Kiko Matamoros, de querer ser Tarzán a enfadarse como un mono

Fue a comerse el mundo y, al final, el mundo le engulle a él. Kiko Matamoros se presentó en la isla de ‘Supervivientes’ como si fuera un Tarzán y ha terminado siendo el primo de la mona Chita, por sus debilidades y su escaso aguante.

Sus propios compañeros de ‘Sálvame’ dejan en entredicho su potencia y aseguran que tiene más fuerza en la boca y el cerebro que en su físico. Y es que, Kiko, está defraudando en su paso por el concurso, por torpón y su escaso esfuerzo en las pruebas.

Algunos de los participantes parecen hartos de la prepotencia y la verborrea exagerada del colaborador del programa vespertino de Telecinco. La puntilla se la dio Desy, al ganarle en una prueba de fuerza y calificarle después de “viejo”.

Matamoros se puso como una fiera y en lugar de reconocer con modestia su derrota, arremetió contra Desy con muy malos modos. El ramalazo agresivo que exhibe en televisión se trasladó a la isla con fiereza y mucha “mala leche”.

A Kiko no hay quien le frene cuando se enfada, no calibra sus gestos y palabras, se excede hasta el límite y queda mal ante la audiencia.