Un duro recuerdo
Ángel Cristo da todos los detalles: así planificó Bárbara Rey las fotos para chantajear al Rey
El hijo de la vedette recuerda con crudeza lo que sintió al ver a su madre con otro hombre, mientras él tomaba las fotos. Estuvo ensayando semanas y lo idearon al milímetro
‘De viernes’ ha emitido ya la segunda parte de la entrevista bomba de Ángel Cristo. La semana pasada dibujó a una Bárbara Rey como madre muy distinta a anteriores ocasiones. Denunció la dura infancia que había vivido en su casa de la Moraleja, a quien responsabiliza exclusivamente a la vedette, culpándola de no haberle protegido cuando era tan solo un niño. Malos tratos, violencia, drogas, alcohol, prostitutas y demás excesos que él presenciaba, aunque ahora tan solo señala a su madre, dejando a su padre a un lado de la historia. Pero en la segunda tanda de confesiones, Ángel explica con minucioso detalle cómo se gestó la operación casera para fotografiar supuestamente al Rey Juan Carlos junto a su madre. Un plan muy estudiado, que él ha narrado paso a paso.
“Mi madre toma la decisión de hacerle unas fotos al Rey. De alguna forma, ella consigue que yo haga las fotos, me da a entender que es un material muy peligroso, que no puede circular ni estar en manos de nadie”, comienza a explicar por qué se sintió presionado a complacer a su madre: “Al igual que me pidió a los 10 años ser un hombre, a los 12 me tocó ser un hombre y ya está”. Así, explica cómo aprendió a utilizar la cámara que Chelo García Cortés le había regalado y enseñado a usar. También el arte del revelado de fotos y cómo coger el mejor ángulo para obtener la imagen perfecta.
“Quería grabarle manteniendo relaciones sexuales en su habitación, pero también comiendo”, porque evidenciaba una situación cotidiana. Además, había “grabadoras de voz portátiles con micrófonos sensibles para recoger bien la voz”. Después una serie de cámara en el comedor y especialmente en la habitación de matrimonio: “Se podía distinguir qué pasaba en la cama”. Él solo hizo las fotografías.
Recuerda de aquel día que “tenía mucho miedo”, porque “no sabes quién le acompaña porque el Rey nunca venía solo” y porque “la monarquía daba respeto y yo intentaba hacerlo lo mejor posible para ayudar a mi madre. Tú te crees que con esas fotos a tu madre le van a dar trabajo”. Aun así, cumplió con el objetivo marcado y planeado al detalle por su madre: “Hago todas las fotos que puedo, todos los carretes que puedo”. Después, corrió a esconderse a casa de su vecina y amiga Jenny Llada, con la que según él se acordó dejar la puerta del jardín abierta. Ella en plató niega conocer esa maniobra. Había pasado todo, por lo que se relajó en el sofá y se puso a “ver los Caballeros del Zodiaco, era mi serie favorita”.
También ha detallado el hijo de Bárbara Rey que “se esconden unas cámaras en la habitación, otra en el comedor… Estoy unas dos horas haciendo fotos, íntimas. Se le entregan a mi madre entre 25 y 30 millones de pesetas y un programa en TVE. En ese momento tienes muchísimo miedo. Un niño no tiene por qué ver a su madre desnuda con otro hombre en ningún momento”, recuerda un episodio que se le ha quedado grabado a fuego en la memoria. Ángel Cristo afirma que hizo fotos, pero también que se realizaron “vídeos y grabaciones”. Eso sí, matiza la leyenda urbana de que se instalasen cámaras desde la tienda profesional del espía: “No es verdad. Se esconde una cámara en la habitación, otra en el comedor con un cable a un vídeo VHS. La calidad de la imagen era muy mala, pero sí se podía distinguir lo que se hacía en la cama”, confiesa con el rictus serio, reproduciendo la imagen en su memoria.