En España sería impensable cerrar un caso como el de Daniel Sancho en menos de tres semanas, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera se ha esclarecido la causa de la muerte de Edwin Arrieta ni se ha localizado el total de las 17 partes en las que su cuerpo fue desmembrado.

Aun así, las autoridades tailandesas han dado la investigación por concluida -aunque el reo ha sido llamado a declarar nuevamente ante el magistrado-, lo que precipita el siguiente paso en el proceso: la celebración del juicio, en el que el acusado se enfrentará a la pena de muerte.

En principio, se esperaba que el juicio tuviera lugar en pocas semanas, a mediados de septiembre, pero las últimas informaciones sugieren que el magistrado está estudiando el caso a fondo, “página por página”, una minuciosidad que puede beneficiar a Sancho y, al mismo tiempo, demorar la fecha de la celebración.

De este modo, algunos expertos sitúan el comienzo de la causa en octubre, aunque otros van más allá y hablan de finales de año.

Tal es el caso de Khun Panikorn, un fiscal tailandés que aseguró en “Espejo público” que la fecha del juicio podría situarse a finales de este año 2023 porque el magistrado “necesita más cosas” antes de tomar una decisión. “Necesita interrogarle otra vez en profundidad, el juez quiere estudiarlo todo. Si no hay nada raro ni contradicciones ni cambios en su declaración y tras ver estas pruebas que maneja la policía pedirán la pena de muerte, pero el juez quiere saber si realmente fue el asesino y quiere comprobar en profundidad y comprobarlo más”, comentó.

Así las cosas, y a falta de la confirmación de una fecha oficial, todo parece indicar que el destino de Daniel Sancho estará decidido antes de finales de año, al menos en primera instancia.

Llegados a este punto, cabe señalar que, si finalmente es condenado a pena de muerte, Sancho puede recurrir a dos tribunales superiores y, como última carte, solicitar un indulto del Rey de Tailandia, un proceso que podría extenderse a lo largo de tres o cuatro años.