El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, reconoció este martes que la situación de la pandemia del coronavirus es “alarmante” en su país y anunció un toque de queda de tres días para este fin de semana, lo que provocó una protesta en el centro de la ciudad.

Desde las seis de la tarde del viernes hasta las cinco de la mañana del lunes siguiente regirá un toque de queda general en Belgrado, que posiblemente será extendido al resto del país, dijo el mandatario.

Además, a partir de hoy quedarán prohibidas todas las reuniones de más de cinco personas en espacios públicos cerrados y también al aire libre en la capital, una ciudad de unos 1,7 millones de habitantes.

Poco después del anuncio de las medidas por parte de Vucic, un populista conservador criticado por la oposición como autoritario, miles de personas salieron a las calles del centro de Belgrado para expresar su malestar.

Según la agencia de noticias local Fonet, los manifestantes bloquearon el trafico en una zona cercana al Parlamento y gritaron lemas como "ladrones" y "fuera".

Un grupo de manifestantes logró irrumpir en el edificio del Parlamento pero tras unos 15 minutos fueron sacados por la Policía, desplegada a la puerta del edificio, que fue dañada en el incidente.

Los agentes acabaron tirando gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que incendiaron bengalas y tiraron piedras y otros artefactos contra la Policía.

Según la prensa local, se desconoce quién convocó a los manifestantes, que en su gran mayoría no llevaban mascarillas ni guardaban la distancia física exigida contra la epidemia.

Serbia registró en las últimas 24 horas la muerte de 13 personas a causa del coronavirus, el número más alto de víctimas mortales en un solo día desde el estallido de la pandemia en marzo.

Mientras tanto, crece el número de pacientes conectados a respiradores y los hospitales del país balcánico se van llenando con enfermos contagiados con el coronavirus. “La situación es alarmante en Belgrado. Es grave en otras cuatro ciudades de Ser3bia, pero en Belgrado es crítica”, dijo Vucic.

Las nuevas medidas restrictivas se producen ante el reciente repunte de los contagios, a lo que las autoridades ya habían respondido hace unos días reintroduciendo el uso obligatorio de mascarillas en los espacios públicos o comerciales cerrados.

En Serbia, de unos 7 millones de habitantes, se han registrado hasta ahora unos 16.700 contagios confirmados y 330 fallecidos.