El segundo viaje de Jorge Valdano con Florentino Pérez también ha terminado antes de tiempo. En la mitad del trayecto subió al autobús un revisor intransigente y mandó bajar a Jorge. Mourinho le desalojó, ha vencido. Él siempre gana, una Copa en su primer año como entrenador del Real Madrid y más enemigos que Gadafi. La diplomática unión del argentino con el técnico portugués tenía menos futuro que la de Cary Grant con Virginia Cherrill. No resistió el primer encontronazo por «culpa» de Clos Gómez y a partir de ahí, como dice el tango, «cuesta abajo en la rodada», hasta que uno de los dos se despeñara. La apuesta más fuerte del presidente en su segundo mandato, no la más costosa, ha sido el técnico y ni las salidas de pata de banco de éste han mermado su confianza en él. Lo contamos hace más de seis meses: «Sobra uno». En esta ocasión, la cuerda no se ha roto por la parte más débil, que suele ser la del entrenador. Ha caído el director general del club, la situación era insostenible. ¿Sustituirá Zidane a Valdano o será Figo el sucesor? Quien sea ya sabe que Agüero quiere jugar en el Madrid y tendrá que gestionar su contratación sin que entren en colisión ambos clubes. Para más información, «pregúntale a Mourinho». Valdano no está.