Repaso
La crónica de Marta Robles: La hija de Juan Carlos
Con la justicia parada, el calor sofocante y Belarra pidiendo dinero para la tele de Iglesias, lo de la hija de Juan Carlos no me importa nada
Lunes
La justicia lenta no es justicia. Lo sabemos todos. Y en nuestro país nunca ha gozado de especial rapidez. Pero es que ahora, la huelga primero de los letrados de la administración de Justicia y después la de los funcionarios judiciales ha detenido todos los procesos. Y no se paran los papeles. Se paran las vidas completas de miles y miles de ciudadanos, que dependen de resoluciones judiciales. Pues hablando de jueces y fiscales, hoy sabemos que ellos se suman, a partir de este 16 de mayo, a esta huelga inclemente con carácter indefinido. ¿Los motivos? Falta de medios, sobrecarga de trabajo, reuniones con el Ministerio sin éxito, convocatoria de la Mesa de Retribuciones, abandono de la Justicia… En fin, no sé ni qué decirles. Solo que esto nos hace casi tanto daño como la sequía y que si nuestros políticos (esos señores/que nos intentan convencer para que les votemos, cantando, bailando, insultándose y montando en bicicleta y haciendo el pino) no son conscientes de ello, ni son políticos ni son ná.
Martes
España a 40 grados. ¡En abril! Las reservas hídricas en situación crítica y un debate en torno al Parque de Doñana que los políticos utilizan para sus campañas. Y todavía habrá por ahí algún imbécil que cuestione el cambio climático. El tema de Doñana, por cierto, es duro. Europa anda atenta. Hay que cerrar los pozos ilegales y el parque anda a un paso de perder el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. La batalla por la ley de regadíos, las fincas ilegales, el derecho al agua… Todo eso anda sobre la mesa de una España que se seca de manera más que alarmante.
Miércoles
Que sí, que hoy hay otras noticias, pero es que no puedo evitar fijarme en esta. El día después de ese debate entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el que parecen dos enemigos en guerra, en vez de dos adversarios políticos -y que demuestra, una vez más, que el Senado es la sala de las afrentas, el lugar para echarse en cara todo lo posible y lo imposible en vez de ocuparse de los problemas de los españoles-, la ministra Ione Belarra se ocupa de algo «fundamentalísimo»: pedir dinero para la televisión de Iglesias. Como lo leen. ¿El motivo? «El abrumador dominio mediático de la derecha», dice.
Pablo Iglesias, que siempre quiso controlar los medios y poder manipularlos a su antojo, no sólo ha empujado al equipo de Canal Red, el nuevo canal de televisión que dirige, a que se haga con el control del Sindicato de Periodistas de Madrid, es que tiene aleccionadas a sus ministras para que ¡pidan dinero para él! Para este…, ejem, tipo (no sé cómo llamar a Iglesias) que calificó a Txepe, ex de ETA, como «héroe», agradeciéndole su ejemplo. En fin, Ione, chata, abre tu monederito, saca tu propia pasta y se la das. O que venda su «casita» Pablo, que se vuelva a su Vallecas del alma suya y que ponga su dinerito en su tele como hacen esos señores a los que tanto aborrecéis que se llaman empresarios.
Jueves
Vaya, y ahora José María Olmo y David Fernández nos cuentan en su libro «King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I», lo de la hija del emérito u honorífico o lo que sea Juan Carlos I. Que si hija de una aristócrata, que si se llama Alejandra y que si bla, bla, bla… Pues nada. Otra mancha en el historial del padre del rey que, por cierto, ya contó Pilar Eyre. Supongo que hay otros muchos asuntos de interés en este libro, pero siempre insisto en que a los españoles nos importan poco los ligues de los reyes y mucho que metan las manos en las sacas de los dineros. Valle-Inclán ya dijo aquello de Alfonso XIII: «No se va por ligón, sino por ladrón». Y si a alguien le «preocupa» el asunto dinástico, que sepa que como quien el rey vigente (por suerte) es ya Felipe VI, la línea dinástica es la suya y no la de su padre.
Viernes
Aprobada la ley de vivienda. Que a lo mejor es el «hito» del que habla Pedro Sánchez, el «quinto pilar del bienestar», pero la cosa es si tiene visos o no de inconstitucionalidad, si mira por los desfavorecidos o de paso también por los okupas y si el Estado está invadiendo competencias autonómicas… No sé. Es que hacerlo todo deprisa y corriendo, justo antes de las elecciones, no da tranquilidad.
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