que se extiende hasta las 23.59 horas (hora local) del 31 de mayo. Asimismo, el Ejército ha revocado todos los permisos de despegue y aterrizaje desde Birmania, lo que incluye los vuelos humanitarios, según estas informaciones. Tras el golpe, los militares instauraron un estado de emergencia. Prometen convocar elecciones una vez concluya este periodo, en principio decretado durante un año.

Por su parte, la Liga Nacional para la Democracia (NLD) ha reclamado la liberación inmediata de la hasta entonces líder ‘de facto’ del país, Aung San Suu Kyi.y la del presidente del país, Win Myint, así como la del resto de miembros del Gobierno detenidos por los militares durante la asonada, dada poco antes de que se constituyera el nuevo Parlamento. El Comité Ejecutivo Central del partido ha recalcado que el golpe viola la Constitución e “ignora la soberanía del pueblo”, tal y como ha recogido el diario birmano ‘The Irrawaddy’. Así, ha reclamado al Ejército que reconozca los resultados de las elecciones y vuelva a convocar al Parlamento. En este sentido, ha criticado además que las acciones de los militares suponen “una enorme disuasión” para la transición democrática en el país asiático y de los esfuerzos para democratizar el país, superar la pandemia de coronavirus y avanzar hacia la paz y el desarrollo. Suu Kyi, varios miembros del Gobierno, presidentes regionales, políticos de la LND, activistas y artistas fueron detenidos por los militares y todavía se encuentran bajo arresto, aunque se desconocen los cargos de los que se les acusa.

Ambiciones del líder golpista

Los expertos no están seguros de por qué exactamente los militares decidieron actuar ahora, ya que el sistema actual y la Constitución son muy beneficioso para el ejército y su toma del poder pone a Myanmar en peligro de convertirse en un “estado paria” una vez más y existe el riesgo de que se desaten protestas masivas. De hecho, el grupo activista Yangon Youth Network, uno de los más grandes de Myanmar, dijo el martes que había lanzado una campaña de desobediencia civil, en uno de los primeros signos de acción concreta para oponerse al golpe. “La Red Juvenil de Yangon ... declaró e instó a la desobediencia civil como una respuesta inmediata”, dijo un representante en Twitter, y señaló que los médicos de un hospital de Mandalay también habían comenzado esa campaña.

Observadores internacionales apuntan a las ambiciones del general golpista Min Aung Hlaing, cuyo retiro obligatorio era inminente y era muy poco probable que un parlamento controlado por la NLD lo hubiera elegido presidente. El jefe militar se enfrenta a acusaciones de crímenes de guerra contra musulmanes rohingya, y es objeto de casos pendientes en tribunales internacionales que podrían llevar a su detención. Los expertos de Myanmar también ven el golpe como un medio para evitar cualquier posibilidad de que una legislatura dominada por la NLD modifique la Constitución para reducir los poderes de los militares, que incluyen el derecho al 25% de los escaños en el parlamento, un veto efectivo sobre la legislatura. Tal cambio constitucional podría haber sido facilitado por los pobres resultados en las elecciones de noviembre del Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo, el representante de los militares, que obtuvo solo 33 de 476 escaños.

¿Cederán el poder los militares dentro de un año?

El estado de emergencia tendrá una duración de un año, según lo prescrito por la Constitución, y el lunes el jefe de la junta se comprometió a celebrar elecciones “al completar las tareas”. Pero después de despedir el gabinete de Suu Kyi, nombró a un nuevo grupo de ministros, ninguno de los cuales fue identificado como “interino” o con nombramientos interinos. Los activistas ya han expresado serias dudas de que el ejército dimita después de solo un año. El ejército ignoró la victoria dela NLD en las elecciones de 1990 para una asamblea constituyente y tardó casi dos décadas en completar su prometida transición a la democracia.

Reunión de la ONU con carácter de urgencia

El Consejo de Seguridad de la ONU abordará este martes en sesión urgente el golpe de Estado, ha anunciado la presidencia de turno, que corresponde a Reino Unidos. “He informado a los miembros del Consejo de que vamos a sacar adelante nuestros planes para una reunión del Consejo de Seguridad sobre Birmania con carácter de urgencia”, ha explicado la embajadora de Reino Unido ante la ONU, Barbara Woodward.

Consecuencias económicas

Tras la condena del golpe militar por parte de la comunidad internacional, ya pueden vislumbrase consecuencias económicas. Los economistas dicen que el golpe podría asustar a los inversores extranjeros y afectar el apoyo al desarrollo internacional, con la amenaza de un retorno de las sanciones que colocaron a Myanmar entre los países más pobres del mundo. Estados Unidos ya está estudiando imponer sanciones al país. El presidente Joe Biden pidió a la comunidad internacional que hable con “una sola voz” para hacer que los militares birmanos “cedan inmediatamente” el poder. En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Biden anunció que ha pedido a su Gobierno que revise “inmediatamente” si debe volver a imponer las sanciones, levantadas en la última década a medida que Birmania avanzaba hacia una incipiente y frágil transición democrática. Si la democracia no se respeta, Biden aseguró que “tomará las acciones que sean adecuadas”, pero no especificó si está evaluando algo más allá de posibles sanciones, un asunto que tampoco clarificó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria. El gobernante también pidió a la comunidad internacional que presione al Ejército birmano para que levante todas las restricciones sobre telecomunicaciones y no emplee violencia contra civiles. EE.UU., resaltó Biden, “está tomando nota” de quienes apoyan al pueblo birmano y prometió que trabajará con sus aliados para apoyar la restauración a la democracia y el Estado de Derecho, así como para exigir responsabilidades a los responsables del golpe de Estado.

Por su parte, la multinacional japonesa Suzuki Moto ha parado la producción en sus dos plantas en Birmania con el objetivo de garantizar la seguridad de sus 400 trabajadores. La actividad se ha suspendido desde la tarde del lunes en las fábricas ubicadas en la ciudad de Rangún y no se ha informado de cuándo se reanudará la producción, según la agencia Kiodo. El fabricante de automóviles produjo cerca de 13.300 vehículos y vendió 13.200 unidades en el país en 2019, con el 60 por ciento de participación de mercado para las ventas de vehículos nuevos. Ahora, planeaba abrir una nueva planta en el mes de septiembre, en la que se producirían alrededor de 40.000 unidades al año. Alrededor de 400 empresas japonesas operan en Birmania, mientras se plantea un “grave riesgo” en las relaciones públicas para cualquiera de ellas que sea “lenta” en condenar los hechos del golpe de Estado, recoge Japan Times.