Aunque en España sería impensable cerrar en menos de tres semanas una investigación con tantos claroscuros como la del asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho, las autoridades Tailandesas la dieron por finalizada este martes 15 de agosto durante una multitudinaria -y caótica- rueda de prensa en la que aseguraron que el chef mató premeditadamente al cirujano, un delito por el que solicitan pena de muerte.

Se esperaba que los próximos movimientos en el caso llegaran a partir de septiembre, cuando está previsto que comience el juicio contra Sancho, pero en un nuevo e inesperado giro de los acontecimientos, Daniel ha sido llamado a declarar una vez más durante la mañana del miércoles 16 de agosto.

Con la investigación terminada, el hijo de Rodolfo Sancho ha vuelto a responder a las preguntas de la policía tailandesa durante cerca de dos horas, y aunque su abogado ha confirmado el interrogatorio, no ha desvelado el motivo del mismo.

Cabe la posibilidad de que se hayan encontrado nuevas pruebas e incluso restos de Arrieta que puedan dar un giro a la investigación. También sigue la búsqueda del móvil de la víctima, que podría ser crucial si se encontraran mensajes que ayuden a determinar el tipo de relación que mantenía con su asesino.

Precisamente, esta es una de las claves que la policía tailandesa eludió durante la rueda de prensa. Aunque se confirmó que su vínculo iba más allá de la amistad, Big Joke, el jefe de la Policía Nacional expresó que “sobre los detalles de los mensajes entre ellos no podemos decir nada... No podemos revelar nada de los contenidos de los mensajes”, a la vez que recalcaba que tampoco podían “hablar de los detalles de las relaciones sexuales”.

Pena de muerte

Que la policía haya solicitado la pena capital para Sancho no significa que su futuro ya esté sentenciado, sino que el cocinero se enfrenta ahora a un proceso judicial que dictaminará si acaba o no en el corredor de la muerte. Será el juez instructor quien establezca su pena, y, aun así, el hijo del protagonista del “Ministerio del tiempo” podría apelar a dos instancias superiores y, como última carta, solicitar un indulto del Rey Maha Vajiralongkorn.