Ya ha terminado la larga espera. Mañana Tamara Falcó e Íñigo Onieva darán el "sí quiero" en el Palacio de "El Rincón", la finca que heredó de su padre, Carlos Falcó. Allí, la marquesa de Griñón y su prometido celebrarán tanto la ceremonia religiosa como el posterior banquete nupcial. Y la hija de Isabel Preysler ha decidido lucir en su gran día una tiara con muchísima historia. Tal y como ha detallado el blog "The Royal Watcher", la socialité ha escogido esta joya por un significado muy especial.

Esta tiara, de pequeño tamaño y de forma rectangular, fue un regalo de boda para su abuela Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui. Más tarde, en 1950, la lució una joven joven Rocío Falcó y Fernández de Córdoba para su Baile de Debutantes, momento en el que oficializó su paso a la adultez. A lo largo de su historia, esta joya ha sido utilizada como tiara nupcial para numerosas mujeres de su familia. En 1966, Jeannine Girod la portó cuando se casó con Carlos Falcó, padre de Tamara. Fue el primer matrimonio del fallecido marqués de Griñón.

En 1981, Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui, volvió a prestar la tiara a su nieta Carla Falcó Medina para su matrimonio con Jaime Matossian. La última vez que alguien de la familia Falcó utilizó esta joya para recibir el sacramento del matrimonio fue Amparo Corsini en 1999 en su boda con Manuel Falcó, hermano mayor de la hija de Isabel Preysler.

La marquesa de Griñón lucirá mañana la tiara de su abuela Hilda, junto al vestido de sus sueños, firmado por Carolina Herrera. Como complemento, ha escogido unos pendientes alta joyería encargados a Tous, firma de la que es embajadora.