Máxima tensión
Mario Vargas Llosa no podrá evitar a Tamara Falcó e Isabel Preysler en su ingreso a la Academia Francesa
Es uno de los días más importantes de su vida y estará arropado por su familia, aunque no podrá evitar que su ex y la hija de esta estén presentes de alguna forma...
Mario Vargas Llosa recordará este 9 de febrero por el resto de su vida. El autor ingresará en la Academia Francesa, convirtiéndose en el primer miembro no francés de la historia de la institución. El Nobel de Literatura ocupará de por vida el sillón número 18, antes perteneciente al fallecido filósofo e historiador Michel Serres, sucesor del pensador del siglo XIX Alexis de Tocqueville. Se trata de un gran honor que recibirá ante la presencia de solmenes invitados, como el Rey Juan Carlos I y su hija, la infanta Cristina, además de la familia del peruano.
Su exmujer, Patricia Llosa; y sus hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo, acompañarán al escritor en uno de los momentos más importantes de su vida, en medio de un panorama mediático especialmente delicado para ellos. La polémica ruptura de Vargas Llosa e Isabel Preysler, y el posterior cruce de acusaciones entre ambos, ha puesto a “la tribu”, tal y como el clan se hace llamar, en el punto de mira, y les molesta sobremanera que las habladurías del papel couché puedan eclipsar el gran momento de Mario.
Es por esto que tanto Isabel Preysler como Tamara Falcó se han convertido en personas non gratas en la ceremonia, pero Mario Vargas Llosa no podrá evitar que estén presentes de alguna forma, en un importante recuerdo que le acompañará de por vida.
Uno de los obsequios que la Academia Francesa entrega a sus nuevos miembros es una espada personalizada, previamente encargada por el propio homenajeado. Es llegados a este punto donde el papel de la marquesa de Griñón y su madre juega un papel fundamental.
Tal y como se ha revelado en “El programa de Ana Rosa”, Isabel Preysler recomendó a Vargas Llosa, cuando todavía eran pareja, acudir a un amigo de Toledo experto en la elaboración de espadas. El día del encargo, Tamara Falcó les acompañó y fue ella misma quien eligió el modelo: la Excálibur. El autor se fió del gusto de la aristócrata, a quien entonces guardaba cierto cariño.
Vargas Llosa debía recoger la espada el pasado 5 de diciembre, cuando su relación con Preysler ya era cosa del pasado, pero, aun así, le pidió que lo acompañara, puesto que el herrero era su amigo. En aquel momento todavía existía cierta cordialidad entre ellos, así que “La reina de corazones” aceptó ir con él hasta Toledo, una visita a la que también se apuntaron Ana Boyer y Fernando Verdasco. “Ese fue su último plan como pareja”, señalan desde el formato anteriormente citado.
Isabel Preysler y Tamara Falcó fueron claves a la hora de elaborar la espada, un elemento indispensable en la ceremonia de ingreso de Vargas Llosa en la Academia Francesa. De este modo, y por mucho que a él y a su familia les pese, la marquesa y su madre estarán presentes en este día especial, aunque sea en sus recuerdos.
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