Despedida
El discreto adiós de Carmen Sevilla, la novia de España
La célebre actriz fue despedida en la más estricta intimidad, a petición de su hijo. Una decisión con la que no todos sus seres queridos estaban de acuerdo
España se ha quedado viuda tras la pérdida de su novia más célebre. Carmen Sevilla perdió la vida en la noche del martes 27 de junio, a los 92 años y tras luchar durante más de una década contra la enfermedad del olvido. Un día antes, la recordada actriz fue ingresada en estado grave en un hospital madrileño, al que fue trasladada de urgencia desde la residencia Orpea de Aravaca, el que ha sido su hogar en esta última etapa. Allí veía pasar los días sin reconocer ya a los que más la querían, incluido su hijo, Augusto Algueró; y uno de sus más fieles amigos, Moncho Ferrer, que la visitaba cada semana.
Su muerte ha conmocionado a buena parte de la opinión pública, incluidos rostros muy conocidos del panorama artístico que compartían amistad y profesión con Carmen Sevilla. Lolita Flores, Bibiana Fernández e incluso Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, han mostrado sus condolencias por la pérdida de la actriz, pero ninguno de ellos podrá despedirse de ella de forma presencial. Sus restos mortales descansan en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón de Madrid, pero en el recinto no se ha abierto ninguna sala para que sus seres queridos puedan velarla, a petición de su hijo.
A través de un comunicado, Augusto Algueró ha recordado que su madre ha pasado por «un proceso largo y doloroso» hasta sus últimos días, y ha pedido a los medios de comunicación y compañeros de Carmen Sevilla que permitan a la familia llevar el duelo alejados del revuelo mediático. Aunque agradece «a todas y todos los amigos, compañeras y compañeros de profesión, público y profesionales de los medios de comunicación, el interés y la preocupación que habéis mostrado hacia mi madre en todo momento», explica que, ahora que ha llegado el final, quieren despedirse de ella «de una manera estrictamente íntima y familiar».
En el mismo comunicado, Algueró también se muestra agradecido con «la dedicación y la profesionalidad del equipo médico que ha estado tratando a mi madre en la Fundación Jiménez Díaz y a la Dirección y todo el personal que la ha cuidado durante sus últimos años en la residencia Orpea Aravaca», y asegura que se queda «en paz» porque, «como católica que era, ha recibido la extremaunción antes de la hora de su fallecimiento».
El hijo de Carmen Sevilla mantiene así la postura que adoptó para proteger a su madre desde que la trasladó a la residencia. Su objetivo siempre ha sido salvaguardar la intimidad de Carmen Sevilla en lo que al avance de su enfermedad se refiere, y sólo unos pocos de su confianza podían acudir a visitarla. De hecho, en su último cumpleaños, que tuvo lugar el pasado 16 de octubre, Algueró ni siquiera se acercó a verla para que «no se monte un circo en la puerta de la residencia, porque seguro que habrá cámaras allí», según aclaró a este diario.
Se trata de una decisión aplaudida por muchos y cuestionada por otros tantos, amigos de Carmen Sevilla que se han topado en los últimos años con un absoluto hermetismo a la hora de conocer cómo se encontraba la que será recordada como «la novia de España». Poco antes de su fallecimiento, Luis Méndez, quien fuera su representante, se quejaba ante LA RAZÓN de que «estoy muy preocupado. Me he enterado de lo de Carmen por la prensa, y he llamado y escrito a Augusto, pero no he recibido respuesta. He compartido y vivido muchos momentos junto a ella, y aunque he querido ir a verla en varias ocasiones y no ha sido posible, me encantaría despedirme».
Ayer, tras la muerte de Carmen Sevilla, Méndez volvía a quejarse en «Espejo Público» de que «estamos bastante desconcertados” ante la falta de información, aunque reconoció que entendía que «su ingreso en el hospital no se podía convertir en una romería».
Una opinión compartida por la bailaora María Rosa, también íntima de la fallecida, que expresó en «Ya es mediodía» que «a los que la queremos nos hubiera gustado despedirnos, aunque no haya caja ni nada, pero poder ir a darle nuestro último adiós».
En definitiva, la de ayer fue una discreta despedida que choca con una vida dedicada a las cámaras y el público, un público que siempre la recordará con la mejor de sus sonrisas y la ternura que la hizo grande.
Homenajes póstumos
Carmen Sevilla deja atrás un importante legado artístico en la industria del celuloide y de la pequeña pantalla, un legado por el que fue reconocida en vida y por el que seguirá siendolo tras su muerte. Horas después de conocerse su fallecimiento, José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, manifestó su «sorpresa» ante el hecho de que la artista no cuente con una calle con su nombre en su ciudad natal, una ciudad que ensalzó y que «paseó por todo el mundo» con su decisión de utilizarla como apellido artístico.
Es por esto que, tal y como anunció el edil, la Gerencia de Urbanismo ya está buscando posibles ubicaciones para bautizar como Carmen Sevilla alguna calle de la Capital Hispalense. Además, desde la administración de Sanz se traslada también que se está estudiando nombrar a la actriz Hija Predilecta de la ciudad de Sevilla a título póstumo, un reconocimiento que recibiría el próximo 30 de mayo de 2024, con motivo del día de San Fernando, patrón de Sevilla.
Augusto Algueró, el único heredero de Carmen Sevilla
La actriz dio a luz a su hijo el 3 de julio de 1964, fruto de su fracasado matrimonio con el compositor Augusto Algueró, de quien se divorció años más tarde por sus infidelidades. Siempre han estado muy unidos y Carmen Sevilla presumía ante los medios de tener «el mejor hijo del mundo». Ahora se convierte en el único heredero de una fortuna que se estima en varios millones de euros.
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