Rompe su silencio
Juan Ortega desvela las razones de su plantón a Carmen Otte: "La cosa venía de atrás, no fue un arrebato"
El torero ha roto su silencio en la COPE, en una entrevista con Carlos Herrera, y responde a las principales cuestiones sobre su "no boda"
A punto de cumplirse dos meses desde que Juan Ortega dejó plantada a Carmen Otte en el altar de la iglesia de Santiago de Jerez, a pocas horas de darse el "sí, quiero", el torero por fin ha dado un paso al frente y ha roto su silencio para dar todas las explicaciones que ha considerado necesarias sobre lo que ocurrió aquella jornada.
Lo ha hecho ante Carlos Herrera en la COPE, donde ha comenzado confesando que "todos estos días atrás bastante he tenido con lo mío como para estar pendiente de lo de los demás".
El diestro regresará en pocas semanas a los ruedos y debe tener la mente fría y despejado para enfrentarse a los astados, aunque se muestra seguro de sí mismo y de saber controlar sus emociones en la plaza: "Ya no soy un niño, son muchos años y sé cómo afrontar las cosas. Son decisiones que uno toma seguro de sí mismo y convencido, así que intentaré que me afecte lo menos posible".
Ortega reconoce que no se esperaba la expectación mediática que causó su decisión, aunque entiende que "en la sociedad en la que vivimos, la gente está acostumbrada a casarse o divorciarse, pero no a suspender una boda unas horas antes. Entiendo el follón que se formó, pero no me imaginaba que se iba a formar tanto revuelo".
Desaparecido desde entonces, Ortega revela que "como en todas las situaciones complicadas que uno vive, me he refugiado en mi gente y en mis cosas. Sobre todo en el toreo, que es mi forma de vida y donde tengo puestas mis ilusiones".
Confirma su ruptura
A pesar del huracán mediático que se le ha venido encima, Ortega está seguro de la decisión que tomó, aunque sí lamenta las formas y el daño que ha podido causar a sus seres queridos.
"Desde que saltó la noticia, la verdad es que se han dicho muchas cosas que, la mayoría, no son ciertas. La única verdad es que Carmen y yo somos dos personas que nos queremos mucho, teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo venía arrastrando una serie de problemas y dudas que no fui capaz de resolver. Asumo mi equivocación y pido perdón, no por la decisión, sino por el momento en el que la tomé, porque tomar la decisión unas horas antes de la boda, con todo organizado y todos los invitados allí, entiendo el daño que se puede causar y el trastorno. El dolor, hubiera sido igual si lo digo unas semanas antes o semanas después, porque no deja de ser una ruptura entre dos personas que se quieren", ha explicado el torero ante Herrera, confirmando así que su relación con Otte ya es cosa del pasado.
Ortega evita confirmar o desmentir si sigue en contacto con su ex, pero sí reconoce que todavía "nos tenemos respeto y cariño, y los dos tenemos mucha paz porque hemos peleado y luchado mucho por nuestra relación, pero las cosas al final no han salido para adelante. Pues ya está…".
El único responsable
El diestro insiste en que él es el único responsable de su decisión, al contrario de lo que se ha publicado en los últimos meses y que apuntaban a terceras personas como culpables. Aprovecha, además, para deshacerse en halagos no solo hacia su expareja, sino también a la familia de esta, con la que dice que siempre ha tenido una estupenda relación.
"Ella es una mujer extraordinaria, una mujer 10 mujer que me ha hecho crecer mucho como persona y como torero. Siempre ha estado conmigo, igual que su familia, que siempre han estado conmigo y me han dado mucho cariño… Si algo me duele es haberle hecho daño a todos ellos, a personas que no son responsables de mis decisiones, y no me gustar haberles puesto en estas circunstancias. El único responsable soy yo, porque no ha intervenido nadie. Tomé la decisión solo, sabiendo las consecuencias que tenía. El matrimonio es muy serio como para hacerlo con dudas y no quería ni traicionar a Carmen ni a mí mismo", asegura Ortega.
"Hemos tenido una situación complicada"
De sus palabras se entiende que su relación pasó por algunas idas y venidas que siempre lograron superar, pero en este caso no fue así y finalmente tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida: "Me arrepiento de haber administrado mal los tiempos. Es una persona a la que quiero, no estaba a disgusto con ella. Siempre encontraba el motivo para seguir adelante con ella, pero al final me vi el toro debajo de la cama".
De hecho, Ortega insiste que no se trató de una decisión de última hora, sino de algo que llevaba tiempo germinando en su cabeza: "No fue fruto de un arrebato o un calentón, que yo soy una persona muy templada y me gusta pensar las cosas, sobre todo las importantes. La cosa venía de atrás, no fue un calentón ni un arrebato del momento. Eran problemas que yo venía arrastrando".
Además, el torero ha detallado los tiempos de aquel día, y cuenta que se encontraba en su habitación cuando decidió llamar a Carmen, la primera persona a la que le comunicó que no quería seguir adelante con la boda. Después, telefoneó a sus padres, y por último al cura. Aun así, Ortega no da mucha importancia a que faltaran pocas horas para el enlace, porque bajo su punto de vista, "lo de menos era la boda, lo que verdaderamente me importaba es que se terminaba la relación con la persona a la que quería".
¿Segunda oportunidad?
Una vez más, Ortega confiesa que su relación con Otte "siempre ha tenido una situación complicada", aunque evita profundizar en más detalles o en las razones ocultas tras esos baches. El diestro dice estar tranquilo porque "tanto Carmen como yo sabemos la verdad de todo", y lamenta que, aunque siempre habían sido capaces de solucionar los problemas que se les ponían por delante, en esta ocasión "ha mandado el corazón y los sentimientos, eso no se puede controlar. El corazón mandó más que la cabeza ese día. Si hubiera sido por la cabeza, hubiera tirado para adelante, porque era lo fácil. Si pienso en el día de mañana, no me hubiese perdonado nunca si lo hubiera dejado y al final me hubiera tenido que separar con hijos. Prefiero que las cosas se hagan bien, aunque se hagan tarde".
Sobre una posible reconciliación, una hipótesis que en los últimos días ha cogido mucha fuerza en algunos medios de comunicación, el torero prefiere no responder esta pregunta y deja en el aire si se plantea retomar su relación: "No puedo responder porque, lo que sé, es que a Carmen la quiero mucho y que por nada del mundo me perdonaría volver a hacerle daño".
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