Política
La vida caribeña de Pepe Bono
Pocos sabían de sus estrechos lazos con República Dominicana, donde pasa temporadas por negocios
Dicen que cuando era presidente de Castilla-La Mancha una vez José Bonose sometió a una regresión a través de cierta médium en su despacho del palacio de Fuensalida, en Toledo. Allí experimentó las centenares de experiencias vitales que habían pasado por la pacífica estancia que él utilizaba como centro de trabajo. Vivió en unas horas las escalofriantes sensaciones de otros y comprobó de primera mano que por ese despacho habían pasado mil y una vidas. Tantas como las que tiene él ahora. Y es que el ex ministro de Defensa, cuya capacidad de salir adelante es inagotable, nunca ha dejado de reinventarse con éxito en lo personal y en lo profesional. Cuando muchos le hacían disfrutando de su faceta como abuelo por sus dos hijas (Amelia tiene cuatro hijos y Ana, uno), de los preparativos de la inminente boda de su hijo José y de la actual soltería desde su ático del barrio de Salamanca, guardaba con celo su vida como manchego-dominicano de nuevo cuño. Los que conocen de cerca a Pepe Bono, saben que a él le gusta hacer las cosas de una «manera extraordinaria». Y no se equivocan.
Que Bono tiene relaciones estrechas con países de África y América lo sabe cualquiera que se haya pasado por la nave ubicada en el polígono de San Sebastián de los Reyes, donde se encuentra la sede de la empresa de su amigo Pedro Hermosilla, íntimo también del ex ministro Miguel Ángel Moratinos. Y si no quieren tirar de callejero basta con echar un vistazo a la agenda internacional pre-pandemia de nuestro protagonista.
Invitado con Moratinos
En la primavera de 2019, Bono y Moratinos fueron dos invitados de honor a la fiesta que se celebró en la embajada de Angola en Madrid. El edificio de Lagasca 88 acogió los fastos por el 40 aniversario de la independencia del país africano, firmada en Lisboa en 1975. Según comentaron los presentes en la cita, José Bono fue recibido con un cariño especial. Recalcó que el entonces presidente angoleño José Eduardo dos Santos «es un referente de autoridad en todo el continente africano y especialmente en la búsqueda de una solución pacífica para los conflictos que afectan a la región». Estaba claro que las otras vidas de Bono volaban lejos. Pero pocos sabían de sus fuertes lazos con República Dominicana, si bien sus hijas no dejaban de postear en sus resorts y playas de nívea arena. Sin ir más lejos, Sofía, la benjamina, lleva una semana allí, compatibilizando sus estudios en la londinense Regent’s University, de la que pretende obtener un título en la carrera de diseño de interiores y decoración. Que sea todo online ayuda a poder estar cerca de papá, en el Caribe y excelentemente comunicado. Los Bono saben al dedillo que República Dominicana es ese país del Caribe con un Puerto (Caucedo) que ofrece servicio directo a la costa este de China. Asimismo, desde el aeropuerto de Punta Cana se puede volar directamente, sin hacer escalas, a ciudades distantes como Moscú o Helsinki. Lo cierto es que el año pasado José Bono confesó públicamente su nacionalidad dominicana ante el revuelo mediático: «Es cierto que el presidente Luis Abinader me ha concedido la nacionalidad dominicana. Con la República Dominicana, España mantiene un convenio vigente de doble nacionalidad (1968) y son miles los ciudadanos que poseen ambas», explicó Bono.
«Lógicamente, no supone merma de mi condición de español en ningún ámbito; su carácter es meramente honorífico y sentimental», sentenció. Sin embargo, Bono no se prodiga por la vida social de los españoles VIP de República Dominicana. Los que allí acuden con frecuencia, bien a Punta Cana o a la selecta y menos masificada Cap Cana, aseguran a este medio que se deja ver poco por recepciones privadas y le sitúan más en la zona comercial de la isla. «Él viene a hacer negocios, nosotros a descansar», apunta una peRsona, que asegura que lo top en esta isla es acudir invitado a la casa de Frank Rafael Rainieri Marranzini, el CEO de Punta Cana. Un lugar donde Julio Iglesias, Oscar de la Renta y Bill Clinton compartieron mesa y mantel. Él es parte de la aristocracia a golpe de resort de este lugar. Pero está en otros pasillos.
Lo que no sabemos es si habrá tenido un encuentro con la secretaria de Estado de Comercio de España, Xiana Méndez, que inició este pasado martes una visita de dos días con la intención de darle un nuevo impulso a las inversiones españolas en el país caribeño. España es el tercer mayor inversor en República Dominicana, con cerca de 2.000 millones de euros de inversión acumulada, y, sin duda, Pepe Bono conoce muy bien este mercado.
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