Aniversario
José Bono cumple 74 años: las edades del hombre que quiso ser cura y ahora anhela la eterna juventud
El expolítico socialista disfruta de un retiro dorado que reparte entre República Dominicana, Madrid y su nueva ilusión, Tánger
José Bono llega a los 74 años como un moderno Dorian Gray, el personaje de la novela homónima de Oscar Wilde, encandilado de la imagen que le devuelve el espejo, tan enamorado de sí mismo desde que en diciembre de 2008 inició su proceso de implante capilar, que ya entonces decidió que fuesen otros, y no él, los que envejeciesen. Sería feo comparar con algún otro expolítico de su quinta, pero las imágenes están ahí.
Nació en Solobre (Albacete) un día como hoy de 1950 y se crio tras el mostrador de la tienda de sus padres en una España rural y atrasada. Con nueve años sufrió su primer choque emocional al tener que separarse de sus padres y de sus raíces para estudiar. El siguiente llegó en plena adolescencia, con muerte prematura de su madre, en 1967, embarazada. En 1981 falleció su padre con solo 42 años, en un accidente de tráfico. "Estas muertes, tan tempranas como inesperadas, me dejaron una cicatriz en el alma", escribió.
Después de Alicante, donde estudió bachillerato en el Colegio Inmaculada de los Jesuitas, se mudó a Madrid para estudiar en la Universidad y se alojó en el colegio mayor Nuestra Señora del Buen Consejo, también jesuita, con el fin de orientar su vocación religiosa. Aunque en esta etapa de gran activismo antifranquista en las aulas ya se interpuso su conciencia política, supo acomodar sus inquietudes a su profunda fe cristiana en forma de justicia social. Ambas marcaron su personalidad y su carrera de Derecho en ICADE. Su acercamiento a la política la inició a finales de los setenta en el recién nacido Partido Socialista Obrero Español, donde conoció a Enrique Tierno Galván, el "viejo profesor". Durante su trayectoria política mantuvo su conexión con la Iglesia Católica que, curiosamente, chocaba con la aversión que tenía su abuelo Toribio hacia las sotanas y al cura del Salobre.
Ya lejana la intención de tomar los hábitos, en 1980 se casó con Ana Rodríguez, una mujer guatemalteca con la que tuvo cuatro hijos: Amelia, Ana, José y Sofía. En 2010 el matrimonio anunció su separación, aunque el vínculo afectivo y el cuidado siguen todavía presentes. Fue en esta etapa cuando continuó el proceso de proceso de rejuvenecimiento que había empezado con el injerto capilar. Dijo adiós a la sobriedad de sus trajes y empezó a vestir más informal, pero siempre impecable y derrochando estilo clásico. En los últimos años, expresar sus opiniones políticas desde fuera de la política se notó positivamente en sus ojeras, ya casi inexistentes, y en su sonrisa, mucho más natural, además de los tratamientos faciales que viene realizándose periódicamente.
Desde que abandonó la primera fila de la política, su aspecto rejuvenecido fue durante un tiempo una incógnita. ¿Cómo podía ser que luciera cada vez con mejor lustre, más pelo, menos arrugas y más juvenil? El expresidente del Congreso de los Diputados empezó contando que el secreto estaba en una alimentación más sana y el alivio de una agenda hasta entonces demasiado apretada. Esto era poco convincente. Enseguida desveló un injerto capilar que terminó convirtiéndole en una especie de influencer capilar. Compartirlo fue un gesto de generosidad que agradecieron muchos hombres que sufrían un problema similar.
Si vamos a los números, el expolítico cierra un año redondo. Los ingresos anuales de explotación del negocio inmobiliario familiar, según los datos aportados por El Confidencial, superan el medio millón de euros y da muchos beneficios en forma de dividendos. Y de una forma, además, creciente. La empresa, registrada con el nombre de Ahorros Familiares Saja S.L., cuenta con Ana Rodríguez Mosquera, exmujer de Bono, y su hija Ana Bono Rodríguez como administradoras mancomunadas obtuvo un beneficio de 402.313 euros en 2022, permitiendo el reparto de 400.000 euros en forma de dividendos entre la familia, una cifra que supone más del doble del año anterior. La familia de José Bono también tiene otras sociedades en las que figura el político del PSOE como Hípica Almenara S.L., la consultora Joasa 2012 S.L. y la inmobiliaria Viveros 02031924 S.L.
Se puede decir que el expolítico socialista disfruta de un retiro dorado y con mucho relumbrón repartiendo su tiempo entre sus dominios dominicanos, Madrid y su nueva ilusión, Tanger. Como ya informó LA RAZÓN, Bono se ha dejado seducir, como tantos otros famosos, por el encanto marroquí y ultima ya los detalles de su segunda residencia internacional. Además, sigue manteniendo un vínculo emocional muy estrecho con la Comunidad castellanomanchega que presidió entre 1983 y 2004. Esta semana Bono asistía a la apertura de Sânco, un nuevo restaurante de Toledo ubicado en el edificio de la Casa de las Bulas, en el casco histórico de la ciudad. Este espacio gastronómico y cultural, con el Grupo Botero al frente, fusiona tradición y modernidad en la judería toledana. Entre las 150 personas presentes en la inauguración se encontraban el expresidente de Castilla La Mancha y su hijo, el jinete José Bono Rodríguez. Un buen anticipo de la celebración de su 74 cumpleaños.
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