Más de 300 centros asistenciales se beneficiarán de la campaña

SEVILLA- Una vez concluida la gran recogida, el Banco de Alimentos se enfrenta a una labor no menos importante: el reparto de los productos. El sábado, tras el cierre de los supermercados, tres empresas logísticas se encargarán de llevar los contenedores a los almacenes que tiene la entidad en la avenida de La Raza. Allí se llevará a cabo la clasificación de los alimentos y se distribuirán a los más de 300 centros asistenciales que habitualmente se nutren de la organización.

El Banco de Alimentos está en permanente contacto con estos centros, conoce sus necesidades y, en función de las existencias, se les asigna una cantidad y diversos tipos de alimentos. Gracias a esta gran recogida los beneficiarios podrán encarar la Navidad de una manera más holgada, puesto que se prevé que se recojan alrededor de 150.000 kilos de comida.

Los destinatarios son centros asistenciales, comedores sociales, economatos solidarios, centros de acogida de inmigrantes, centros de rehabilitación de alcohólicos y toxicómanos, residencias de ancianos, iglesias evangélicas, asociaciones de inmigrantes y cualquier ONG que se dedique a prestar ayuda y asesoramiento a los más necesitados.

La crisis también ha modificado la relación con los centros asistenciales. La organización asegura que antes se colaboraba con dos o tres Cáritas parroquiales, fundamentalmente de barrios con una complicada situación social. En el resto de parroquias era suficiente la colecta diaria. Sin embargo, desde hace varios meses el suministro a esta organización dependiente de la Iglesia se ha multiplicado y la ayuda del Banco de Alimentos llega actualmente a más de 60 Cáritas.

Con esta campaña, los responsables de la entidad no sólo quieren fomentar la solidaridad en una época difícil, sino «fidelizar» a los ciudadanos para que colabores habitualmente.