De puertas adentro
François Bayrou, en la intimidad: un único amor, seis hijos y un drama familiar
Nos asomamos a la biografía personal del nuevo primer ministro francés
El Gobierno francés cuenta desde el viernes con un nuevo primer ministro, François Bayrou. En pocas horas, su nombre ha dado la vuelta a Europa y desde las páginas de los periódicos crece el interés por conocer su vida privada. Y enseguida aparece Élisabeht Perlant, su esposa desde 1971, madre de sus seis hijos y abuela de sus 21 nietos.
Desde que se conocieron en la universidad, no han vuelto a separarse y la vida les ha dado razones de sobra para estrechar más su vínculo. Lo suyo con Babeth -así la llaman en su círculo privado- fue un amor a primera vista en un restaurante. "La vi y, oh la la, ¡ya está!", contó hace ya casi 15 años en "France Soir".
Bayrou creció en una familia de agricultores y abandonó el campo para estudiar en Burdeos. Según le contó a Rodolphe Geisler, autor de "Bayrou, el obstinado" (2012), lo primero que vio el primer ministro fueron sus piernas: "rectas, hermosas, finamente unidas. Luego su cara. Me dije: esta chica es para mí". Solo cinco meses después, se casaron y, una vez graduados, trabajaron como profesores de Literatura. De la unión fueron naciendo sus seis hijos. Al llegar el tercero, Élisabeth decidió poner fin a su carrera docente. En ese momento, su marido emprendía ya su carrera política y, a medida que fue escalando posiciones, ella prefirió mantenerse en un segundo plano para proteger la privacidad de su vida familiar.
En sus páginas, Geisler destaca que Élisabeth detesta la celebridad. En raras ocasiones asiste a una cena con personajes de renombre. Solo ha hecho excepciones para apoyar a su marido en las campañas electorales. Su refugio es Bordères, un apacible pueblecito del sudoeste francés donde poseen una propiedad en la que practican la agricultura y la cría de caballos de pura sangre. Esto ha provocado que el matrimonio, dadas las responsabilidades del político, haya tenido que vivir separada una buena parte de la semana durante muchos años. Sin embargo, esta distancia, siempre prudencial, habría avivado la llama del amor y las ganas de reencontrarse. Así se lo reconoció Bayrou al autor de su biografía. Le confesó también que a su esposa le gusta la política, si bien tiene una concepción más idealista.
Aunque renunció a la docencia, Élisabeth ha inspirado con sus valores a tres de sus seis hijos, ahora profesores. Su numerosa familia ha vivido también momentos muy delicados. Uno de ellos, cuando Bayrou ejercía como alcalde de Pau, a 25 kilómetros de Bordères. Él mismo habló de ello en 2016, refiriéndose a la anorexia que sufrió su hija hacia el año 2000. La gravedad de la enfermedad requirió su ingreso hospitalario. El político recordó el proceso de recuperación como un episodio muy doloroso para todos. Buscando su bienestar, la joven no pudo recibir visitas ni tener contacto con su familia. Después de dos años, su hija estaba recuperada.
Bayrou quiso dar visibilidad a este problema que, como padre, le acercó a otros muchos que atraviesan una situación similar. También Jacques Chirac lo vivió con su hija Laurence, fallecida en la primavera de 2016. Su anorexia nerviosa empezó a raíz de unas vacaciones en 1973, en Porto-Vechio. En plena adolescencia, a la joven le detectaron una meningitis y el diagnóstico provocó en ella una anorexia nerviosa en su grado más grave.
Bayrou es católico y entre sus aficiones se encuentra la escritura. Es autor de una biografía de Enrique IV , "El rey libre", que tuvo un gran éxito (300.000 ejemplares vendidos).
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